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La venta de imágenes y la Ley Olimpia

¿Cuánto vale una imagen? Para algunos, mil palabras; para otros significa el reconocimiento a un reflejo social o artístico. Sin embargo, para algunas mujeres vender imágenes íntimas implica no sólo exhibir su cuerpo, sino, de momento, una alternativa para mantener su economía en tiempos en los que de la noche a la mañana vieron vulnerada su forma de subsistir. Es así como encontraron una fisura en el sistema mediante las redes sociales con la venta de “packs”.

Hay para todos los presupuestos, a través de ofertas aleatorias o bajo suscripciones. Paquetes de 10, 20 o 30 imágenes, incluso videos, se cotizan desde 150 pesos. “No me dedico a esto, es por la pandemia”, se lee en los perfiles de mujeres jóvenes que apenas llegan a los 20 años de edad y que promocionan material “personalizado” en el que se puede incluso establecer enlaces en vivo pero “no encuentros”. La dinámica es simple: una oferta, un contacto, un depósito y el envío de imágenes.

Tras el cierre de establecimientos comerciales en el país en marzo pasado, al que obligó el inicio de la pandemia por el COVID-19, el Instituto Mexicano del Seguro Social reportó que, aproximadamente, 1.2 millones de personas perdieron su empleo formal en el primer semestre del año, pero esta es sólo una parte de la imagen global. El Inegi estima que de 25 millones de ciudadanos que forman parte de la población ocupada, 53 por ciento trabaja en la informalidad.

Hombres y mujeres jóvenes que se ganaban la vida en tiendas, restaurantes, centros recreativos o clubes nocturnos se quedaron sin empleo y tuvieron que encontrar una manera de solventar gastos y mantener a sus familias, fue entonces cuando despuntó la oferta de “packs”, que se consiguen hasta en mil quinientos pesos en plataformas digitales y cuentas personales de redes sociales.

Este intercambio comercial no es sancionado, siempre y cuando quien oferta el producto sea el dueño de las imágenes y no se trate de un intermediario que lucra con el material sin autorización del protagonista. Pero, ¿dónde está el ojo que vigila este comercio en el que fácilmente puede ocultarse la coacción o la explotación de menores de edad?

El pasado mes de junio, en Coahuila, se dictó la primera sentencia por venta de “packs” en México, un hombre de 24 años ofrecía en línea imágenes de mujeres. El joven fue denunciado por cinco jóvenes que le enviaron sus imágenes y, tras ser declarado culpable, se le impuso una sentencia de tres años de prisión y una multa de 56 mil 420 pesos.

Este caso establece la primera sanción derivada de la Ley Olimpia, la cual castiga la difusión de imágenes íntimas sin el consentimiento de la persona que en ellas aparece; en Jalisco se aprobó en abril pasado tras una reforma a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal.

Mientras la reapertura económica regresa poco a poco, debido a los empleos perdidos las redes sociales no sólo acercan a aquellos que mantienen el distanciamiento físico, sino que abren una ventana no regulada a la intimidad de jóvenes que, sin empleo formal, encuentran una alternativa para vencer al desempleo.

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