A Diego “N” le hallaron 166 mil fotos y dos mil vídeos, reales y alterados, de contenido sexual en su tablet; entre ellas había cientos imágenes editadas de alumnas del Instituto Político Nacional (IPN), de donde él era estudiante. Sólo ocho de sus compañeras lo denunciaron por modificar con inteligencia artificial (IA) sus fotografías, para hacerlas parecer desnudas y utilizarlas como contenido sexual, que presuntamente después vendía en la escuela.Las imágenes editadas y con connotación sexual circulaban en chats del centro escolar; así es como se dieron cuenta las estudiantes que eran víctimas de violencia sexual digital, cuando vieron que habían hecho fotomontajes con las fotos originales que ellas tenían en sus redes sociales.Las jóvenes presentaron la denuncia por violencia sexual digital, delitos contra la intimidad sexual y trata de personas en octubre de 2023. Y tras más de un año de juicio, se esperaba que México emitiera la primera condena en el mundo por manipular imágenes con IA para ejercer violencia sexual digital. La sentencia condenatoria a Diego “N”, dejándolo en prisión, dejaría un importante precedente. Pero no fue así.El pasado miércoles 4 de diciembre, el juez Francisco Salazar Silva resolvió dos de las ocho denuncias que presentaron las estudiantes violentadas y decidió absolver a Diego “N”, al considerar que no había elementos suficientes para condenarlo.“Nosotras éramos solo alumnas que querían vivir su vida universitaria. Pero Diego N. tomó nuestras imágenes, las manipuló, las convirtió en armas y las usó para explotarnos sexualmente. No lo hizo solo. Hubo quienes pagaron, compartieron y celebraron su violencia. Y ahora, el juez les ha otorgado impunidad”, señala un comunicado compartido desde la cuenta @OlimpiaCMujer en X, de Olimpia Coral, impulsora de la Ley Olimpia contra la violencia digital.En México comete el delito de violencia sexual digital quien distribuya cualquier material de contenido sexual (vídeos, fotos, audios) sin consentimiento de la persona que lo protagoniza; este se castiga con hasta seis años de prisión. Estas agresiones violan el derecho a la privacidad y han ocasionado el suicidio de algunas víctimas.Valeria Martínez, abogada de las jóvenes, adelantó que apelarán el fallo. Mientras tanto, Diego “N” permanecerá en prisión porque aún está pendiente se resuelvan las otras seis denuncias en su contra por delitos contra la intimidad sexual y una carpeta de investigación más por pornografía infantil. ¿Cuántas horas y días habrá pasado Diego “N” manipulando y editando las miles de fotografías y vídeos que encontraron en su tablet o dispositivo? El uso de la tecnología, de las redes sociales y de la IA no debería satanizarse ni considerarse como mala. Todo dependerá siempre del uso que le demos: que sea para construir, no para destruir. Y en espera de las siguiente sentencias contra el joven, la voz de los colectivos y feministas seguirá alzándose en los siguientes días; con una advertencia clara: ¡Si no hay justicia, habrá revolución! Por ellas y por todas.Instagram: vania.dedios