La alianza que sacude Jalisco
Después de mucho tiempo, estaban de acuerdo en dos cosas: no aprueban el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su 4T, y hay que armar una coalición de partidos para enfrentarse, en las elecciones 2024, al partido más poderoso del país: Morena.
Pero además de esas certezas, no tenían mucho más que sus declaraciones.
Por fin, este lunes 26 de junio anunciaron un acuerdo: la creación del Frente Nacional por México.
Los partidos PAN, PRI y PRD ya tienen algo concreto y empiezan un proceso que puede fracasar o no, pero que pretende tener en septiembre un candidato o una candidata presidencial para 2024.
Ese proceso corre por su propia vía… en este espacio pretendo adelantar algunos escenarios sobre una pregunta fundamental para la vida pública local: ¿Cómo impacta en Jalisco?
Partamos de un dato elemental, y es que en el proceso electoral del año entrante, no sólo estarán en juego la Presidencia de la República y la integración de las cámaras de senadores y diputados. También se renovará en Jalisco la gubernatura, las presidencias de 125 municipios y el Congreso estatal.
Es toda una efervescencia política.
Aunque no es legalmente obligatorio, hay una posibilidad concreta y creciente: que la alianza PAN-PRI-PRD también se aplique en Jalisco.
En nuestro Estado, circunstancialmente, son mujeres las tres presidentas de estos institutos políticos. Diana González (PAN), Laura Haro (PRI) y Natalia Juárez (PRD). Influyentes en sus espacios, las tres dirigentes tendrán que someterse, al final, a la voluntad de los presidentes nacionales de sus partidos y todos los indicios apuntan a que se sostendrá la alianza.
Este escenario impacta, y fuerte, en el escenario electoral del Estado.
Se había dado por descontado que la competencia se daría entre los dos partidos con mayor presencia en el Estado, Movimiento Ciudadano y Morena. De hecho, todas las estrategias y cálculos se habían sostenido en este supuesto.
Pero repentinamente, se alza un tercer actor local, y es la alianza.
La elección jalisciense se había venido estudiando y calculando con dos contendientes. Repentinamente, se puede convertir en una competencia de tercios.
Y no debe descartarse otra posibilidad, y es que la alianza de panistas, priistas y perredistas, se sumen los dos pequeños partidos políticos locales, Hagamos y Futuro, que pueden hallar en esta fórmula una solución inesperada a su gran problema: mantener el registro.
Sin que se hubiera esperado esa posibilidad, puede haber en la elección por la gubernatura jalisciense una coalición de cinco partidos políticos con posibilidades reales de competir para ganar el Poder Ejecutivo y también construir una fracción fuerte en el Congreso del Estado, además de hacerse con una buena cantidad de gobiernos municipales.
Inesperadamente, MC ya no parece el partido político imbatible, ni Morena es el partido imparable en su crecimiento y preferencias.
El alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus, que insiste en mantener su proyecto en MC, puede encontrar una opción diferente, u otros personajes como el rector de la UdeG.
La carrera por Casa Jalisco apenas es un “calentamiento electoral”. El Estado se sacude y el escenario político se torna interesante.