El TPP sin Estados Unidos
Un fantasma recorre Asia y se pasea por el Pacífico. Ha salido de su guarida ahora que los Estados Unidos ha dejado el espacio de liderazgo en la política comercial, gracias al cual se desarrollaron los países de Asia, luego de las Guerras mundial y de Corea. La globalización supuso la incorporación a la economía mundial de estas naciones que en pocas décadas se han convertido en potencias industriales, comerciales, tecnológicas, con China, Japón y Corea a la cabeza.
Ahora la economía del mundo tiene como principal motor el crecimiento de esa región del mundo. El viernes pasado altos mandatarios y funcionarios de 11 naciones, incluido México, han anunciado que acordaron echar andar de hecho, la Asociación Transpacífico (TPP) sin la participación de Estados Unidos.
El hecho es altamente simbólico no solamente por la ausencia de nuestros vecinos, sino porque precisamente Donald Trump había condenado horas antes en la misma sede el multilateralismo comercial, y había expuesto su tesis de “America First” e invitado a otras naciones a seguir el camino del proteccionismo comercial.
La respuesta ha sido clara: un sí al libre comercio y a la multilateralidad suscrita por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Y aunque China no forma parte del acuerdo, ya que busca su propia iniciativa el hecho significa una posición de fuerza internacional frente a Trump. Como lo es la realización de los encuentros en favor del cambio climático impulsados por Francia y la mayoría de las naciones de Occidente.
El fantasma de la recomposición geopolítica está presente en cada vez más foros internacionales. La aparente renuncia política al liderazgo del mundo libre por parte de la administración de los Estados Unidos, abre la puerta a la actuación con mayor fuerza de Europa, China, Rusia y especialmente de los bloques de naciones que ante la cerrazón de Trump, buscan en las alianzas multilaterales soporte para sus intereses. En ese caso destaca nuestro país, porque México es sin duda el país afectado por la narrativa excluyente de la administración estadounidense; efectivamente la construcción de alianzas como el TPP constituyen mecanismos de amortiguamiento comercial ante las presiones, pero sobre todo son mecanismos de interacción política que permiten ampliar el espacio de maniobra.
Para dar mayor dimensión al significado del acuerdo suscrito en Vietnam, vale la pena recordar que las economías involucradas representan practicante 14% del comercio mundial, y que la aplicación de una reducción de aranceles y el establecimiento de políticas homogéneas en materia de protección de la propiedad industrial, política laboral y temas económicos en general, supone un hecho de la mayor importancia política. Tampoco hay que olvidar que sectores republicanos de mucho peso encabezados por el senador John McCain han calificado como grave error el haber sacado a Estados Unidos del TPP.
Para México, contar con un mecanismo de acercamiento con Asia es de importancia estratégica, ya que la prioridad comercial ahora es reducir la dependencia económica del intercambio comercial con nuestro vecino del Norte, ya para ello el acercase al motor económico más importante del mundo es de importancia capital.
Y aunque falta aún mucho para que los efectos se sientan en la realidad, los movimientos de apertura constituyen elementos indispensables en la estrategia mexicana de cara a la renegociación del TLCAN.
Por otra parte el mecanismo también supone mayor sincronía con las políticas de Canadá, Chile y Perú, con quienes tenemos ya acuerdos comerciales en plena operación. En el contexto de lo que significa el acuerdo, no podemos perder de vista tampoco que estos mecanismos se constituyen para que las empresas actúen generando intercambios, y son ellas las empresas los grandes protagonistas del libre comercio.
En el caso, la nación con mayor densidad empresarial del acuerdo es Japón y es previsible que este país pretenda expandir la acción de sus empresas en ambos lados del Pacífico, en un esfuerzo para contrarrestar la ola expansionista China.
Para nosotros lo realmente importante es contar con herramientas para mantener en crecimiento las inversiones externas y la actividad exportadora. En el año próximo veremos la verdadera profundidad del TPP. Por lo pronto el fantasma del vacío de liderazgo global se pasea por el Pacífico.