Del Toro está fuera, y no, Lemus no es relevo obligado
A media tarde de este 16 de marzo, un terremoto político sacudió Guadalajara: el presidente municipal con licencia, Ismael del Toro Castro, grabó un video de casi 4 minutos para anunciar que renuncia a la candidatura del partido Movimiento Ciudadano para competir por la reelección de la alcaldía tapatía. ¿La razón? Él mismo expuso que atenderá una emergencia familiar, relacionada en particular con una de sus hijas.
En sus cuentas de Twitter, personajes como el gobernador Enrique Alfaro Ramírez y el ahora candidato a diputado, Pablo Lemus, le hicieron llegar un mensaje de solidaridad.
En las redes sociales se han tejido todo tipo de teorías conspirativas. Es el espacio natural para ello. Se especula con la intempestiva declinación y con las más inesperadas y secretas negociaciones políticas. De ese tema, seguramente, se tejerán hipótesis durante mucho tiempo en el futuro.
Pero sí hay asuntos determinantes y que deben resolverse pronto: Movimiento Ciudadano tiene hasta el 21 de marzo (el domingo próximo) para hacer una sustitución de candidatura en la capital de Jalisco, según lo establece el calendario integral del proceso electoral. Y no, resulta que Pablo Lemus no es el relevo natural.
El problema familiar de Ismael del Toro ya era conocido desde tiempo atrás. La semana pasada, el alcalde tapatío se había reunido con su amigo y aliado de años, el gobernador Alfaro, para anunciarle la tremenda decisión de su renuncia a la candidatura. A partir de ese evento, dirigentes partidistas, asesores y cercanos al grupo político empezaron recomponer el escenario que quedó fracturado. Y varias personas, las más allegadas, le pidieron al alcalde que reconsiderara su decisión, pero no cambió de idea.
De lado queda la determinación personal de Ismael del Toro, a quien ya se consideraba ganador de la elección intermedia y después, aspirante natural a la gubernatura cuando concluya el sexenio de Alfaro Ramírez.
¿Qué hacer ahora? Movimiento Ciudadano y el alfarismo enfrentan una encrucijada, un escenario que no aparecía ni en los pronósticos más negativos. Sencillamente no pueden perder la elección en la capital. Sustituir a Ismael del Toro requiere, con el poco tiempo que les queda, un ejercicio de revisión de perfiles y, sobre todo, tejer contrarreloj firmes alianzas entre los diferentes grupos políticos al interior del partido naranja.
Es cierto, el sustituto más avocado para relevar a Del Toro es Pablo Lemus Navarro. El presidente municipal con licencia de Zapopan es una figura consolidada en la política estatal; es el edil mejor calificado en el Estado; es carismático, muy buen candidato y además, él mismo se había autopropuesto como posible aspirante a la Presidencia de Guadalajara. Casi podría decirse, parafraseando al presidente López Obrador, que esta inesperada renuncia “le viene como anillo al dedo”. Pero resulta que precisamente esas características han alimentado los recelos de sus adversarios internos, porque MC no es un grupo homogéneo sino que, como en todos los partidos políticos, hay grupos que son rivales irreconciliables.
Si no es Lemus, ¿quién? Manejan opciones: Clemente Castañeda Hoeflich, Salvador Caro Cabrera y Mirza Flores Gómez. Quién lo diría… Esto era imprevisible. Pocos pueden participar porque un requisito indispensable es que hayan solicitado licencia a su cargo 90 días antes de la elección.
Desde hoy hay encerrona. A más tardar el domingo se conocerá quién sustituye a Ismael del Toro.
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