“Comentando el año del libro”
Acaba de concluir el año del libro que se celebró en nuestra ciudad de Guadalajara y, según las declaraciones del ultra mega popular Presidente municipal, aquello fue una victoria para recordar. Tomando la misma fuente de información, los que concedieron a nuestra hermosa perla tapatía el nombramiento quedaron asombrados del éxito obtenido.
Es claro que la autoridad ha hecho grandes esfuerzos por hacer del centro de la ciudad un sitio agradable para vivir y no sé en verdad cuál ha sido el resultado. A mí me gusta mucho el Centro, pero por lo visto debe ser difícil conseguirlo, ya que desde que el doctor Alfonso Petersen Farah dirigió el cabildo de Guadalajara, todos quienes han obtenido el puesto han intentado -con pequeñas variedades de éxito- esta repoblación que, para decir la verdad, no han conseguido del todo. Sin embargo, cada uno de ellos ha tenido éxitos parciales, lo que es razonable tomando en cuenta que, aunque el objetivo ha sido común, las acciones que se han tomado no han sido continuas, sino que cada uno ha impuesto su sello personal, puesto que cada uno de ellos tenía una particular forma de concebir el éxito.
Al actual ultra mega popular presidente municipal y, hasta donde entiendo, muy probable candidato a la gubernatura del Estado, lo que lo caracteriza es el espectáculo y aceptó el destino que dispusieron quienes lo antecedieron, que decidieron, no sin controversia, hacer de la antigua calle Alcalde una vía peatonalizada. Las gentes más conservadoras de la ciudad hablaban de que había habido sobornos de diferentes religiones, ya que se trataba de impedir que dicha calle sirviera para la llevada de la Virgen de Zapopan, lo que, según yo creo saber, nunca se investigó ni se sancionó, pero sí se mencionó.
Yo no sé ustedes, pero para mí los llamados regidores de oposición difícilmente servirán de algo; lamento mi falta de espíritu democrático, pero sería sumamente extraño que los de oposición ganaran una votación y así el líder de la primera mayoría se la pasa rumiando que él fue derrotado por el presidente municipal y pensando que si él hubiera ganado lo haría mejor, dolor que se compensa con un pañuelo de lágrimas en forma de dinero público, ya que lo que les dan es un sueldo generoso, pero esa es sólo mi opinión y usted tendrá la suya.
Por otra parte, ignoro qué tan lector será el popular presidente, pero no me da la idea de que le interesen los libros, sino el espectáculo y así, en este año del libro, construyó la suavicrema, que gusta a algunos, sobre un proyecto que pagó Juan García Sancho para construirse en un fraccionamiento al sur de la ciudad y al presidente le pareció bien erigirla en el centro y buscó otros atractivos como los caballitos, que son un éxito; puso varias librerías al aire libre y no sé si publicó algún libro.