Bendita longevidad
Hay quien ya no le encuentra mucho sentido a la vida, y hasta llega a tener la sensación de que ya no hay motivos para seguir adelante. En cambio, también hay quienes sienten tal gusto por la vida, que la desean prolongar lo más que se pueda.
Ciertamente, no sabemos cuándo se termina, pero sí podemos cumplir con la consigna de: "disfruta como si hoy fuera tu último día, y planea como si fuera eterna".
Claro que cuidar lo mejor posible la salud, es indispensable, desde lo que comemos diariamente, en especial la hidratación (disminuir lo más posible el consumo de azúcar y carbohidratos) hasta mantener la movilidad con especial atención al ejercicio diario de caminar, hacer tareas que impliquen un esfuerzo físico y mantener las articulaciones y ligamentos sanos y flexibles.
Todas esas son muy importantes recomendaciones, si se quiere impedir la vejez prematura y buscar una vida más longeva.
Pero la clave principal está en mantener un espíritu joven, entusiasta, apasionado, haciendo algo creativo y con sentido, es decir, levantarse cada mañana con ganas de hacer eso que tanto te gusta. Es darle un motivo diario a tu plan de vida. Tener una mente activa, jovial, dispuesto a aprender y a tener nuevas aventuras que realizar. A estar abierto, a seguir aprendiendo y a escuchar lo que la vida nos puede seguir enseñando.
Todo eso es maravilloso, y lo es aún más, cuando se comparte con los familiares y amigos, cuando se le agrega una dosis de ternura, afecto y cariño a esos vínculos tan importantes.
Querer vivir más, no es un apego a las cosas materiales que poseemos, ni una dependencia a las personas que amamos. Es pedir más tiempo para seguir dando y recibiendo, para cosechar lo que se ha sembrado y continuar exprimiendo las alforjas que tenemos, siendo muy conscientes de que venimos con las manos vacías y nos vamos igual, como lo proclamó, desde hace siglos, Alejandro Magno.
Cada día que vivimos, es una oportunidad más de hacer el bien, pero también es un día menos de la contabilidad que en algún momento se terminará.
Dar gracias, gozar, disfrutar, reír y estar alegres nutre nuestros días y fortalece las ganas de llegar, con plenitud, hasta el último día de nuestras vidas.
Long live the king