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Acusación a Peña, un chiste más de López Obrador

Cuando creemos que el presidente Andrés Manuel López Obrador no puede decir más barbaridades, simplemente saca algo más de la chistera, y no me refiero al sombrero negro de copa alta del que generalmente los magos sacan un conejo, sino de su inagotable capacidad de decir y poner temas sobre la mesa que parecen un chiste. Pero igualmente inextinguible es su capacidad para confeccionar cortinas de humo o distractores, que es lo mismo. Particularmente, en los últimos días se ha entretenido generando polémicas, pistas falsas, señuelos, como el hecho de mandar a su servil alfil, Pablo Gómez, de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), a exhibir una carpeta de investigación en contra de Enrique Peña Nieto, para hacer creer que la libertad del ex presidente estaría en riesgo por presuntamente beneficiarse económicamente de forma dudosa, siendo que la acusación luce tan endeble que incluso en el supuesto de que se le comprobase alguna responsabilidad no cabría posibilidad alguna de que pisara la cárcel.

La farsa y el engaño son algunas de las habilidades más connotadas que ha demostrado poseer el presidente tabasqueño, quien el pasado 1 de julio inauguró uno de los tres proyectos más emblemáticos de su sexenio como lo es la Refinería de Dos Bocas; acto que celebró con bombo y platillo, aunque según expertos la obra apenas lleva un 40 por ciento de construcción, de ahí que los memes y el tema fuese de los más comentados en redes sociales, sobresaliendo aquel que muestra a la Torre Eiffel con apenas una tercera parte de su construcción y en la imagen se lee “Si la 4T hubiera inaugurado la Torre Eiffel”.

No faltaron los comentarios en el sentido de que el actual régimen y la Cuarta Transformación no son capaces de generar algo de calidad, bien hecho, funcional y exitoso, recordando que no han podido vender el avión presidencial; que la rifa fue una farsa, que no se entregaron los premios; que el INSABI fracasó; que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles es una Central Aérea en la que no hay vuelos y que nadie quiere usar; que no existen las 100 universidades prometidas; que los bancos del bienestar no están en funciones y los que hay son los que dejó el gobierno de Peña Nieto y solo los pintaron; que no hay medicinas; y que la estrategia de seguridad simplemente no existe.

Motivo de burlas, memes y críticas, también fue la ocurrencia de mencionar durante la conferencia Mañanera del pasado lunes 4 de julio, es decir, en pleno festejo estadounidense por el Día de la Independencia, que Estados Unidos dejaría de ser símbolo de la libertad si, en caso de que el fundador de WikiLeaks, Julián Assange sea extraditado, lo condenan a pena máxima.

“Si lo llevan a Estados Unidos y lo condenan con la pena máxima, a morir en prisión, hay que empezar la campaña de que se desmonte la Estatua de la Libertad que entregaron los franceses y está en Nueva York, porque ya no es símbolo de libertad”, sentenció.

Pero en el tema de las barbaridades, su gente más cercana no se queda atrás; pues ahí tenemos al Secretario de Salud, Jorge Alcocer, afirmando, en el asunto de la propuesta presidencial de eliminar el Horario de Verano, que “Si se quiere mejorar la salud se debe regresar al reloj de Dios”.

Y hablando de Dios, aún resuenan las críticas del presidente a los sacerdotes jesuitas que osaron cuestionar la estrategia de seguridad en el país tras haber sufrido el terrible homicidio de dos de sus hermanos el pasado 20 de junio en Cerocahui, un pueblo en el estado de Chihuahua.

Javier Campos y Joaquín Mora eran dos sacerdotes jesuitas que desempeñaban  labores sociales, defendían la cultura local y abogaban por los servicios básicos en ese lugar, pero encontraron la muerte en su propia iglesia a manos de la delincuencia.

Pero a AMLO no le gustó la demoledora frase pronunciada por un jesuita que parafraseó: “ya no alcanzan los abrazos para tantos balazos”.

Luego entonces, Andrés Manuel entró en cólera y esgrimió:

“¿Qué quieren entonces los sacerdotes? ¿Que resolvamos los problemas con violencia? Vamos a desaparecer a todos, vamos a apostar a la guerra. ¿Por qué no actuaron cuando (Felipe) Calderón de esa manera, por qué callaron? Cuando se ordenaron las masacres, cuando se puso en práctica el ‘mátalos en caliente’, ¿por qué esa hipocresía?”, cuestionó.

La polémica más reciente, es la que generó el pasado jueves al presentar en la conferencia Mañanera al titular de la UIF de Hacienda Pablo Gómez Álvarez, quien informó que presentó ante la FGR una denuncia contra el expresidente Enrique Peña Nieto por posibles operaciones con recursos de procedencia ilícita.

“Se detectó un esquema en donde un expresidente de la República obtuvo beneficios económicos, en este esquema, el exmandatario, por medio de transferencias internacionales recibió 26 millones 001 mil 429 pesos”.

Obviamente, López aseguró que su gobierno no fabrica delitos, pero ni una palabra más.

Ahora bien, aunque no tengo certeza de que exista un pacto transexenal entre Peña y Andrés, tampoco tengo dudas de que debe haber un acuerdo inconfesable entre ambos para llevar la fiesta en paz.

Por ello llama la atención que López esté generando una acusación muy frágil, repito, en contra del exmandatario.

Y de ahí que surjan no pocas interrogantes, la primera sin duda, es ¿qué tan desesperado debe estar el presidente López Obrador como para echar mano de un as bajo la manga que había guardado casi cuatro años? ¿Es solo un distractor más ante la debacle en que tiene al país?  ¿Es una advertencia al expresidente para que no intervenga en la elección del Estado de México? ¿O será acaso que se está adelantando ante nuevos videos que podrían salir a la luz pública de su familia corrupta?

Todos sabemos que Andrés Manuel juega para la tribuna, así que entre chistes, distractores y polémicas, lo único que tenemos es un país en caída libre, con un presidente chistoso.

opinión.salcosga@hotmail.com

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