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A la mesa por la UdeG sin Padilla

En la única carta póstuma que se ha hecho pública, el ex rector y quien fuera líder absoluto del grupo político que ha controlado la Universidad de Guadalajara desde hace más de tres décadas, Raúl Padilla López, expone y se disculpa por tomar la decisión de su despedida “en una coyuntura difícil”.

Lo primero que argumentó es que era “considerado enemigo por las máximas autoridades federal y estatal”, que según escribió, estaban “dispuestos a perpetrar cualquier patraña con tal de destruir a ‘sus enemigos’”.

Aunque en el párrafo siguiente aclara que esa no era la causa, ya que había pasado “por iguales o peores circunstancias” que había “enfrentado con entereza”, para luego argumentar que el Alzheimer que empezaba a padecer ya no lo hacía “útil como en otras coyunturas” y servía más su ausencia.

Pues, bien, 22 días después de su sorpresiva muerte, el rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, se sentará a la mesa (no se sabe aún si en Casa Jalisco o en la Secretaría de Gobernación para tener cancha neutral) con los que, para Padilla, lo querían destruir (si es que por el tercer contagio de COVID-19 del Presidente Andrés Manuel López Obrador la cita no se vuelve a posponer).

Fuentes universitarias me aseguran que el primero en plantear esta reunión fue el gobernador Enrique Alfaro en la visita que hizo al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, el martes 11 de abril, 10 días después del deceso de Padilla López y luego de publicar una carta en la que expresa su voluntad de retomar el diálogo con las autoridades universitarias, pero enlistando una serie de condiciones que inconformaron a algunos miembros del grupo UdeG, y en los que tampoco estuvo en total acuerdo el rector, aunque aceptó ese mismo día la invitación.

Conocedor de las diferencias que mantuvo por años el Presidente Andrés Manuel López Obrador con Padilla López, desde que controlaba el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Jalisco y AMLO era el dirigente nacional a finales de la década de los 90´s hasta su muerte, que no le mereció ninguna mención en la mañanera desde la que en varias ocasiones lo atacó, y por haber sido el beneficiario del apoyo del ahora Presidente en 2010 que Alfaro se convirtió en candidato perredista a la alcaldía Tlajomulco, el gobernador habría consultado al titular de la Segob sobre los posibles interlocutores de la Universidad de Guadalajara.

La decisión en Bucareli fue que lo mejor para el futuro de la UdeG era iniciar el diálogo única y exclusivamente con el rector de la máxima casa de estudios de Jalisco, pese a todas las diferencias y agravios acumulados por más de un año de conflicto entre la casa de estudios y el Gobierno estatal.

Por el bien de Jalisco, ojalá el diálogo que está por iniciar con la intervención de la Segob prospere.

jbarrera4r@gmail.com

Jaime Barrera

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