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- "No se hagan bolas..."

La frase que encabeza estas líneas alcanzó alguna vez el rango de clásica. La dijo a principios de 1994 el entonces Presidente, Carlos Salinas de Gortari, para acallar las versiones de que el PRI se sacaría de la manga otro candidato a la presidencia, porque la campaña de Luis Donaldo Colosio no levantaba...

Ahora, en otro contexto, la frase se repite en referencia a los eventos, ordinariamente masivos, que han tenido que cancelarse desde hace cuatro meses –y a los que casi seguramente correrán la misma suerte por tiempo indefinido— a causa del COVID-19 que intempestivamente se convirtió –pocas veces el título fue más adecuado— en el enemigo público número uno de los mexicanos... y de todos los mortales.

-II-

El primer aviso fue, quizá, la decisión de suspender las celebraciones de los actos conmemorativos de la Semana Santa: ni los ritos religiosos (viacrucis, etc.), ni los profanos (la venta y el consumo de empanadas en la vía pública), ni los que están a la mitad del camino, como las tradicionales representaciones de La Pasión en Iztapalapa o San Martín de las Flores, o la Procesión del Silencio en San Luis Potosí.

A las medidas que posteriormente se tomaron, como la de suspender las misas dominicales en todas las iglesias, y la de reanudarlas con cupo limitado y diversas restricciones orientadas a contener los posibles contagios, se sumaron los cierres de escuelas, teatros, cines, gimnasios, centros y corredores comerciales, etc. Posteriormente se han anunciado medidas similares para otras prácticas que de ordinario convocan multitudes.

-III-

Fue, ya, el caso de las visitas de la imagen de la Virgen de Zapopan a casi todas las iglesias de la Zona Metropolitana de Guadalajara: no se han suspendido del todo, pero se han evitado las procesiones cotidianas que –lloviera o tronara— las acompañaban. Ya se ha anticipado que la tradicional romería (“la llevada”, pues) del 12 de octubre, probablemente se realice con carros alegóricos... pero sin los abigarrados contingentes acostumbrados. En materia de deportes, el futbol se reanudará esta semana... con estadios vacíos hasta nuevo aviso. La Feria Internacional del Libro (FIL) podría cancelarse, o celebrarse en alguna modalidad que inhiba los tumultos habituales...

Esta nueva realidad, en la que la frase de Salinas (“No se hagan bolas”) adquiere el carácter de imperativo categórico social, se deriva de la convicción de que –otro tópico obligado— “ya nada será como antes”... por un buen rato, al menos.

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