Estilo

Nissan Murano: A nombre de la comodidad

Sus buenos acabados y seguridad hacen de este modelo una buena opción como vehículo seminuevo

La ciudad de Panamá es una mezcla de América Latina con Estados Unidos. Los edificios altos, muchos de arquitectura atrevida, junto con importante red de autopistas, la hacen recordar a Manhattan, pero los baches de las calles más adentro muestran la similitud con nuestra realidad. En ambas circunstancias, un vehículo como la Nissan Murano que pudimos disfrutar por cuatro días, resulta muy adecuada.

Por fuera la Murano, que ya no está a la venta ni en Panamá ni en México, se muestra estéticamente más longeva de lo que sus líneas atrevidas pudieran hacernos pensar que se verían después de un tiempo. Pero es por dentro, con un magnífico nivel de amplitud, muy buenos acabados para su categoría y seguridad adecuada, aunque no sobresaliente, donde la camioneta brilla más. Y lo hace a pesar de sus carencias.

Particularmente nos impresionó el hecho de que pese a los 20 mil kilómetros que ya tenía en el odómetro, siguiera sin un sólo ruido interior. Esto habla de una muy buena calidad de ensamble lograda en la planta de Kyûshû, en Japón, y muestra que tratada correctamente, es una camioneta que podrá durar muchos años más sin representar un problema para su propietario.

El equipo es completo con aire acondicionado dual y electrónico, techo panorámico, cristales, seguros, asientos y espejos con accionamiento eléctrico y un buen sistema de sonido firmado por Bose. Hay siete bolsas de aire, pero no asistencias a la conducción. Falta también Car Play y Android Auto, al menos en la que probamos.

Suavidad absoluta

La Murano nos mostró que efectivamente en el mar la vida es más sabrosa, ya que los 260 HP de su V6 de 3.5 litros, tienen todo el oxígeno necesario para hacerla acelerar a gusto. La transmisión CVT, que en la altitud se siente más forzada, aquí era un elemento más de confort ante la ausencia de cambios. Claro, si se quiere comportamiento deportivo, mejor otra opción, ya que la caja mata esas pretensiones.

La suspensión, dirección y frenos hacen bien su trabajo y mantienen la Murano con aplomo suficiente en las curvas, comunicando al piloto sobre el estado del piso y deteniendo la camioneta con eficiencia. ¿Baches? La Murano es capaz de hacer que ellos no molesten ni al piloto ni a los demás ocupantes.

Es cierto, ya no está en el mercado como vehículo nuevo, pero el que busque un seminuevo encontrará en ella una buena opción, que hará a todos pasear más que a gusto, sea en Panamá, como me tocó ahora, o en cualquier otro lugar.

Sergio Oliveira/Ciudad de Panamá

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