Estilo

¿Por qué le tienes miedo a ser feliz? Puede haber una respuesta lógica

El profesor Martín Wainstein explica los sentimientos y la lógica detrás del miedo a la felicidad

Es posible que las personas sientan inquietud o ansiedad, incluso frente a la felicidad y el éxito. Recientemente, investigadores se propusieron examinar estos fenómenos en un estudio divulgado por la Asociación Americana de Psicología.

El estudio consistió en tres experimentos con más de mil 800 participantes, incluyendo estudiantes de la Universidad de Yale, así como ciudadanos de Estados Unidos y Canadá. Los participantes respondieron cuestionarios que exploraban sus creencias sobre la felicidad, su bienestar psicológico y la presencia de síntomas depresivos, entre otros aspectos.

Los hallazgos indicaron que la evaluación constante del propio nivel de felicidad podría reducir la satisfacción con la vida. Según la investigación, quienes se preocupan excesivamente por su felicidad tienden a experimentar un bienestar menor, debido a una mayor negatividad y decepción con respecto a los eventos positivos que viven, los cuales pueden no cumplir con sus expectativas.

El estudio encontró que esta autoevaluación está estrechamente relacionada con la comparación social. Las personas que frecuentemente juzgan su propia felicidad suelen compararse con los demás, lo que puede generar un miedo a no estar a la altura o a no ser tan felices como quienes los rodean. Este temor contribuye a un ciclo de insatisfacción que afecta negativamente el bienestar.

Por otro lado, los investigadores sugieren que aceptar tanto las emociones positivas como las negativas podría ser una estrategia más efectiva para aumentar la satisfacción. “Preocuparse excesivamente por el nivel de felicidad personal podría estar vinculado al miedo a no cumplir con las expectativas o a no ser tan feliz como los demás”, comentó la investigadora Felicia Zerwas.

LEE: Estos son los principales temores tras una ruptura amorosa

Según Zerwas, “las presiones sociales fomentan la idea errónea de que se debe estar feliz todo el tiempo para lograr un bienestar óptimo. Permitirnos experimentar nuestras emociones, sean positivas o negativas, con una actitud de aceptación puede ser una herramienta útil para buscar la felicidad y mejorar el bienestar. Además, tener expectativas muy altas sobre la propia felicidad puede ser perjudicial, ya que dificulta alcanzar el nivel de felicidad esperado de un evento positivo”.

La perspectiva del autoboicot

En conversación con Infobae, la psicóloga Alicia Galfasó, experta en psicotraumatología y psicología de emergencia, abordó el concepto de “autoboicot”, a menudo asociado con el miedo o el juicio hacia la felicidad.

“El autoboicot es algo inherente a la naturaleza humana. Cuando algo empieza a ir bien, tendemos a cuestionarlo o incluso bloqueamos nuestra felicidad por miedo. Esto está vinculado al concepto de libertad. Vivimos en una sociedad que presiona para que seamos felices, y la libertad parece maravillosa hasta que la percibimos. Entonces, nos llenamos de miedos, y el autoboicot surge porque nos damos cuenta de que realmente podemos hacer lo que queramos, y a menudo culpamos a factores externos por no lograrlo”, explicó Galfasó.

“Todos experimentamos autoboicot en algún momento (añadió Galfasó). A veces lo reconocemos, a veces ni siquiera nos damos cuenta, pero está muy relacionado con la dificultad de dar el paso que necesitamos y con el miedo al juicio ajeno. En estos casos, preferimos no actuar”.

El psicólogo Alexis Alderete, especialista en trastornos de ansiedad y en entrenamiento de habilidades de la Fundación Foro, agregó: “El autoboicot o autosabotaje son comportamientos, patrones de pensamiento o creencias arraigadas que impiden a las personas alcanzar sus metas, bienestar personal o desarrollar su máximo potencial”.

LEE: Prepara el mejor jugo para la anemia con solo tres ingredientes

Alderete identificó varias causas del autoboicot

  • Miedo al éxito: Algunas personas evitan asumir responsabilidades o tareas que conllevan mayores liderazgos para no enfrentar la carga adicional que esto implica.
  • Baja autoestima: Aquellos que creen que no merecen el éxito o que están convencidos de que siempre fracasarán, incluso pueden desistir de luchar por sus objetivos.
  • Pensamientos limitantes: Las personas a menudo tienen creencias negativas que les llevan a frenar su búsqueda activa de metas deseadas.

El doctor Sergio Grosman, presidente del Capítulo de Psicoterapias de la Asociación de Psiquiatras de Argentina, analizó: “Es crucial considerar cómo cada individuo conceptualiza la felicidad, ya que esta percepción moldea cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo evaluamos nuestra felicidad”.

Grosman observó que “para algunas personas, ser feliz implica compararse con los demás, mientras que para otras, es cumplir con metas específicas. Lo ideal es considerar la felicidad como un proceso continuo en lugar de una meta final. A veces, no nos damos cuenta de nuestra felicidad hasta que perdemos algo importante, como una relación, una amistad o un trabajo que nos daba sentido”.

“Los ideales poco realistas sobre la felicidad, alimentados por la cultura del éxito constante, crean una presión para alcanzar una felicidad ‘perfecta’, que en la práctica es inalcanzable. Esto genera insatisfacción y frustración porque las personas se sienten continuamente descontentas con el nivel de felicidad que experimentan. La felicidad no es algo estático o que se alcanza de manera permanente”, agregó el experto.

Para el profesor Martín Wainstein, la felicidad se relaciona principalmente con una sensación de gratificación o bienestar, a menudo vinculada con la consecución de metas. Estos estados de felicidad generalmente provienen del éxito en la resolución de problemas o el logro de objetivos, con la gratificación derivada de superar expectativas”.

Esto es común en situaciones como exámenes, citas amorosas, entrevistas laborales, competencias de alto rendimiento, o cualquier circunstancia en la que se espera alcanzar una meta que sería muy gratificante si se lograra.

Con información de la Asociación Americana de Psicología

BB

Síguenos en

Temas

Sigue navegando