¿Cómo ayuda la meditación a reducir el estrés?
El estrés es un estado de preocupación o tensión mental por diferentes circunstancias en la vida diaria
El estrés, es un padecimiento que atormenta a la mayoría de las personas en el mundo, es un estado de preocupación o tensión mental, por diferentes problemas en la vida diaria. Todas las personas tenemos un cierto grado de estrés, ya que se trata de una respuesta natural a las amenazas y a otros estímulos.
No obstante, la meditación es una práctica que ofrece muchos beneficios, entre ellos reducir el estrés. Dedicar aunque sea unos pocos minutos a la meditación, puede ayudar a recuperar la calma y paz interior.
Cualquier persona puede meditar. Es sencillo y no cuesta nada, además de que no se necesita ningún equipo especial.
Beneficios de la meditación
La meditación puede brindar una sensación de calma, paz y equilibrio que puede mejorar el bienestar emocional y la salud general. También sirve para relajar y afrontar el estrés, ya que permite concentrarse y enfocarse en algo que da calma. La meditación ayuda a mantenerse centrado y a conservar la paz interior.
Estos beneficios no finalizan cuando termina la sesión de meditación, pues ayuda a pasar el día de manera más calmada y a controlar los síntomas de algunas enfermedades.
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Bienestar físico y emocional
Meditando, se despeja la sobrecarga de información que se acumula todos los días y contribuye al estrés, por lo que trae consigo varios beneficios físicos y emocionales.
- Brinda una nueva perspectiva sobre las cosas que causan estrés
- Favorece habilidades para controlar el estrés
- Promueve la autoconciencia
- Ayuda a enfocarse en el presente
- Reduce los pensamientos negativos
- Ayuda a la creatividad
- Contribuye a tener más paciencia
- Disminuye la frecuencia cardíaca en reposo
- Disminuye la presión arterial en reposo
- Ayuda a dormir mejor
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Existen muchos tipos de meditación, como son la meditación guiada, qi gong, taichi, yoga, entre otros. Sólo es cuestión de buscar cuál es la que más se acopla a nuestras necesidades. Asimismo, se debe considerar a la meditación como una terapia complementaria o suplementaria, más que como un tratamiento principal.