La “cryptoqueen” que estafó y ahora es la más buscada
Ruja Ignatova convenció a miles de que OneCoin sería la criptomoneda hegemónica, cuando sus inversores aportaron 4 mil millones de dólares y pidieron explicaciones, desapareció
Ruja Ignatova se autodenominaba la “cryptoqueen, la reina de las criptomonedas”. Le decía a la gente que había inventado una criptomoneda que iba a competir con el Bitcoin y logró persuadir a muchos para que invirtieran miles de millones de dólares en su supuesta creación. Pero en 2017 desapareció de la noche a la mañana sin dejar rastro. El periodista británico Jamie Bartlett pasó meses investigando cómo esta mujer logro ejecutar una estafa tan masiva y trató de averiguar dónde se esconde.
Era junio de 2016, cuando la búlgara Ruja Ignatova, una empresaria de 36 años, se subió al escenario del Wembley Arena, un estadio cubierto en Londres, frente a miles de admiradores que la ovacionaban. Como de costumbre, llevaba puesto un pomposo vestido de gala, largos pendientes de diamantes y su característico lápiz labial rojo. Sin balbucear, le prometía a la multitud que OneCoin estaba por convertirse en la criptomoneda más importante del mundo y que todos podrían pagar con ella en todas partes.
Bitcoin fue la primera criptomoneda creada en el mundo y sigue siendo la más conocida y la más utilizada. A mediados de 2016, el aumento de su valor de unos pocos centavos a cientos de dólares por cada moneda, lo que provocó un frenesí de entusiasmo entre los inversores. La criptomoneda como idea recién estaba entrando en el colectivo. Muchas personas buscaban involucrarse en lo que parecía una nueva y extraña oportunidad. Ruja le prometió a su audiencia en el Wembley Arena que OneCoin iba a acabar con el Bitcoin.¡En dos años, ya nadie hablará del Bitcoin!, gritó. En todos los rincones del mundo, la gente ya había empezado a invertir sus ahorros en OneCoin, con la esperanza de formar parte de esta nueva revolución. Una serie de documentos filtrados muestran que británicos invirtieron más de US$30 millones en OneCoin en los primeros seis meses de 2016, más de US$2 millones en una sola semana, y puede que el monto invertido haya aumentado después del gran espectáculo que Ruja ofreció en Wembley. Ruja era presentada como una mujer con una trayectoria brillante: supuestamente había pasado por la prestigiosa Universidad de Oxford, tenía un doctorado de la Universidad de Konstanz, y había pasado una temporada en la respetada consultora de gestión, McKinsey and Company. Entre agosto de 2014 y marzo de 2017 se invirtieron más de US$4,000 millones en decenas de países. De Pakistán a Brasil, de Hong Kong a Noruega, de Canadá a Yemen… incluso hubo inversores en los territorios palestinos.
Después de su exitosa conferencia en Londres, Ruja pasó meses viajando por el mundo vendiendo su visión. Unos días en Macao, luego en Dubái, antes de volar a Singapur... llenaba estadios y atraía nuevos inversores. OneCoin todavía estaba creciendo rápidamente, y Ruja ya estaba comenzando a gastar su nueva fortuna. Compró propiedades multimillonarias en la capital búlgara, Sofía, y en el centro turístico de Sozopol en el Mar Negro. En su tiempo libre organizaba fiestas en su lujoso yate The Davina. En una de las fiestas, en julio de 2017, la estrella del pop estadounidense Bebe Rexha dio un concierto privado. A pesar de la pomposa y aparentemente exitosa fachada, los problemas ya estaban surgiendo. OneCoin continuaba retrasando la apertura del prometido intercambio que permitiría que la criptomoneda se convirtiera en dinero en efectivo. Y los inversores estaban cada vez más preocupados.
Pero esto se resolvería en octubre de 2017, en una gran reunión de promotores europeos de OneCoin en Lisboa. El día llegó y Ruja, quien era famosa por su puntualidad, no apareció. Ella ya estaba en camino. Nadie sabía por qué no había llegado, recuerda un delegado. Hubo llamadas y muchos mensajes frenéticos que quedaron sin respuesta. La oficina central de OneCoin en Sofía, tampoco sabía nada. El doctor Ruja también había desaparecido. Algunos temían que los bancos la hubieran asesinado o secuestrado. Ella había advertido que los bancos tenían mucho que temer de la revolución de las criptomonedas. Pero lo cierto es que Ruja había pasado a la clandestinidad. Los registros del FBI presentados en documentos judiciales a principios de 2019 indican que el 25 de octubre de 2017, solo dos semanas después de no presentarse en Lisboa, abordó un vuelo de Ryanair de Sofía a Atenas. Luego desapareció completamente del radar. Esa fue la última vez que alguien vio o supo de ella.
Es difícil saber cuánto dinero se invirtió en OneCoin. Documentos filtrados aseguran que se invirtieron más de US$4 mil millones entre agosto de 2014 y marzo de 2017. Más de una persona también dijo que la cifra podría superar los US$15 mil millones. Oliver Bullough, un experto en lo que él llama Moneyland, el sombrío mundo paralelo donde los criminales y los súper ricos esconden su riqueza, explica que seguir el dinero no es tan fácil como parece, porque los delincuentes estructuran sus empresas y cuentas bancarias de tal manera que sus activos parecen desaparecer. Todavía existen. Todavía puedes usarlos para comprar cosas, para comprar influencia política y casas y yates bonitos. Pero para alguien que intenta encontrarlos, ya sea un periodista o un oficial de policía, son invisibles.
Fue a principios de 2019 que las autoridades estadounidenses revelaron que Ruja había volado a Atenas el 25 de octubre de 2017.Pero la pregunta es ¿a dónde fue después? Se ha sugerido que hay personas poderosas que la protegen en Bulgaria. Incluso que podría estar en Londres. Otros han dicho que estaba muerta, lo que sigue siendo una posibilidad. Ruja identificó varios puntos débiles de la sociedad y los explotó. Hoy el FBI ofrece 100 mil dólares por información sobre la fugitiva.