Así vivió la afición el Clásico Tapatío
Sin conflictos y un inmueble casi lleno, ambas escuadras escribieron un nuevo capítulo de su rivalidad
Y no defraudó. El ambiente en el Clásico Tapatío fue lo que se esperaba, porras, gritos y de paso insultos al equipo rival; sin embargo, nada pasó a mayores y por el contrario, se pudo apreciar un ambiente en su mayoría familiar, sobre todo en las gradas y a las afueras del Estadio Akron, antes y durante el encuentro entre Chivas y Atlas.
Horas antes de que comenzara el cotejo, la afición, tanto del Rebaño como de los Zorros, fue llegando al inmueble del Periférico y de inmediato buscaban hidratarse con refrescos, cervezas, nieves y tejuinos, sin olvidar las tradicionales carnes asadas en el estacionamiento, lo que fuera necesario para matar el tiempo previo a tomar sus lugares dentro del estadio.
Conforme fueron pasando las horas, la tensión y los nervios se adueñaron de los fanáticos que poco a poco iban arribando. Llegó el tiempo de hacer fila para ingresar y en orden fueron tomando sus lugares; mientras tanto, los equipos aparecieron en el Akron.
Cercanas las 19:30 horas, Chivas y Atlas llegaron al estadio con menos de medio minuto de diferencia, no hubo inconvenientes, fueron recibidos por aficionados que vitorearon a los rojiblancos y abuchearon a los rojinegros, aunque no pasó de ahí, ya que fueron opacados por las sirenas de la seguridad privada.
Momento de saltar a calentar, fiesta y aplausos para Chivas, abucheos y rechiflas para Atlas, lógico, el Rebaño era local, pero esto hacía presagiar que habría inmensa mayoría rojiblanca y se notó a los pocos minutos de arrancado el cotejo.
Pirotecnia, mantas recordando los marcadores abultados y humillantes a favor del chiverío acompañaron a los dos equipos en el desfile rumbo a la cancha, mientras las emociones estaban por salir a flote.
El estruendo llegó rápido, pocos minutos habían pasado y la pizarra ya se había movido, gol del Guadalajara que hizo vibrar a los miles de corazones chivas presentes en el Akron y silenciaron a los rojinegros que observaban el cotejo en lo más alto del inmueble.
A final de cuentas, el Clásico no decepcionó, fue la fiesta anhelada por los aficionados rojiblancos, pero el negrito en el arroz, la reventa se quedó con una buena cantidad de entradas y esto hizo que el Akron no luciera una de sus mejores galas.
Beisbol en el Akron
Antes de comenzar el partido la directiva del Guadalajara le ofreció una homenaje a los Charros de Jalisco por su campeonato de la Liga Mexicana del Pacífico. Salvador Quirarte y Armando Navarro recibieron una camiseta enmarcada con el número uno.
Ni lo volteó a ver
A poco menos de 10 minutos del final del juego, Hoyos dio una indicación a sus suplentes y Jefferson Duque se quitó la casaca con la idea de entrar al campo. Sin embargo, el argentino no volvió a voltear con él, ni mandó a sus auxiliares a darle indicaciones.
La voz de los aficionados
“Fue un gran partido, el mejor de la era de Cardozo, aunque el equipo bajó de ritmo en el segundo tiempo. Me da gusto por Alexis Vega que se sacudió la presión con buenos goles”.
Bernardo Rodríguez, aficionado de Chivas
“Atlas no jugó a nada y Chivas ganó de buena manera, contundente. Duele mucho la derrota por las formas. Hoy no mostraron nada. Me voy decepcionado del equipo”.
Rafael López, aficionado del Atlas