Cultura

Sofía Solamente y la naturaleza de la cerámica

La ceramista platicó vía telefónica sobre su estancia en Japón y su trabajo

La artista mexicana Sofía Solamente inauguró la exposición Naturaleza del cambio (Nature of Change) en Japón, un trabajo hecho en conjunto con la fotógrafa rusa Yulia Skogoreva. Con sede en la galería TheKnotTokyoShinjuku, la muestra abrió el pasado 15 de octubre y permanecerá en el lugar hasta enero del próximo año.

Vía telefónica desde su hogar en Japón, la ceramista platicó sobre su estancia en el país asiático y su trabajo: “En el 2017 vine por primera vez, fue un viaje largo, de seis semanas recorriendo un montón de pueblos dedicados a la cerámica. Fue algo que me enganchó, me sentí muy cómoda. Fue una manera de ver la vida de la creación en la meca de la cerámica”. Por esta experiencia durante los siguientes años estuvo viajando entre México y Japón, hasta que decidió establecer su residencia allá desde el año pasado.  

Durante sus visitas contactó posibles clientes y galerías, entre ellas la que ahora alberga su obra:

“Todo fue muy complejo por lo del coronavirus. No sabíamos si iba a ser posible la inauguración. Lo que tenía en mente para la exposición lo tuve que cambiar, había diseñado algo más palpable, interactivo. Con esta situación no me pareció, mi trabajo siempre ha sido sobre pensar lo que está pasando”.

Al replantear su exposición invitó a Skogoreva, la fotógrafa rusa que retrató sus obras junto a una bailarina: “La invité para hacer esta composición con las piezas y una bailarina contemporánea, para expresar un poco más allá de la cerámica. Fue expresar esta resiliencia al cambio, esta transformación que tenemos como sociedad: de qué manera nos necesitamos para generar una columna con un centro estable y poder existir. Con ese concepto diseñé estos tótems, piezas de 1.20. Son piezas ensamblables, hechas en torno”.

Sobre el trabajo de Yulia, Sofía agregó. “La fotógrafa siempre hace foto en movimiento, es algo que quería expresar, movimiento. Sin ese cambio no se genera nada. Invitamos a la bailarina contemporánea japonesa para que pusiera físicamente su cuerpo. Le dijimos que pensara que su cuerpo era arcilla. Ellas pusieron también parte de la esencia del concepto”.  

La experiencia en Japón ha sido particular, pues la cerámica suele ser un gremio cerrado: “Más siendo ceramista, mujer y mexicana: aquí el oficio es completamente tradicionalista, es un oficio de hombres. Que me hayan abierto las puertas es importante”.  

En cuanto al trabajo, comentó su exploración en las diferentes tradiciones en el país: “El tema que he explorado más han sido las arcillas, las pastas, de qué manera queman. He viajado a diferentes prefecturas, he comprado diferentes arcillas. Esta exposición tiene tres diferentes, que están muy lejos. Aquí no combinan las arcillas. Para mí es bonito estar sin ser parte, porque puedo explorar más allá de lo que hacen. No pretendo replicar lo que aquí se elabora, sino absorber lo que hacen a mi lenguaje. Fue interesante acercarme a ellos”.

Su plan a mediano y largo plazo es seguir viajando entre Japón y México, ahora con su residencia en el extranjero, para continuar con exposiciones, además de su labor docente en el taller: “Quiero llevar a México todo lo que he aprendido aquí, también para mis alumnos”. En Japón también ha abierto su espacio de trabajo para el aprendizaje de los demás: “Tengo mi propio taller, he dado clases, siempre les pregunto de qué manera quieren aprender”. 

JL

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