Rincones para los amantes de los libros
Te presentamos una guía con los sitios ideales para disfrutar de la lectura en Guadalajara
Para quienes tienen el hábito de la lectura, una de las primeras cuestiones que se debe tener cubierta es el espacio en el que habrán de hacerlo. Tradicionalmente, sea un estudio o un rincón específico, muchos poseen ese sitio particular en casa pero, para otros, no pocos, la opción es salir a un lugar (sea cerrado o abierto).
Así las cosas, la comodidad para el lector puede estar en una mesa de café o rodeado por los libros de la biblioteca menos hostil. Si la lectura es siempre una ventana para la imaginación, las ideas o el encuentro con uno mismo, Guadalajara y Zapopan son dos zonas donde hay lugares en los que se puede practicar y disfrutar sin mayores dificultades. En EL INFORMADOR te presentamos algunos sitios adecuados para la lectura.
Acompañado por un rico café
D’val (Pedro Moreno 688, Zona Centro, en Guadalajara).
Es antiguo, pero no tanto como algunos piensan. Como cafetería del centro, su carta ofrece platillos nacionales e internacionales, y unos bisquets fenomenales, lo mismo que café cargado y no tan caro, en un espacio amplio muy disfrutable gracias al silencio imperante. Buena parte de sus parroquianos van también a ver partidos de futbol o jugar ajedrez, dominó y quizá baraja. Los asientos van de la comodidad acolchonada a la soportable solidez.
Café Punta del Cielo (Librería “José Luis Martínez”, Fondo de Cultura Económica, en Chapultepec 198, en Colonia Lafayette, Guadalajara).
Ubicado en plena avenida Chapultepec, frente al remate de calle Libertad, el café funciona como antesala de la librería (una de las más reconocibles de la ciudad), cuenta con espacio en el interior y una terraza, ambos bastante cómodos. Suele ser concurrido por académicos, endémicos escritores o los lectores asiduos a comprar ahí sus libros, en especial por la tarde.
Café Madoka (Enrique González Martínez 78, en la Zona Centro, en Guadalajara).
No sólo es un lugar típico para la ciudad, cuenta con más de 50 años de tradición en el Centro de Guadalajara y, para quien conoce sus historias, representa un espacio en el que la leyenda y la tradición tienen rostro (sea el de Rulfo o el de Arreola). Se puede matar el hambre con desayunos variados, buen café, y hasta un espacio acogedor donde -si se opta por las mesas de bancas acolchonadas- se puede leer tranquilo y sin problema; los precios son económicos y la abstracción es posible si se ignoran los ruidos que producen los juegos de dominó.
Café Benito (Ocampo 120, esquina con Juárez, en la Zona Centro, en Guadalajara).
Es uno de los más conocidos puesto que se sitúa sobre avenida Juárez y en pleno Centro de la ciudad. Cuenta con galería de arte y, gran ventaja, una bella biblioteca en el segundo nivel. Ha mejorado sustancialmente sus condiciones de seguridad y, por ello, quien busque un sitio para leer podrá hacerlo en una de sus mesas de fondo (cerca de las escaleras de acceso a la biblioteca). Si eso le parece poco, por calle Ocampo puede acceder el visitante a Foro LARVA.
El Sorbo del Café (Plaza del Sol, local 23, Zona B, en la confluencia de López Mateos y Mariano Otero).
Esta franquicia tiene varias sucursales, pero la que se enlista con dirección es no sólo la más recomendable, porque además de ser -quizá- la primera de la franquicia, el café es delicioso y significa abstracción y silencio respecto del tránsito de personas que predomina en el exterior. Si eso no le incita, vale decir que tiene un nivel inferior al que se accede por escalera y se cuenta con una pequeña y surtida librería.
La Estación de Lulio (Calle Libertad 1980, en la colonia Americana, en Guadalajara).
Es uno de los cafés enclavados en la zona Paseo Chapultepec y aunque siga siendo una buena opción para comer un bocadillo o desayunar, para muchos también funciona como un sitio donde se acompaña la lectura con una bebida caliente o aperitivo. Seguramente conserva parroquianos fieles, entre ellos miembros de la comunidad artística o, incluso, escritores.
Entre letras
Biblioteca Iberoamericana “Octavio Paz” (Pedro Moreno, en la Plaza Universidad, en la Zona Centro, en Guadalajara).
Tiene sede en uno de los edificios más bonitos de la ciudad: el antiguo Colegio de Santo Tomás de Aquino, que fue el primer centro educativo de la zona, fundado por los Jesuitas en 1591. Hoy en día es albergue de un amplio acervo literario. Se halla en el corazón de Guadalajara, y su horario abarca de las 9:00 a las 21:00 horas, de lunes a viernes, y los sábados de 9:00 a 17:00 horas. Una vez que garantiza su acceso, el interior tiene unas mesas para compartir, con iluminación artificial y una dosis magistral de silencio.
Biblioteca Central “Profesor Ramón García Ruíz” (Jesús González Ortega 679, en el Centro de Guadalajara).
Recién remodelado, este lugar ofrece al público un archivo amplio y actualizado. Posee en su interior áreas y servicios multimedia, mobiliario ergonómico, colecciones juveniles, ludoteca, sala de lectura informal, una zona de usos múltiples y una especializada para personas con discapacidad. Es considerada la “biblioteca modelo”, cuenta con instalaciones muy cómodas, lo mismo que con biblioteca electrónica y una tranquilidad que permite holgada lectura. Su horario va de lunes a viernes, de 8:30 a 20:00 horas, y los sábados de 9:00 a 15:00 horas.
Biblioteca Pública del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos (Contreras Medellín 625, en la Zona Centro de Guadalajara).
Se ubica en una finca histórica del siglo XIX, conocida como “La Casa de la Campana”, pues ahí se fundió la Campana mayor de la Catedral de Guadalajara. Años después fue Casa de Retiro Espiritual y también se utilizó como fábrica de pólvora. Ahora alberga más de 40 mil obras de consulta a las que el público en general puede acceder. Pero es, sobre todo, un espacio tranquilo cuyas salas mayores fueron patios centrales y, gracias a sus tragaluces, la iluminación natural se combina con silencios óptimos para leer a placer. El horario de atención es de lunes a viernes de 9:00 a 20:00 horas, los sábados de 9:00 a 13:00 horas, y tanto domingos como días festivos permanece cerrada.
Centro Estatal de Fomento a la Lectura (Francisco Javier Mina 2418, en La Penal, en Guadalajara).
Se inauguró hace poco más de cinco años, concebido como un espacio de vanguardia en la formación de lectores a nivel internacional, con el impulso a la lectura y a la escritura como habilidades para la vida y como bienes culturales. Se ubica en la Ex Biblioteca José Cornejo Franco (antes Penal de Oblatos), y aunque se dice que ahí se diseñan, desarrollan y gestionan programas de fomento a la lectura y a la cultura escrita, lo cierto es que quien busque ahí un sitio para leer, en el sentido más alto, lo hallará y con comodidad.
Transporte público
Camiones o Tren Ligero. Si eliminamos el transporte foráneo, las rutas de autobuses en la ciudad y el Tren Eléctrico Urbano (en cualquiera de sus, hasta ahora, tres líneas), proveen de la oportunidad para leer. Numerosos usuarios (no necesariamente estudiantes) recorren la ciudad y para ello llevan libros que, más allá de mareos eventuales o trayectos de insuficientes brevedades, les permiten -en un delirio de abstracción- leer de forma placentera parte de una novela o lo que venga bien de acuerdo con los gustos del viajante. De hecho, debido a las dificultades que impone la falta de tiempo, hay quienes hacen del camión o el vagón de tren su único espacio de lectura.