Cultura

Fallece el poeta y ensayista jalisciense Ramiro Aguirre

El escritor murió a los 60 años de edad

Víctima de un accidente en su domicilio murió el escritor jalisciense Ramiro Aguirre, a los 60 años de edad. El autor desarrolló su obra en literaria en los géneros de la poesía y ensayo. En su trayectoria publicó más de siete libros en solitario, además de participar en otros textos como antologador o prologuista, también colaboró en diversas revistas literarias.

Además de su labor en la escritura, Ramiro Aguirre fue un promotor y coleccionista de la pintura y escultura. En su casa y oficina albergaba una galería donde se exhibían las distintas piezas que iba adquiriendo para su colección personal.

Jorge Orendáin, director y editor de la Zonámbula, recuerda a Ramiro como una persona con talento para la escritura y un gran promotor cultural. “En los años 90s coincidimos en el Club de Periquetes, taller de escritura que impartía Arturo Suárez. Ahí compartíamos con Raúl Bañuelos y Ricardo Yáñez entre otros personajes, fue una buena época. Como editor hicimos cuatro libros, recientemente trabajábamos en uno de cuentos con el nombre tentativo ‘La campana de los deseos’, que es de autores de Arandas, ilustrado por pintores jaliscienses. Él estaba ligado a la pintura y sus creadores. Ramiro siempre apoyó a los artistas plásticos, era un apasionado de la literatura”.

Apenas en agosto pasado, Aguirre filmó un video en Arandas (municipio de donde nació), en el que cuenta sus orígenes y desarrollo personal en el ámbito profesional de la abogacía y la escritura. “Fue con mucho trabajo, dedicación y coraje para superar las condiciones adversas que siempre tuve en esta comunidad fue que me hice primero abogado y casi simultáneamente escritor. Estuve estudiando escritura creativa, soy autor de siete libros y están por salir dos este año”, relata el creativo.

Martín Almádez, ex director del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA) explica que la relación con Aguirre se dio en talleres literarios. “Siempre me causó mucha curiosidad su formación de hombre exitoso: por las tardes se le veía argumentando sus estrategias literarias y por las mañanas abordaba una Suburban con armas largas, hizo una ejemplar trayectoria en la Fiscalía estatal y federal. Me tocó contribuir en su carrera literaria con la publicación de su libro ‘Plaga de la tierra’ cuando coordinaba el CECA”.

Sobre su obra literaria, Almádez  explica que fue un autor buscador de códigos nuevos por lo que leía literatura de todas las geografías. Le preocupaba mucho la precisión. En el ámbito de la plástica señala: “Siempre le interesó la pintura y la escultura. Y en ella se inmiscuyó como coleccionista, comprador impulsivo en subastas poseía una cantidad impresionante de obra plástica de variadas facturas. Su espíritu generoso lo volvió mecenas natural de muchos artistas y abogado de calidad de muchos otros”.

JL

Síguenos en

Temas

Sigue navegando