El Panteón de Belén tiene más historias por contar
El historiador Manuel Aguilar Moreno explora los secretos y relatos que se ocultan detrás de uno de los rincones más tradicionales de la ciudad
Más de 40 años de investigación sobre el Panteón de Belén, realizada por Manuel Aguilar Moreno, dieron como fruto cinco libros al respecto. La segunda edición de uno de ellos, “La perfección del silencio: el Panteón de Belén, el culto de la muerte en México”, se presentará el jueves 31 de mayo a las 19:00 horas en las instalaciones de la Secretaría de Cultura —Edificio Arroniz—.
La presentación del libro estará a cargo del arqueólogo Otto Schöndube y los antropólogos Guillermo de la Peña y Andrés Fábregas, entre una participación y otra habrá música. La entrada es libre.
Por su parte, el texto estará a la venta en la librería Mariano Azuela del Ex Convento del Carmen. En entrevista, el historiador destaca que el Panteón de Belén sigue siendo un lugar de culto por la historia que guarda y su vinculación con las generaciones, señala que abrió sus puertas en 1848 y las cerró en 1896, sólo 48 años estuvo activo. “Es el lugar donde se honra la memoria histórica de nuestros antepasados”.
Además, Aguilar comparte que esta segunda edición está dividida en tres ejes; el primero tiene que ver con el culto a la muerte en México, desde la época prehispánica, el arte funerario y hasta las festividades, como el Día de Muertos. El segundo punto es sobre la arquitectura e historia de dicho panteón, relacionado con sus aspectos sociales y cómo estaba comunicada su estructura.
El último punto es la parte literaria, ésta específicamente está basada en los epitafios de las criptas, muchos de ellos se han ido borrando al paso de los años, pero este libro recupera algunos; además, el autor incorpora poesía funeraria desde la época precolombina, poemas coloniales y modernos de autores mexicanos y también algunos versos de artistas extranjeros para poder contrastarlos. De hecho, el libro cierra con la presentación del famoso poema anónimo “Ánima de Sayula” y su respectiva traducción al inglés.
Leyendas populares
Aguilar subraya que el interés de escribir sobre el panteón le viene por el tipo de creencias que la gente guarda con respecto a la muerte, muchas de éstas basadas en leyendas o en dichos populares.
“Cuando yo era niño acompañaba a mi papá a su trabajo y en una ocasión pasamos por la acera del Panteón de Belén donde me llamó la atención el misterio de ver esas construcciones entre árboles, me quedé con un gran impacto visual y emocional. Le pedí a mi papá que me llevara, pero mi mamá lo impidió, decía que esos lugares no eran para niños y que además yo podría agarrar una de las enfermedades que tenían los muertos ahí. Cuando llegué a preparatoria nos dejaron un trabajo de historia del arte sobre edificios y monumentos de la ciudad, yo elegí el Panteón de Belén porque ya era mi oportunidad de ir”.