Regulación atenta contra instalación de paneles solares
La CRE discute normas que limitan a 499 kilowatts la generación privada de energía, lo que no haría mucha diferencia en planteles de altos consumo, como el Centro Universitario de la Costa
La Comisión Reguladora de Energía (CRE) evalúa nuevas regulaciones que afectarían la rentabilidad de la instalación de celdas fotovoltaicas o paneles solares en empresas que generan más de 25 kilowatts. Sin embargo, esta medida también traería consecuencias negativas a programas como el que emprende la Universidad de Guadalajara en sus centros educativos.
Graciela Rodríguez López, titular de la Coordinación de Sostenibilidad de la Universidad, explica que debido a las nuevas restricciones, que están en revisión, no sería posible para la casa de estudios generar proyectos integrales en planteles de bajo consumo, sino que se habilitarían paneles para sólo generar el 50 por ciento de la energía necesaria.
Por su parte, en el sistema de preparatorias, en donde lo que se genera casi cubre la totalidad del pago por consumo a la CFE, no habría afectaciones. Pero los proyectos para 2024 deberán reducir su capacidad para evitar infringir determinaciones federales, en caso de que se avale el proyecto federal.
Considera que este cambio podría ser considerado como un retroceso por parte de los generadores de energía renovable, debido a que es la CFE la que no cuenta con la infraestructura necesaria para hacer frente a la generación de energía por parte de particulares.
Paneles dejan ahorros de hasta 270 mil pesos al año por plantel
Los criterios para seleccionar las sedes en las que se instalan paneles fotovoltaicos en la Universidad de Guadalajara (UdeG) corren por dos vertientes: aquellos centros con mayor gasto de energía eléctrica acorde al consumo que mide la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y, por el contrario, los que registran un gasto mínimo por el concepto de energía.
“Hay escuelas como Puerto Vallarta que, por el uso del aire acondicionado, su consumo de energía eléctrica es muy elevado y tal vez no tienen tantos estudiantes como el Centro Universitario de Tonalá, pero su recibo es más elevado y ahí es donde decidimos centrar nuestros esfuerzos”, explica Graciela Domínguez López, titular de la Coordinación de Sostenibilidad, ante el avance del programa en sus centros educativos.
No obstante, aclaró que la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética marcan que para la generación distribuida de energía renovable, aquella en la que se colocan paneles en los techos, el máximo de potencia instalada es de 499 kilowatts, por lo que algunos planteles con consumos de energía considerados como focos rojos no hace un cambio sustancial en las facturas.
En el caso de las escuelas preparatorias, que usualmente tienen un consumo mínimo de energía, los recibos que solían llegar de hasta 90 mil pesos se redujeron a cero, mientras que en centros universitarios hubo ahorros de hasta 270 mil pesos anuales con la generación de energía renovable.
La coordinadora estimó que, para este año, el ahorro en el pago de energía eléctrica será de 10 millones de pesos, que es poco menos del 10% de la factura que paga la universidad cada año a la CFE, mientras que para el 2023 se tiene la expectativa de que se puedan economizar 15 millones de pesos con toda la red en funcionamiento.
Los paneles adquiridos tienen una vida útil de 25 años, por lo que la inversión para los mismos se recupera en un promedio de dos años, mientras que los ahorros restantes podrían ser usados para la compra de más sistemas que se usarían para los 40 sistemas de reconversión de energía que se busca tener completos antes del 2025.
En este sentido, el rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, explicó que lo que se plantea es una inversión de entre 10 y 15 millones de pesos de manera anual para la compra de los paneles y lo referente a la instalación, de tal manera que antes de que termine su administración, al menos 70 sedes producirán su propia energía.
TELÓN DE FONDO
Avanza el plan de “Energía Verde”
La UdeG continúa su camino a la reconversión energética en sus sedes educativas. Y la meta para el cierre de la administración del rector general, Ricardo Villanueva, es que 35% de los más de 200 centros escolares generen su propia energía antes del 2025 para reducir el pago por el servicio ante la Comisión Federal de Electricidad y la huella de contaminación.
Graciela Domínguez López, titular de la Coordinación de Sostenibilidad de la UdeG, señaló que debido a la “gran huella de carbono” que generaba la Universidad (26 mil 500 toneladas de dióxido de carbono al año), desde 2016 se comenzó con el proceso de conversión de las unidades académicas hacia un modelo energético que redujera el impacto ecológico.
Por eso, entre 2016 y 2019, la UdeG inició con el programa piloto “Energía Verde”, con la colocación de paneles fotovoltaicos en seis planteles: Centro Universitario de Tonalá, Centro Universitario Valles, Centro Universitario Lagos, Rectoría General, la Electrolinera para uso de vehículos eléctricos y la sede del Sistema de Universidad Virtual.
En 2020 el programa intentó tomar fuerza con el impulso del entonces titular de la Secretaría de Educación Pública, Esteban Moctezuma, quién retó a los miembros de la Universidad a ser la institución académica con mayor número de paneles solares instalados en los techos. Este reto, aseguró Graciela Domínguez, tuvo que detenerse debido a la pandemia del COVID-19. “Tuvimos que parar este ambicioso proyecto para concentrarnos en la emergencia sanitaria que teníamos”.
Tras pasar los momento más álgidos de la contingencia sanitaria, la UdeG retomó los planes de la producción de energía renovable para autosustentar sus planteles, ante un consumo de 52 millones de kilowatts-hora y un pago de 160 millones de pesos al año a la Comisión Federal de Electricidad.
Durante los últimos tres años, la UdeG realizó cinco licitaciones públicas para la compra de ocho mil 632 paneles fotovoltaicos por 23 millones de pesos, los cuales ahora se encuentran distribuidos en 25 centros educativos de la Red Universitaria.
EL RECUENTO
Más reconversión eléctrica
El proyecto de la instalación de paneles para la obtención de energía renovable es sólo uno de los planes que tiene la UdeG en su camino a la reconversión eléctrica, pues desde el año 2017 se trabaja en la consolidación de una flotilla de vehículos oficiales que migre al consumo de energía en vez de combustibles.
Desde hace cinco años, que se representaron las primeras unidades junto con la electrolinera que se encuentra a un costado del edificio de la Rectoría General, a la fecha se cuenta con un total de 29 automotores que funcionan a base de energía eléctrica y 82 híbridos.
Los 821 vehículos restantes que todavía se manejan con gasolina tienen un impacto de 65 toneladas de dióxido de carbono al año, lo equivalente a plantar dos mil 56 árboles, sólo para equiparar el impacto ecológico.
No obstante, la reconversión del parque vehicular no es la principal prioridad del programa “Energía Verde”, sino un aditamento que ayuda a reducir la huella de carbono, pues la conversión de todas las unidades es un proceso lejano a concluir.
Entre la pandemia y diversos recortes
Ricardo Villanueva refirió que la meta planteada en el año 2020 era reconvertir a toda la Universidad, pero reconoció que ante la pandemia y “el castigo económico” que el Gobierno de Jalisco tiene en contra de la UdeG, es complejo que se pueda ampliar la cobertura.
“Yo quisiera poder hacer en todos los planteles cuando menos un huerto pequeño, lamentablemente las cuestiones financieras no me han permitido ser más agresivo con esta estrategia, pero debo tener una realidad financiera, y si las cosas siguen con el Gobierno del Estado como vamos, tendré que seguir con un ritmo de 15 millones de pesos, no dará más, y eso nos permitiría hacer como 12 o 15 proyectos al año”.
Ricardo Villanueva no descartó la posibilidad de poder solicitar un préstamo crediticio para la Universidad por un monto de hasta 800 millones de pesos para la inversión en paneles fotovoltaicos. No obstante, al momento no existe una ruta clara de cómo continuará el proyecto, en qué sedes y con qué inversión.
La coordinadora de Sostenibilidad, Graciela Domínguez, admitió que aunque se tiene una meta clara para el fin de la actual administración, los proyectos ejecutivos se realizan al cierre del año cuando se planean los presupuestos de cada una de las áreas, por lo que en este momento se desconocen la instalaciones para el próximo año.
Además, puntualizó que tras la creación de los proyectos con una base presupuestal establecida se debe de realizar el proceso de licitación, la firma de un contrato y la instalación de los paneles en las escuelas selectas, un proceso que toma alrededor de cinco meses.
“Ahorita no vamos a ver reflejados los ahorros de lo que se instaló en el año 2022 por esto mismo, porque es un proceso largo en el que apenas ahorita estamos viendo reflejado el trabajo de todo este año y una buena parte del pasado, digamos que traemos toda nuestra planeación desfasada por un año”.
Elaboran un gran programa de monitoreo
Mientras se planifican los futuros centros educativos a intervenir, alumnos y académicos del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) trabajan de forma profunda en la creación de un programa de monitoreo para conocer el aprovechamiento de los paneles en cada sede y las necesidades de aquellos que aún no cuentan con ellos.