Proyecto busca que los astronautas respiren aire más puro en la EEI
El Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Puerto Rico está al frente del proyecto de investigación
SAN JUAN, PUERTO RICO (05/AGO/2016).- La Agencia de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA, por su sigla en inglés), concedió una subvención de 150 mil dólares al catedrático de la Universidad de Puerto Rico Arturo Hernández para que trabaje en el desarrollo de tecnología que permita a los astronautas respirar aire más puro en la Estación Espacial Internacional (EEI), informó el académico.
Hernández, profesor del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Puerto Rico, está al frente del proyecto de investigación del que se beneficiarán astronautas de la Estación Espacial Internacional de la NASA.
Hernández detalló que, básicamente, lo que busca la NASA es reducir la concentración del dióxido de carbono en la EEI, que es de cinco mil partes por millón, frente a las 400 partes por millón que se respira usualmente en la Tierra.
Esa diferencia, según el catedrático, puede causar problemas como migraña que hasta ahora se han resuelto con medicación que se administra a los astronautas.
La División de Medicina Fisiológica de la NASA pidió a los científicos que se reduzca la concentración de dióxido de carbono, lo que proporcionará mejores condiciones de trabajo a los astronautas.
Hernández dijo que el proyecto será posible por un método de medición de niveles en el que trabaja.
El profesor puertorriqueño afirmó que ya demostró que el dióxido de carbono puede reducirse de manera eficiente a nivel de laboratorio y que ahora se estudia cómo hacerlo en la EEI.
En el proyecto, en el que colabora la compañía TDA Research, con sede en Colorado (Estados Unidos), permitirá a través de un sistema de alta eficiencia reducir el dióxido de carbono, particularmente en misiones de larga duración.
Hernández sostuvo que el proyecto tendrá grandes repercusiones económicas y de reconocimiento para la Universidad de Puerto Rico.
“Obviamente, necesitamos traer fondos externos y qué mejor que utilizar las tecnologías que nosotros desarrollamos para generar prototipos, promocionarlos, ponerlos a disposición de la sociedad y que le representen ingresos a la Universidad como parte de patentes”.
Dijo que el proyecto se divide en dos fases, una primera de un año y la segunda que implica una mayor cantidad de fondos para la producción de la tecnología y que se prolongará durante tres más.
En 2017 deberá presentarse la propuesta para la siguiente etapa con evidencia de resultados alcanzados.