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Lechuga como vacuna para la hipertensión arterial

En la última década, los casos de hipertensión arterial en la población adulta del país han aumentado

GUADALAJARA, JALISCO.- En la última década, los casos de hipertensión arterial en la población adulta del país han aumentado. De acuerdo a la Secretaría de Salud, el 30 por ciento del total de ese grupo padece la enfermedad, y la mayoría de los afectados no han sido diagnosticados.

A fin de contrarrestar esa tendencia, la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) busca desarrollar un modelo de vacuna oral contra ese padecimiento.

La investigación se enfoca en elaborar proteínas que tengan el potencial de estimular la producción de anticuerpos capaces de neutralizar una molécula llamada angiotensina, que de manera fisiológica genera el organismo de manera cotidiana, pero cuando la produce en forma exponencial el resultado es el padecimiento de hipertensión arterial.

Para obtener la proteína, los investigadores universitarios se concentran en modificar genéticamente la lechuga, que será una especie de fábricas de proteínas.

“Lo que hacemos a nivel de laboratorio es transferir a la planta el gen que tiene la información para producir la proteína. Cultivamos los vegetales bajo condiciones in vitro en el laboratorio y posteriormente las lechugas modificadas las transferimos a una maceta convencional a raíz de suelo, con la finalidad de que crezcan bajo condiciones normales”, explicó el doctor Sergio Rosales Mendoza, coordinador de Ingeniería de Bioprocesos de la UASLP.

El investigador dijo que se pensó en la lechuga porque es un alimento que puede comerse directamente y no es necesario cocerlo para ingerirlo, porque de así hacerlo se inactivarían a las proteínas.

“La idea que se planteó originalmente es que pudiéramos comer una lechuga directamente en su forma fresca; sin embargo, para determinar la dosis adecuada para cada persona buscamos la forma de estabilizar los vegetales”, comentó.

Para ello, los investigadores recurren a un proceso donde los vegetales son sometidos a un proceso de deshidratación sin calor, con la finalidad de aumentar la conservación del producto, y que con el paso del tiempo las plantas no se deterioren.

Rosales Mendoza específico que una vez que cuenten con los vegetales “secos”, éstos pueden adecuarse a las necesidades de cada paciente y de esta manera podrán controlar la cantidad o dosis en cada lechuga.

La investigación de la Facultad de Ciencias Químicas de la UASLP se encuentra en una etapa inicial, y por el momento gestionan recursos con diversas instancias para que en un periodo no mayor a tres años pueda presentar los primeros resultados.

Como sucede con vacunas y medicamentos tradicionales, los primeros estudios sobre su eficacia serán probados en ratas hipertensas que van a ser alimentadas con la lechuga, y posteriormente se evaluará si se induce la disminución de la presión arterial.

A decir del coordinador de Ingeniería en Bioprocesos de la UASLP, este grupo es el primero que trabaja en la investigación de un vegetal o planta económica para producir la vacuna oral contra la hipertensión.


“De concretarse una publicación científica que proponga esta estrategia, nuestro grupo de investigación sería el primero en sugerir un modelo de vacunación contra la hipertensión empleando plantas transgénicas”, puntualizó.

El doctor Rosales Mendoza comentó que a nivel internacional se ha puesto énfasis en este tipo de investigaciones, en particular en Estados Unidos, donde hay empresas que están por comercializar algunas vacunas producidas en plantas, lo que denota que se trata de un campo en crecimiento.

Con información de la agencia ID
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