Tecnología
En Pekín las fotos se buscan hasta debajo del agua
El equipo cuenta con una plataforma que a su vez posee tres válvulas, por lo que lo puedo ubicar con firmeza en el fondo o incluso en una de las paredes de la piscina, afirma fotógrafo
En tiempos de seguridad exacerbada, máxime en unos Juegos Olímpicos, pocas cosas sorprenden, en este caso se trata de François Marit y sus colegas, que colocan cámaras fotográficas submarinas para la sesión del día siguiente.
"Por lo general la coloco por la noche y después de la sesión matinal la vuelvo a ajustar", explicó Marit, un fotógrafo de la AFP que en lugar del tradicional chaleco “kaki” por medio del cual uno siempre sabe que está ante un profesional de la imagen, viste un traje de hombre rana.
Esta particular historia de tanques de oxígeno y máscara en lugar de trípode y bolso comenzó en Atenas 2004, donde Marit hizo sus primeras armas. "En Atenas teníamos otro equipo distinto, este es de acero inoxidable y permite la inclusión de un lente de gran tamaño".
El cambio se debió a que el fotógrafo halló en el sur de Francia una empresa, Extrem' Vision, que fue capaz de construirle un artefacto que cuando se mira por primera vez recuerda a los robots que deambulan por Marte desde hace algunos años.
El objetivo era poder transmitir imágenes en forma automática y dicha empresa aceptó el desafío.
"Hace tres meses creamos este cuerpo con un '”zoom” eléctrico dentro, lo que nos dio la posibilidad de acercarnos, lo que es bueno porque nos permite tener una foto con gran angular (que abarca más) y la otra con teleobjetivo, todo en la misma carrera", explicó un satisfecho Marit. "El equipo tiene un motor que mueve el zoom".
En cuanto a la cámara, se logró un acuerdo con Nikon por el cual dicha empresa provee una a cambio de poder utilizar algunas fotos en sus publicidades.
"A Nikon le interesa tener una cámara bajo el agua. Ellos proveen un equipamiento que permite utilizar todo tipo de sensibilidades, puedo tener hasta ISO 2 000 (ASA)".
Lo mismo ocurre con Extrem' Vision y ello significa que el costo del prototipo no debe ser absorbido por un único socio. Todo el equipo "cuesta unos 30 mil euros".
El peso total, de unos cinco kilogramos, se vuelve algo fácil de sobrellevar para Marit una vez en la piscina.
El equipo cuenta con una plataforma que a su vez posee tres válvulas, "por lo que lo puedo ubicar con firmeza en el fondo o incluso en una de las paredes de la piscina".
Claro que el lugar predilecto por este profesional es la línea entre el carril 4 y el 5, ya que desde allí es donde parten los nadadores con los mejores tiempos, que por lo general resultan ser los más famosos.
La gran mayoría de las largadas de Michael Phelps se dan desde el carril 4, "la cámara queda fija, yo elijo un ángulo, decido qué quiero tomar y luego opero la cámara desde mi ubicación en la tribuna de fotografía", dijo Marit.
Las imágenes llegan a un computador portátil por medio de un cable de transmisión, pero otro para disparar el obturador y otro para manejar el “zoom” van a dar a un control rectangular blanco. Todos se unen en un único "hilo" que va hasta la cámara.
"Así tengo la vista de la cámara en la pantalla de mi computador y entonces también puedo ajustar el foco por medio de un software de Nikon".
El resto de las operaciones se realizan gracias al control, donde hay cuatro botones: verde para autofoco, rojo para disparar, amarillo para zoom T y naranja para zoom W.
"Tomo unas 300-400 fotos por día y envío 10-20 fotos a la mesa de edición", estimó Marit, quien se encuentra muy contento con el equipo, "es muy fiable, no le ha entrado agua, aunque tuve un problema menor con un poco de ella en los conectores".
Síguenos en