Tecnología
El mundo de YouTube, más allá de nuestras pantallas
La empresa une esfuerzos para sacar el mejor partido a las infinitas opciones que ofrece Internet
YouTube? Colaborar y aprender constantemente, o eso es lo que piensan los organizadores del YouTube Space en Nueva York, donde veteranos y novatos unen esfuerzos para sacar el mejor partido a las infinitas opciones que ofrece Internet.
Decenas de jóvenes se trasladan cada día hacia el hermoso Chelsea Market, en Manhattan, donde además de caprichos para los más sibaritas se encuentra, oculto, un ascensor que lleva a un mundo digital totalmente distinto.
Porque desde noviembre existe este nuevo espacio para la empresa de Google y ya está en pleno funcionamiento ahora, cuando se cumplen diez años de que Steve Chen, Chad Hurley y Jawad Karim comenzaran a dar forma a su sueño de crear un sistema para compartir videos a través de Internet.
"Mientras YouTube fue la democratización de la distribución del contenido, lo que intentamos hacer aquí es democratizar el acceso al equipo y a los recursos", dijo el gerente del YouTube Space New York, Adam Relis, durante un recorrido en el lugar para un grupo de corresponsales.
Así, los creadores o "youtubers" neoyorquinos pueden, tal y como hacen los de Los Ángeles, Londres, Sao Paulo o Tokio, asistir a clases para mejorar sus videos, interactuar con compañeros, utilizar el avanzado equipo técnico del espacio o grabar sus propias creaciones en platós polivalentes, sin coste alguno.
Solo deben cumplir una condición: poseer un canal de YouTube.
"Sabemos que somos la plataforma, y no el contenido", subrayó el director de Youtube Space, Lance David Podell. "Y pensamos que si podíamos juntar los mejores creadores para el mejor canal, obtendríamos el mejor contenido", agregó.
El diseño, diáfano y moderno, para "inspirar a los creadores con un ambiente inspirador", deja a la vista agujeros en el suelo que permiten entrever el poder digital del lugar y los kilómetros de cables que lo integran, cuya longitud superaría 187 veces la altura del emblemático edificio del Empire State.
El comediante Paul Gale es uno de los neoyorquinos que lo utiliza regularmente. Su popularidad en la red estalló en el momento en que lanzó "Why Starbucks Spells Your Name Wrong" (en inglés, "Por qué Starbucks deletrea mal tu nombre"), que hoy en día tiene más de nueve millones de visitas.
"YouTube me abrió puertas para hablar a la gente y creer en mi trabajo. Ha sido una fiebre creativa, he trabajado toda la vida para ser un buen cineasta y que alguien me diga que mi trabajo es bueno es un gran honor", asegura el joven estadounidense.
Los organizadores les proporcionan formación, recursos técnicos y espacios que cuidan hasta el último detalle, como un salón de peluquería para los especializados en tutoriales de belleza, pero no les aconsejan sobre la dirección que debe tomar el argumento de sus videos.
"Para nosotros es un negocio que beneficia a todos. Cuanto más contenido haya, más creadores y anunciantes habrá", asegura Podell, quien considera que en Nueva York todavía hay un gran potencial a explotar para YouTube, aunque rechaza compartir la presumiblemente millonaria cantidad que Google ha invertido en este espacio.
Un acuerdo que, sin embargo, la mayoría de creadores también aplaude. Es el caso de Clio Zammatteo, la maquilladora online más popular en italiano, quien explica que gracias a la página ha hecho una profesión de lo que empezó siendo un hobby, tras publicar dos libros y colaborar con las más importantes marcas del sector.
"Pero intento mantener mi canal vacío de patrocinadores, para demostrar a la gente de YouTube que ellos son los más importantes para mí. Sin ellos no sería nada", ratifica.
La artista, afincada en la ciudad de los rascacielos, conecta con el público por la espontaneidad en que están realizados sus vídeos, desde el salón de su apartamento y con su simpático gato brincando desde el fondo.
"He intentado ser honesta en ellos como lo soy en la vida real. Siempre me he sentido como aquella mejor amiga que te dice que este rímel es horrible o que este conjunto te hace muy guapa, o que te critica a esa famosa que en la vida real no es tan espectacular", aclara entre risas.
El YouTube Space de Nueva York abre, pues, 1.860 metros cuadrados para colaborar en contenido audiovisual en un lugar tan divertido como la sexta planta del Chelsea Market, donde antiguamente se encontraba la primera fábrica que inventó las famosas galletas Oreo.
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (28/FEB/2015).- ¿El secreto de los mejores creadores de
Decenas de jóvenes se trasladan cada día hacia el hermoso Chelsea Market, en Manhattan, donde además de caprichos para los más sibaritas se encuentra, oculto, un ascensor que lleva a un mundo digital totalmente distinto.
Porque desde noviembre existe este nuevo espacio para la empresa de Google y ya está en pleno funcionamiento ahora, cuando se cumplen diez años de que Steve Chen, Chad Hurley y Jawad Karim comenzaran a dar forma a su sueño de crear un sistema para compartir videos a través de Internet.
"Mientras YouTube fue la democratización de la distribución del contenido, lo que intentamos hacer aquí es democratizar el acceso al equipo y a los recursos", dijo el gerente del YouTube Space New York, Adam Relis, durante un recorrido en el lugar para un grupo de corresponsales.
Así, los creadores o "youtubers" neoyorquinos pueden, tal y como hacen los de Los Ángeles, Londres, Sao Paulo o Tokio, asistir a clases para mejorar sus videos, interactuar con compañeros, utilizar el avanzado equipo técnico del espacio o grabar sus propias creaciones en platós polivalentes, sin coste alguno.
Solo deben cumplir una condición: poseer un canal de YouTube.
"Sabemos que somos la plataforma, y no el contenido", subrayó el director de Youtube Space, Lance David Podell. "Y pensamos que si podíamos juntar los mejores creadores para el mejor canal, obtendríamos el mejor contenido", agregó.
El diseño, diáfano y moderno, para "inspirar a los creadores con un ambiente inspirador", deja a la vista agujeros en el suelo que permiten entrever el poder digital del lugar y los kilómetros de cables que lo integran, cuya longitud superaría 187 veces la altura del emblemático edificio del Empire State.
El comediante Paul Gale es uno de los neoyorquinos que lo utiliza regularmente. Su popularidad en la red estalló en el momento en que lanzó "Why Starbucks Spells Your Name Wrong" (en inglés, "Por qué Starbucks deletrea mal tu nombre"), que hoy en día tiene más de nueve millones de visitas.
"YouTube me abrió puertas para hablar a la gente y creer en mi trabajo. Ha sido una fiebre creativa, he trabajado toda la vida para ser un buen cineasta y que alguien me diga que mi trabajo es bueno es un gran honor", asegura el joven estadounidense.
Los organizadores les proporcionan formación, recursos técnicos y espacios que cuidan hasta el último detalle, como un salón de peluquería para los especializados en tutoriales de belleza, pero no les aconsejan sobre la dirección que debe tomar el argumento de sus videos.
"Para nosotros es un negocio que beneficia a todos. Cuanto más contenido haya, más creadores y anunciantes habrá", asegura Podell, quien considera que en Nueva York todavía hay un gran potencial a explotar para YouTube, aunque rechaza compartir la presumiblemente millonaria cantidad que Google ha invertido en este espacio.
Un acuerdo que, sin embargo, la mayoría de creadores también aplaude. Es el caso de Clio Zammatteo, la maquilladora online más popular en italiano, quien explica que gracias a la página ha hecho una profesión de lo que empezó siendo un hobby, tras publicar dos libros y colaborar con las más importantes marcas del sector.
"Pero intento mantener mi canal vacío de patrocinadores, para demostrar a la gente de YouTube que ellos son los más importantes para mí. Sin ellos no sería nada", ratifica.
La artista, afincada en la ciudad de los rascacielos, conecta con el público por la espontaneidad en que están realizados sus vídeos, desde el salón de su apartamento y con su simpático gato brincando desde el fondo.
"He intentado ser honesta en ellos como lo soy en la vida real. Siempre me he sentido como aquella mejor amiga que te dice que este rímel es horrible o que este conjunto te hace muy guapa, o que te critica a esa famosa que en la vida real no es tan espectacular", aclara entre risas.
El YouTube Space de Nueva York abre, pues, 1.860 metros cuadrados para colaborar en contenido audiovisual en un lugar tan divertido como la sexta planta del Chelsea Market, donde antiguamente se encontraba la primera fábrica que inventó las famosas galletas Oreo.
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