Tecnología

Científicos aplican nanotecnología para conservar frutas y verduras

Se trata de un recubrimiento comestible que disminuye el proceso de descomposición

CIUDAD DE MÉXICO (15/JUL/2016).- Investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, crearon un recubrimiento comestible constituido por nanocápsulas que se aplica a frutas y verduras recién cortadas para lograr su conservación hasta por tres semanas.
 
Esa innovación ayuda a disminuir el proceso de oxidación y controlar la deshidratación una vez que las frutas y verduras son lavadas, cortadas, peladas, rebanadas o empacadas y además las deja listas para ingerirse sin necesidad de volverlas a lavar o desinfectar.
 
La investigación "Recubrimientos combustibles cargados con ingredientes funcionales y su uso para incrementar la vida útil de los alimentos" está encabezada por María de la Luz Zambrano Zaragoza.
 
En un comunicado difundido por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la especialista en nanotecnología explicó que al cortar esos productos sus tejidos quedan expuestos al oxígeno, que además de deshidratarlos provoca cambios en su coloración.
 
Al aplicar una capa del recubrimiento por inmersión son protegidos y su duración en refrigeración es mayor y retardan el proceso de descomposición hasta por tres semanas según el producto.
 
Las frutas y las verduras figuran entre los principales productos nacionales de exportación, "pero si las enriquecemos con aceites esenciales de yerbabuena, lima, limón o romero para inhibir el crecimiento microbiano o creamos artículos que aporten sabores agradables, diferentes e innovadores, tendrán un plus", resaltó.
 
Esos aceites se consideran funcionales porque tienen el beneficio de producir o incrementar el número de antioxidantes consumidos, lo que contribuye a mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades.
 
Por ejemplo, algunos pueden desempeñarse como sustancias antiinflamatorias o protectoras de los radicales libres o ser benéficos para el funcionamiento del corazón, memoria y músculos.
 
Para obtener el recubrimiento, los investigadores de la FES Cuautitlán elaboraron una suspensión de nanocápsulas a la que adicionaron un plastificante y un polisacárido para formar una membrana que al aplicarla forma una película homogénea y flexible que alarga la vida de los alimentos.
 
Los universitarios también estudian el envasado de frutas cortadas en líquidos funcionales como la inulina, extracto natural de algunas plantas que ayuda a ejercitar el páncreas.
 
Además consideran la posibilidad de encapsular proteínas o microorganismos como lactobacilos, que podrían usarse en la superficie del producto con lo que además de contribuir a su conservación se aportarían probióticos.
 
Ese recubrimiento, que también puede aplicarse en carnes y otros productos comestibles, obtuvo recientemente el primer lugar del Programa de Fomento al Patentamiento y la Innovación (Profopi), de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM.
 
En la investigación participan David Quintanar, María de los Ángeles Cornejo, Alfredo Álvarez Cárdenas, Ricardo González, Elsa Gutiérrez, así como estudiantes de doctorado, maestría y licenciatura.
 
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