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''Trocas'', sedanes y el precio de la gasolina
El mayor estado del país vecino aún usa pickups, pero muchos están cambiando
Siendo el estado más rico de la Unión Americana, es natural que California detenga casi todos los récords de ventas de automóviles en casi todos los segmentos. Casi. Porque cuando se habla de pickups, las famosas “trocas”, Texas es el rey. Se estima que 14% de todas las camionetas de Estados Unidos están en Texas. En su mejor época, Ford afirmaba que se vendía una F-150 (Lobo) en ese estado a cada cinco minutos. Pero con la gasolina costando cerca de cuatro dólares por galón, las cosas se ponen diferentes.
El mismo Juan, un mexicano que tiene 17 años viviendo en San Antonio y que prefiere no revelar su apellido, extraña el poder del V8: “No hay nada más rico que entrar a un freeway e incorporarse rápido. Además, ver a todos desde arriba, o menos desde el mismo nivel. Pero el precio a pagar estaba siendo demasiado alto. Ahora estoy feliz con mi Mazda. Y más contento aún cuando llego a una gasolinera”.
Por cuatro día, vivimos lo mismo. Con un Mazda 3 sedán en su versión más equipada, ya no nos sentimos tan extraños en Texas. Y la mirada de arriba hacia abajo que recibes de los conductores de las inmensas camionetas, la regresamos con creces cuando paramos en una estación de servicio para llenar el tanque.
Tuvimos la versión Grand Touring, que tiene todo lo que se necesita de un auto cuando hablamos de equipo, como asientos de piel; quemacocos; asiento eléctrico del conductor; aire digital de doble zona; estéreo con radio HD y satelital y, claro, es fundamental para un turista como fuimos: navegación por GPS provista por el especialista Tom Tom.
La comodidad fue absoluta para los dos adultos que lo usamos. Sí, hay que pisarle más fuerte al 2.5 litros con 167 caballos, para llegar pronto a las 65 millas por hora de los freeways, pero la respuesta es muy buena. Y seguimos impresionados por el hecho de que las cuatro maletas, dos muy grandes, han entrado perfectamente bien en su cajuela el día que lo regresamos.
Lo más agradable, sin embargo, fue ver que, luego de rodar por 320 kilómetros, llenamos el medio tanque que gastamos con 25 dólares, lo que significa un consumo urbano de 9.1 kilómetros por litro. No sin razón varios texanos están dejando sus “trocas” por autos compactos.
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