Transición benevolente
La Highlander no sólo tuvo una metamorfosis exterior, también hubo un crecimiento en materia mecánica
GUADALAJARA, JALISCO (04/MAR/2017).- En un mercado donde las SUV’s reinan, no se pueden otorgar ventajas por ninguno de quienes ahí compite. Es por eso que Toyota dio renovaciones de media vida a su utilitaria de tres filas, la Highlander, que no solo tuvo una metamorfosis exterior, también hubo un crecimiento en materia mecánica.
La armadora nipona continúa equipando a esta camioneta familiar con el motor de seis cilindros en V, con 3.5 litros de desplazamiento, pero lograron exprimir un poco más de potencia, al sacarle 25 nuevos caballos. Esto se logró con la adición del sistema D4-S, que permite modificar el ciclo de combustión, dependiendo de las condiciones de manejo. Esta mejora la coloca en la cima del segmento en potencia, con 295 caballos de fuerza nominales.
Otro cambio importante en el rubro mecánico es la transmisión. Higlander sigue ofertando una caja automática, pero reemplazó la de seis marchas y colocó en su lugar una con ocho velocidades.
Por fuera los cambios son evidentes, en relación a la variante que deja su lugar. Destaca una nueva parrilla con patrón trapezoidal y barras cromadas horizontales, una más larga de la que le antecede; los faros son un tanto más alargados, y en las versiones tope de gama se añade un fondo ahumado y una delgada tira de LED en el borde inferior de los mismos; hay nuevos faros de niebla, con una entrada de aire detrás de los mismos. En los costados, la línea que se coloca cerca del borde inferior de las ventanas ahora tiene un ángulo ascendente, además, que la marca tienen nuevos rines para las variantes de mayor equipo. Atrás, los grupos ópticos son un tanto más afilados y ahora se incorpora iluminación LED. Todo el conjunto imprime dinamismo y robustez a esta utilitaria, lo que hace que luzca más fresca.
Al interior las cosas prevalecen sin cambios, hecho que es bueno, pues la calidad de armado y materiales sigue siendo tan buena como antes. El tablero; asientos y paneles laterales, son forrados en cuero, con algunos flecos en tono distinto. Además, hay plásticos de buena calidad a lo largo de las tres filas de asiento.
El confort es complementado por un buen número de elementos tecnológicos, en los cuales se enlistan: Blu-Ray ( en la versión tope); sistema de sonido de 12 altavoces, firmados por JBL; pantalla táctil de ocho pulgadas; GPS; climatizador digital por zonas; cinco puertos USB y salida de corriente; conexión Bluetooth; mandos al volante, y una generosa lista de amenidades más.
Todas las versiones tendrán un buen nivel de seguridad, pues ofertarán: controles electrónicos de tracción y estabilidad; frenos ABS; ocho bolsas de aire; alarma inmovilizadora, entre otros elementos.
Esta camioneta ya se encuentra a la venta en todas las agencias de Toyota en México. Lo hará con cuatro versiones en total. La primera de ellas es la LE, con precio de 537 mil pesos; le sigue la variante XLE, con etiqueta de 618 mil pesos, para culminar con dos versiones Limited, una con Sun Roof (techo panorámico) de 677 mil 700 pesos, y una más con Blu-Ray de 699 mil 900 pesos.
Manejo en “Baja”
Baja California Sur sirvió como el paraje ideal para el manejo de esta camioneta. En total recorrimos más de mil kilómetros.
El primer aspecto en notar es el externo, que otorga un poco más de rudeza a la imagen de esta familiar. Por dentro, las cosas permanecieron sin cambios, hecho que nos hizo desear algunos toques novedosos, pero nada que impidiera comodidad en todo momento.
La potencia le viene bien a este vehículo de casi dos toneladas, ya que a pesar de que los arranques requieren de tiempo, a largo plazo la velocidad alcanzada era más que suficiente para el desplazamiento de este unidad.
La tercera fila es relativamente cómoda, pero su función irá mejor con personas de baja estatura o niños.
La tecnología facilitó nuestro traslado, ya que el climatizador digital y las salidas USB traseras, nos permitieron no tener calor y cargar nuestro teléfono en los largos recorridos.
La dirección es un tanto pesada, hecho comprensible por las dimensiones de esta utilitaria de tres filas. Ese mismo hecho nos hizo tomar con calma las curvas, que la verdad, eran tomadas con un aplomo envidiable.
A grandes rasgos se trata de un gran producto, en el entendido de sus funciones, pero con competencia, como la de CX-9, le será difícil acaparar la cima de este segmento.