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Se perfecciona lo que ya era lo mejor

Más potencia, nuevo diseño y mejor consumo de combustible, hacen del que ya era el rey de los roadsters, distanciarse aún más de sus rivales

Es tan simple que debería ser fácil de entender y aplicar por parte de todos, pero no es así. Se trata de tomar un producto que ya es excelente y hacerlo aun mejor, en lugar de esperar a que la decadencia lo alcance y sólo entonces, hacer la lucha para ser de nuevo competitivos. Ese “secreto” es dominado los las mejores compañías fabricantes de autos y Porsche, una de ellas, acaba de usar ese principio otra vez en los nuevos Boxster y Cayman. Pero vamos a hablar del primero, por ahora.

En la pista de Willow Springs, en el norte de California, Porsche por primera hizo el lanzamiento de un auto fuera de Europa. Probablemente para usar todo el potencial del “Sunny state” y con ello estar seguros de que todos los nuevos Boxster podrían estar con sus techos abajo, para verse como lucen mejor. Y lo lograron.

Con las montanas del desierto del Mojave al fondo, la luna competía con el sol por ser lo más atractivo del cielo absolutamente despejado. En la pista sólo se necesitaba algo de acción para que el escenario se volviera perfecto. Y la hubo.

Seis flamantes Boxster esperaban por pocos y ávidos pilotos que los condujeran. Rusos, medio orientales y solo un mexicano tuvieron ese privilegio. Los coches nos miraban con sus nuevos ojos, cuya óptica adopta los más modernos estándares, con las direcciones insertadas en el conjunto enmarcado por policarbonato. Dentro, los faros que pueden seguir las curvas en la noche, al igual que pueden tener en el xenón su fuente de iluminación. Atrás, las calaveras que ahora cuentan con iluminación por diodos luminosos, los llamados leds. La forma general deja en claro que se trata de un Boxster. Como siempre en Porsche, el cambio marca una evolución, algo perfecto cuando una revolución no es necesaria.

Por dentro ocurre lo mismo. Mejores materiales, más confort. El cuidado de siempre en la construcción.
Lo realmente nuevo en el Boxster para 2009 es su motor. El básico, si se puede usar este término con un Porsche, tiene una máquina de seis cilindros opuestos (bóxer) con 2.9 litros y 255 caballos de fuerza. La versión S tiene un motor de 3.4 litros y 310 caballos de fuerza. El Cayman gana 320 caballos en su versión S.

La caja de cambios puede ser la PDK, que es la caja de doble embrague de Porsche. Tiene siete velocidades y un funcionamiento que puede ser controlado manualmente o de manera completamente automática. El fabricante dice que es aun más rápida que la manual de seis velocidades y no dudamos nada de este luego de haberla probado. El coche sí se siente más poderoso, con fuerza desde el principio, aunque esto suena difícil de creer para cualquiera que haya manejado un Porsche antes. Lo que parecía imposible, hacer que el antiguo Boxster se viera lento y se sintiera viejo, fue logrado.

La estabilidad y el confort también mejoraron, gracias a una afinación más atinada de la suspensión. Está disponible también, claro, la suspensión de rigidez y altura variable, al igual que un paquete de control de arranque (launch control), que gracias a un botón ubicado en el centro del tablero, maximiza el arranque del coche para lograr con esto el mejor tiempo posible, algo muy importante para cualquiera que conduzca un Porsche.

Los nuevos Boxster y Cayman deben llegar a México en febrero próximo, por un precio algo superior, pero no mucho, del que hoy se pide por uno de ellos. ¿Si vale la pena la espera? Después de haberlo conducido en una magnifica pista, donde el auto se siente en su casa, no me queda ninguna duda. A partir de ahora, reafirmo mi pasión por uno de los autos más divertidos, confiables, agradables y bonitos del planeta.

Sergio Oliveira/Willow Springs, California
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