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Reglas para ser una suegra nefasta

Capítulo I

Durante siglos las suegras han sido sinónimo de terror, crueldad y maldad. Son el blanco de todos los chistes y la causa de muchos problemas entre las parejas. En esta sociedad tan acostumbrada a las familias muegano, las suegras juegan un papel importantísimo con su imprudente manera de tratar de mantener el dominio de sus retoños aún en su vida matrimonial o de pareja. A continuación te presentamos un breve listado con algunas de las actividades favoritas de las suegras metiches.

Capítulo I

Llame a su nuera/yerno con el nombre equivocado, de preferencia con el de algún ex de quien usted no pierde la oportunidad de comentar lo maravilloso/a que fue.

El día de la boda ponga cara de pésame y resignación, y con un suspiro atorado exclame en voz alta: “¡Ay mi niña! ¿cómo se fue a casar con éste?”

Llámeles por teléfono en su luna de miel o mejor aún, alcáncelos en su viaje.  Total, llevan muchos días solos y seguro ya la extrañan.

Presiónelos cada vez que pueda para que: “ya encarguen bebé” o si ya tienen uno, pues presione para que tengan la parejita. Esto mejora si además les sugiere que el nombre del bebé sea como el de sus abuelos.

Hábleles diario a su casa, ya sea muy temprano o después de las 10 de la noche y siempre pregunte por su hijo o hija, nunca mande saludos a su yerno o nuera.

Si durante el embarazo su nuera tiene nauseas, mareos o calambres, minimícelos y dígale: “¿A eso le llamas pies hinchados? eso no es nada en comparación con lo que yo pasé, esas si que eran molestias”.

Critique todo lo que haga su nuera: su forma de cocinar, como educa a sus hijos, y sobre todo su necedad de trabajar, pues “el lugar de la mujer está en la casa”.

De su yerno critique: el trabajo que tiene, su forma de vestir y su poca habilidad para arreglar las cosas de la casa.

En la medida de lo posible haga comentarios frente a su yerno / nuera tales como: “Madre solo hay una” ó “tengo derecho de antigüedad”.

Compita con sus consuegros para ganar la atención de la pareja, critíquelos cada vez que pueda y haga todo lo posible para que pasen con usted todas las vacaciones.

Organice comidas reglamentarias todos los fines de semana y ármeles un teatrito / chantaje, si por algún motivo no pueden ir o simplemente se les antojó quedarse en casa.

Dígale a su hijo: “Te hablo a la oficina, por que con eso de que tu esposa nunca está en casa...”

Cuando la inviten a comer a su casa y la nuera le sirva el plato favorito de su hijo, diga algo así como: “Está muy bueno pero... te voy a pasar la receta correcta”.

Algunas frases que a una nuera le encanta escuchar de su suegra:

“¿Estrenando otra vez? ¡Ha de haber costado carísimo!”

“Te hablé y como de costumbre, no estabas”  “¿Otra vez se van de viaje?”  

“¿Estás repuestita verdad?”

Compare siempre que pueda a su nuera con la inteligente de su hija o al inútil de su yerno con la monada de su hijo.

Nunca olvide ni perdone cualquier falta por pequeña que sea.

Siempre aconséjela: en una tienda, en el momento de amamantar al bebé, en cómo poner la mesa, en como decorar la casa etcétera, etcétera.
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