Presencia asiática y europea
Honda mostró la nueva Odyssey 2018, ya basada en la plataforma de la actual Pilot y del futuro Accord
GUADALAJARA, JALISCO (14/ENE/2017).- Nissan e Infiniti también marcaron presencia. La primera mostró al Qashqai para EUA, que se llamará Rogue Sport, además de un concepto de sedán deportivo llamado Vmotion. La segunda exhibió el crossover QX50, que será fabricado en México, cundo todos pensábamos que sería la QX30 la producida en Aguascalientes 3. Esto nos deja pensando que la Mercedes fabricada ahí será la GLC, no la GLA. Ya veremos.
Honda mostró la nueva Odyssey 2018, ya basada en la plataforma de la actual Pilot y del futuro Accord. El motor será el mismo V6 de 3.5 litros que ahora tendrá 280 HP y una caja de 9 velocidades para la versión básica y de 10 para la Touring. Los asientos traseros más fáciles de moverse y nuevos artificios electrónicos, incluyendo un intercomunicador entre asientos, complementan las noticias.
Cupo a Toyota mostrar el futuro y menos conservador Camry, que finalmente usa una nueva plataforma. El auto es más bajo y más ligero y seguirá el esquema de usar un motor de cuatro y otro de seis cilindros, cuyas potencias no fueron reveladas.
Pero le tocó a Kia robar el escenario al lanzar el sedán deportivo Stinger, con tracción trasera y motor turbo de cuatro y seis cilindros. El auto resultó el producto más atractivo de todo el salón ante los ojos de los entusiastas. Llega a México en mayo próximo.
Los alemanes de Volkswagen ya finalmente mostraron la nueva Tiguan, hecha en México, con más espacio, opción de tercera fila y un motor turbo de 2.0 litros y 184 HP. Llega a nuestro país en agosto próximo. Audi mostró el concepto de crossover Q8, además del SQ5 y el A5 cabrio.
Mercedes-Benz puso en el piso por primera vez una edición de celebración del 50 aniversario de la alianza entre la marca y AMG con un GT Coupé pintado en negro mate, al igual que un Clase A 45 AMG también alusivo al aniversario.
No fueron muchas las novedades, al menos no tantas como esperábamos. Y al salir de la temperatura templada del salón al frío que llegó a 12 grados negativos en las calles de Detroit, de alguna manera vivimos lo que puede ser el reflejo del año para la industria automotriz en México, cuando todo pintaba muy bien, pero la amenaza consecuente de las pasadas elecciones estadounidenses aún puede congelar las mejores expectativas.