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Mujeres que dejan huella
Instituto Freire
Observo impresionada una pared tapizada de diplomas, reconocimientos, premios, distinciones, que Marcela a través de su trayectoria como maestra y benefactora con este extraordinario colegio, viven, gozan y aprenden niños con necesidades especiales.
“Toda mi vida estaba enfocada a ser maestra guardando juguetes para cuando tuviera mi escuela. Me dediqué a Educación Especial, la sensibilización la tenía, ya que viví entre doctores y hospitales, por tener una enfermedad degenerativa en mis huesos. Mi compresión es total para las personas que requieren ayuda”.
Marcela estudió: Pedagogía, y especialidad en, Problemas de Aprendizaje. Además de cursos, congresos, por eso esa pared me iluminó verla.
“No estoy casada ni tengo hijos, todo ha sido Freire. Preparándome específicamente en Autismo y primera en trabajar esta especialidad en Guadalajara. Hace 26 años con un chico de padre tapatío y madre japonesa, su madre me ayudó traduciendo los libros americanos únicos que tenían información en ese tiempo. Tenia Asperger, una parte del autismo”.
Más chicos llegaron con autismo, incluso de otros estados. Se incorporó a la Secretaria de educación Pública en 1998, nombrándolo Centro de Atención Múltiple. Esto permitió trabajar cualquier discapacidad: Parálisis cerebral, Discapacidad Intelectual y toda gama en necesidades especiales.
“Formalicé todo en la SEP, con planes y programas apegados a la Secretaría, con personal capacitado en la Normal de Educación Especial, mas la preparación recibida aquí. Tenemos, Pre- Escolar y Primaria. Los muchachos fueron creciendo, me había prometido no tener adolescentes, ¿como ver a los padres sufriendo al pedírmelo? Y abrí la Secundaria”.
Tiene talleres ocupacionales que funcionan por la tarde con jóvenes de los 15 hasta 30 años, con discapacidad intelectual trabajando manualidades. Interactúan con jóvenes de otras escuelas, que realizan las mismas actividades.
“Se integran los niños regulares y los niños típicos, en forma sutil, sin ver las diferencias conviviendo juntos. Encontrando lo que une, y no, lo que los separa. Esta es la Filosofía de Freire.”
“Me sentiría muy orgullosa de pensar que aporté en mi vida, a Jalisco y a la sociedad tapatía, para que sea incluyente. Es mi meta. El chiquito que no caminaba; camine, quien no hablaba: Lo hace. Ya no estoy frente a grupo, las maestras me apoyan en los avances de los chicos. No tiene precio, ni palabras, para explicar el gozo que sientes de ver adelantar a un chico con discapacidad”.
“En el Programa Escolarizado tenemos 49 alumnos, en Terapia 25, en Talleres Ocupacionales, 12 jóvenes. Obtienen su certificado de la SEP. En 2007 decidí hacerme una Institución Asistencial. Siempre he dado becas, y opero en números “rojísimos”, nunca he tenido para comprar una casa propia y pagar sueldos dignos. Quien entra a Freire, es una vocación dando sus conocimientos, tiempo, y su persona.”
Notarios y Abogados le decían: ¿Como vas a regalar 25 de trabajo? Es tu vida, te irás como llegaste: Sin nada. “Entrego a Freire para que continúe y persevere aunque Marcela Páramo: NO ESTÉ.”
Surgió una convocatoria de Goldman Saks, y Tec de Monterrey, llamada “10.000 Mujeres Latinoamericanas” promoviendo la capacitación de las mujeres. Estudia un Diplomado. En 5 años estará fortalecida la Institución mejor de lo que está actualmente.
En mayo se graduará. Guadalajara tendrá el orgullo de que Marcela Páramo esté entre las 100 mejores mujeres latinoamericanas de esta primera generación de “10 mil mujeres de Goldman Saks”. Única ONG elegida, las demás son empresarias. Freire conquistó.