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Mujeres que dejan huella
Armandina Cruz, el rebozo
Las piezas exclusivas de colección llevan más de cinco mil hilos hechos con texturas naturales: seda, algodón, fibras de madera y conlleva miles de horas de elaboración.
Armandina Cruz nació en la tierra del rebozo: San Luis Potosí, en la huasteca donde los huachichiles maravillosos tejedores, cuando llega la colonia se inicia el estilo: Santa María.
“Este rebozo de Santa María que después se reproduce en todo el país, con sus mallas y rejillas. Mi familia para los acontecimientos importantes se adornaba con el rebozo de gala en seda.
Estudié en la UNAM, Lic. en Trabajo Social, con especialidad en Cultura Popular, teniendo un puesto en Gobernación pude conocer todo el país y sus expresiones, y establecí un proyecto sobre la readaptación social a través de la cultura, en las Islas Marías. Ganamos a nivel Internacional un concurso de narrativa y cuento, en Amnistía Internacional en Alemania.
Tengo Diplomado sobre la Historia y Geografía de Jalisco, para saber de esta tierra en que vivo. Y después para la Secretaría de Cultura y el Consejo Nacional de las Artes, estudié un diplomado sobre gestión de Proyectos Culturales, que he plasmado, en ‘La Casa del rebozo’.
Me avoqué al sur de Jalisco para ver que había pasado con el rebozo, porque quedaban los últimos vestigios del telar de cintura, allá está la etnia Náhuatl, arrojó que el uso del rebozo se estaba perdiendo, por la desvalorización, desprecio y estigma que solo la gente pobre lo usa. Con la globalización lo hemos perdido”.
Armandina propuso institucionalizar un espacio dedicado a los aspectos de cómo hacer un rebozo. Saber la historia de cómo nació y sus influencias: Prehispánicas, conquista y colonia, con la mantilla española, Mora, mestizo, y prenda clave en la época de la Revolución.
“Nuestros indígenas diestros en el algodón teniendo las mejores calidades del mundo. Llegaron hasta ahí en cuanto a textiles, después se adiestran: en la morera, el gusanito, siembra de árboles, clima, altura. Así nació el rebozo, con dos características: Diseño y Rapacejo.”
Es autosustentable, las mujeres no abandonas a sus hijos, es alternativa de empleo, preservamos cultura, el tejido es integrador, sociológicamente la mujer que teje tiene alrededor a sus niños, y una tradición que esta heredando, como en Michoacán y Oaxaca. La “Casa del Rebozo” es una escuela donde tejen los jueves y sábados, desde hace 5 años, en López Cotilla 1939. Teléfono. 38-27-32-19.
Tenemos espectáculo para valorarlo, presentando historia, música, poesía, gastronomía, folclor, modelaje. Dura hora y media, e iniciará a las 20.00 horas y lo presentaremos este 20 de noviembre, Día de la Revolución Mexicana.
“El rebozo une las clases sociales. Hacer un rebozo es un arte, y pórtarlo también”.
mayalemus@hotmail.com