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Mujer al volante

Estacionarse es lo de hoy

GUADALAJARA, JALISCO (13/NOV/2010).-  El título de esta columna surge a raíz de una de las pláticas –como siempre totalmente ilustradoras- con mi mentor. El tema en esta ocasión fue la reciente novedad, y casi moda, de generar automóviles con el sistema para que el auto se estacione solo, tal como es el caso de la Mercury Mariner o el Audi A3 que se venden en México.

La automatización puede hacer que uno le pierda el gusto al manejo o no, eso depende de los gustos y necesidades de los usuarios, me parece que el sistema es atractivo para quienes siguen en la batalla por aprender a estacionarse; en lo personal prefiero que la experiencia sea completa y aunque es muy atractivo el sistema prefiero los modelos que cuentan con otras facilidades pero que te permiten estacionarte por ti mismo.

En esta ciudad en donde el caos vial reina es indispensable saber estacionarse, porque con ello se adquiere cierto dominio de las dimensiones del auto y al tenerlas claras la vida sucede casi sin percances.

De las facilidades puedo decir que hay unos sensores que sino vienen integrados, se pueden aplicar especialmente en las “mamamóviles” , estos te indican mediante un sonido si estas a punto de chocar con algo, al frente o detrás. Hay otros autos que cuentan con un diagrama en el espejo retrovisor que se activa para servirte de guía. Es un poco complejo cuando no se dominan los ángulos, pero sí ayuda; por otro lado y mucho más sofisticado está el sistema de Acura que te permite ver en el retrovisor exactamente lo que tienes detrás y si está oscuro te da luz para que no pierdas el contacto con la parte posterior del vehículo. Además claro, de contar con sensores y un diagrama de ángulos que hacen de este momento uno extremadamente especial.

En definitiva el tema de estacionar un auto tiene que ver con dos movimientos y no más, pero para llegar a esa precisión se requiere práctica. Quiero compartirles que en el proceso de aprendizaje tuve gran ayuda, pues un día que yo estaba en el eterno padecer del aprendizaje para estacionarme en dos movimientos, mi adorada tía Helen, con su tono de voz firme y serio me dijo: “pero si es de lo más fácil”, desde luego abrí los ojos lo más que pude porque no daba crédito a lo que escuchaba, y continuó “ la forma más fácil y rápida de hacerlo es colocando tu coche en paralelo al de adelante, después verifica que tu espejo lateral quede al mismo nivel del otro y enseguida aplicas reversa y te ‘tuerces’, en el momento en que la mitad de tu coche esta dentro del espacio elegido empiezas a enderezarte y ¡listo!”. A lo dicho con estos dos movimientos he logrado estacionarme sin padecer.

Aunque la tendencia sea a la automatización, siempre será ideal tener el control de una máquina tan excepcional como son las de los autos.
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