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Mujer al volante

Un motor enternecedor

GUADALAJARA, JALISCO (03/JUL/2010).- He de confesar que soy una de las primeras personas en no querer un Jetta. No lo tengo en mi cabeza. Y es un coche que – a mi parecer- es ordinario. Así que, por más que me insistieron en manejar el Jetta TDI (Turbo diesel injection), tuve objeciones hasta liberarme del prejuicio.
Siempre tuve una impresión rara de este auto. Creo que lo que más me molestó fue su campaña publicitaria, definitivamente no todos tenemos uno en la cabeza. Pero la negativa duró hasta el día en que estuve al volante del Jetta TDI.

Al exterior, es un coche que presenta algunas novedades en su diseño. Mínimas, por supuesto, porque la gente que gusta del Jetta, prefiere su forma en primera instancia y lo eligen por su cajuela, al menos sobre el Golf (aunque en este momento, sólo nos queda el GTI). No de trata de ventanear a nadie, pero uno de mis amigos “ama” el perfil de su auto y para él no hay otro que pueda reemplazarlo.

Pero les tengo que contar que el TDI no es un Jetta cualquiera. No señor. Éste es un auto bien diseñado para la vida en la ciudad, fácil de estacionar y aunque es uno de los muy codiciados por los amantes de lo ajeno, el placer manejarlo te cautiva.

La prueba sensorial comienza al palpar ciertos detalles. La vista no ha sido cautivada hasta abrir la puerta. En la versión TDI, el equipo es muy interesante: un buen aire acondicionado y un sonido de esos que despeina, de alta fidelidad, al menos en lo que a música de los noventa se refiere.

Un detalle muy atractivo –al menos para mí- es que el tablero enciende en color azul con algo de rojo, y eso es algo que, de entrada, empezó a hacerme sentir bienvenida al interior.

Los asientos son de piel y reflejan lujo. Pero todo lo demás te hace sentir ese lujo a un nivel mucho más casual, casi deportivo. Es un coche que te permite descubrirlo poco a poco. Los ajustes del asiento; el del descansabrazos a la altura que sea necesaria; el quemacocos. ¡Qué maravilla!

Y lo mejor llega al girar la llave: truck, truck, truck… ¡¡¡es el sonido del motor de un camión!!! ¡¡¡Pero chiquito!!! Eso cautivó totalmente mis sentidos. Todo el tiempo bajaba el cristal para escuchar el tierno sonido de esa máquina. Y claro, acelerar y acelerar es toda una experiencia que deben vivir las mujeres. No se trata de sentir la potencia del gran motor. Es agilidad y aunque me dieron una explicación de su funcionamiento, debo decirles que el turbo hace sus funciones y en este coche la velocidad es un asunto que debe tomarse en serio, pues fácilmente puedes llegar en tercera a los 120 km/h y no darte cuenta.

En resumen, aun si no te gusta el exterior, puedes quedar cautivada por cualquier otra cosa, porque el Jetta TDI es un auto que entra perfectamente en la categoría “women friendly”.
Después de varios intentos, Volkswagen lo logró: ahora yo ya tengo un Jetta en mi cabeza…
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