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Más que una cara

Discreto, amplio y poderoso, el Altima nos hizo pasar buenos momentos

GUADALAJARA, JALISCO (11/ENE/2014).- Su semblante familiar ya no llama tanto la atención, pero en estos días, esto resulta una enorme ventaja. Por esto, los 90 días en que condujimos el Altima, tuvimos más de lo que ofrecen algunos más llamativos, pero manteniendo una muy segura discreción.

Pese a sus formas sobrias, este sedán nipón deja de ser un coche moderno y que aún roba algunas miradas y suspiros a su paso. Su diseño da de qué hablar por la similitud en toda la gama de sedanes de Nissan, sin que haya un elemento “emocional” o determinante que lo diferencie más allá de su tamaño.

Pasamos al interior y nos encontramos con un mundo diferente. Estos tres meses que lo manejamos nos pareció un coche cómodo tanto para ciudad como para carretera. Los asientos se adaptan al tamaño de la espalda, aunque no tienen una sujeción tan precisa como hemos probado en otros sedanes como el Fusion o el Accord.

Siguiendo con la lista que engloba el confort, tenemos aire acondicionado de doble zona; paletas al volante y controles de audio; computadora de vi aje; navegador; pantalla táctil; quemacocos; piel y encendido con botón mediante el sistema “sin llave”, que también nos permite acceder al vehículo (y cerrarlo) con oprimir un botón desde las manijas de las puertas delanteras.

En resumen, contamos con un coche que ofrece lo máximo del equipamiento en su segmento, lo cual agradecimos en este pequeño periodo de prueba, al hacernos sentir bien, cómodos y seguros. Además, su carácter tranquilo se mantuvo a la hora de llenar el tanque.

Mucho se ha hablado de que extrañamos el desempeño del motor V6 con caja automática “normal”, pero en el caso de esta versión, con caja CVT, no nos parece “tan decepcionante” como se pretende o se ha querido dar a entender en algunos medios.
Si bien no somos precisamente “fanáticos” de la CVT, la del Altima cumple con su papel y uno de ellos es ofrecer economía de combustible.

Vamos por partes. En ciudad no tuvimos necesidad de usar los cambios secuenciales que simula, activados desde las paletas al volante. Pero en carretera, utilizar este elemento nos permitió llevar al límite de las revoluciones al motor, jugando un poco con los cambios y haciendo rebases muy rápidamente. Es cuestión de encontrarle el gusto a la CVT y nada más, porque tenemos un coche muy capaz.

El aplomo y buen agarre en curvas es para tomar en cuenta, con una suspensión ajustada de forma suave para evitar la dureza del camino y los baches. Sin embargo, a la dirección le falta una pizca de precisión para apuntar de mejor forma a donde queremos, pero es cumplidora.

El rendimiento

El Altima se trata de un sedán mediano de 1.6 toneladas, en el que viajamos una o dos personas como máximo la mayor parte de los días. Al menos cuatro personas nos pusimos al mando del auto, el cual nos arrojó dos caras de la moneda en su consumo.
La primera con un uso “normal”, con aire acondicionado siempre encendido y poniendo el pie en el acelerador con más fuerza; la segunda, prácticamente sin uso del A/C (con el frío, no era necesario en las mañanas) y con el pie puesto sobre el acelerador con la suavidad de un jinete sosteniendo las riendas del caballo al trotar.

El consumo en ciudad nos arrojó, en el primer caso, entre 6 y 7 kilómetros por litro. Cuando nos contuvimos, llegamos hasta los 9 kilómetros por litro. Por otro lado, en carretera tuvimos la oportunidad de salir con el auto con cuatro personas a bordo, a una velocidad promedio de 150 km/h, donde nos arrojó una cifra de 10.9 km/l. Nada mal para su motor de 3.5 litros y 270 HP.

Por lo tanto, destacamos que la forma en que varía el consumo de gasolina en el Altima es normal, y dependerá siempre de quien lo conduzca. Si lo hace con brío cobra factura, pero si lo hace de forma cuidadosa como nosotros nos pusimos a experimentar, puede arrojar un bajo consumo, aunque este segundo caso es difícil de administrar las ganas de sentir su buena respuesta, pero lo logramos. Factores como el tráfico intenso en grandes ciudades, sin embargo, no siempre lo hacen posible.

El Altima se comportó a la altura. Cuando fue requerido y necesitamos confort, aplomo, seguridad y hasta economía, cumplió. Además, lo hizo con la confiabilidad que se espera de un Nissan, sin necesidad de acudir ni una sola vez a servicio. Es un coche de líneas sobrias, que a los ojos de mucha gente resulta atractivo, por lo que este tema, queda a su consideración. A nosotros, el Altima nos dejó satisfechos en todos los aspectos.

FICHA TÉCNICA

Nissan Altima Exclusive V6 2013

DATOS TÉCNICOS

Motor: Frontal longitudinal.
Cilindros: V6; 3.5 litros
Turbocompresor: No.
Potencia: 270 HP @ 6,000 rpm.
Torque: 258 libras-pie @ 4,400 rpm.
Tracción: Delantera.
Transmisión: De tipo CVT, con modo secuencial

SUSPENSIÓN

Delantera: Independiente, de tipo McPherson, con resortes helicoidales y barra estabilizadora.
Trasera: Independiente, de tipo Multilink, con resortes helicoidales y barra estabilizadora.

FRENOS

De discos sólidos en las cuatro ruedas, con sistema antibloqueo (ABS), distribución electrónica de la fuerza del frenado (EBD) y asistente de frenado (BA).

DIRECCIÓN

De piñón y cremallera, con asistencia eléctrica.

DIMENSIONES

Largo: 4,863
Ancho: 1,830
Alto: 1,477
Distancia entre ejes: 2,775
Peso: 1,603 kilógramos

CAPACIDAD

Tanque: 68 litros
Cajuela: 436 litros

RESULTADOS EN EL AUTÓDROMO

Aceleración de 0 a 100 km/h en: 8.7 segundos
Frenado de 100 km/h a 0 en: 45 metros
Cuarto de milla: 15.65 segundos a 137.2 km/h
Velocidad máxima: 210 km/h
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