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Mala alimentación, principal factor que detona diabetes
La dietas basadas en grasas saturadas y altos niveles de azúcar contribuyen
CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS (06/ABR/2016).- El principal factor que detona la diabetes es una mala
dieta, basada en grasas saturadas y altos niveles de azúcar, por lo que modificar estos hábitos contribuirá a reducir este problema de salud pública y en consecuencia, permitiría ahorros en la materia.
La coordinadora de Nutrición Clínica y Geriátrica del Instituto de Posgrados y Ciencias, Campus Monterrey, Alejandra García Quiroz, refirió con datos de la Secretaría de Salud, que 80 por ciento de los pacientes con obesidad desarrollan diabetes a causa de la alimentación.
"La predisposición genética contribuye con una mínima parte porque lo que dispara (la enfermedad) son los factores ambientales y principalmente, la alimentación que estamos viendo en México es lo que la detona", dijo.
En entrevista, en el marco de la Cuarta Cumbre Global YINI (Yoghurt in Nutrition Initiative), que tuvo como tema "Yoghurt y Diabetes Mellitus T2: de la evidencia a la práctica clínica", añadió que hay personas que tienen predisposición genética pero con un estilo saludable no desarrollan diabetes.
Por el contrario, puntualizó, hay personas sin la condición familiar pero con una vida muy desfavorable, sin alimentación adecuada ni ejercicio y con un alto nivel de estrés que desarrollan la enfermedad.
Al respecto, la directora del Departamento de Nutrición del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México, Erika Ochoa, comentó que independientemente de la edad de la persona, en cada tiempo de comida se debe incluir verduras o frutas, proteínas (animal o de leguminosas) y cereal.
En entrevista por separado, ejemplificó que para un bebé de ocho meses, se le puede dar un desayuno de papaya con avena y yogurt, con lo que se cumple con los tres componentes del buen comer.
Un adulto que corre maratones, antes de su entrenamiento se puede comer un plátano y después de la actividad, puede comer proteína y cereal, apuntó.
"Fácilmente a cualquier persona se le puede recomendar que la gran mayoría de su alimentación tienen que ser frutas y verduras y lo otro es proteína y cereales", indicó.
Una encuesta en menores de cinco años, revela que cerca de 80 por ciento no come fruta o verdura pero sí dulces, refirió Ochoa.
Las especialistas coincidieron en que las medidas aplicadas en México como el retiro de "productos chatarra" de las escuelas no tuvieron el impacto esperado debido a que hubo una mala aplicación de la iniciativa, además que esto debió acompañarse de estrategias que refuercen la educación en casa.
"En las casas lo que se ofrece de comer es lo que alcanza y muchas veces lo que alcanza no es la mejor calidad a la que todos deberíamos tener derecho a poder adquirir", comentó Ochoa, quien destacó que se requieren políticas públicas que mejoren los entornos y que den acceso a una mejor alimentación a los mexicanos.
La coordinadora de Nutrición Clínica y Geriátrica del Instituto de Posgrados y Ciencias, Campus Monterrey, Alejandra García Quiroz, refirió con datos de la Secretaría de Salud, que 80 por ciento de los pacientes con obesidad desarrollan diabetes a causa de la alimentación.
"La predisposición genética contribuye con una mínima parte porque lo que dispara (la enfermedad) son los factores ambientales y principalmente, la alimentación que estamos viendo en México es lo que la detona", dijo.
En entrevista, en el marco de la Cuarta Cumbre Global YINI (Yoghurt in Nutrition Initiative), que tuvo como tema "Yoghurt y Diabetes Mellitus T2: de la evidencia a la práctica clínica", añadió que hay personas que tienen predisposición genética pero con un estilo saludable no desarrollan diabetes.
Por el contrario, puntualizó, hay personas sin la condición familiar pero con una vida muy desfavorable, sin alimentación adecuada ni ejercicio y con un alto nivel de estrés que desarrollan la enfermedad.
Al respecto, la directora del Departamento de Nutrición del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México, Erika Ochoa, comentó que independientemente de la edad de la persona, en cada tiempo de comida se debe incluir verduras o frutas, proteínas (animal o de leguminosas) y cereal.
En entrevista por separado, ejemplificó que para un bebé de ocho meses, se le puede dar un desayuno de papaya con avena y yogurt, con lo que se cumple con los tres componentes del buen comer.
Un adulto que corre maratones, antes de su entrenamiento se puede comer un plátano y después de la actividad, puede comer proteína y cereal, apuntó.
"Fácilmente a cualquier persona se le puede recomendar que la gran mayoría de su alimentación tienen que ser frutas y verduras y lo otro es proteína y cereales", indicó.
Una encuesta en menores de cinco años, revela que cerca de 80 por ciento no come fruta o verdura pero sí dulces, refirió Ochoa.
Las especialistas coincidieron en que las medidas aplicadas en México como el retiro de "productos chatarra" de las escuelas no tuvieron el impacto esperado debido a que hubo una mala aplicación de la iniciativa, además que esto debió acompañarse de estrategias que refuercen la educación en casa.
"En las casas lo que se ofrece de comer es lo que alcanza y muchas veces lo que alcanza no es la mejor calidad a la que todos deberíamos tener derecho a poder adquirir", comentó Ochoa, quien destacó que se requieren políticas públicas que mejoren los entornos y que den acceso a una mejor alimentación a los mexicanos.
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