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Las múltiples caras de la verdad

Este 21 de marzo la Suprema Corte no dirá si ella es culpable o no de secuestro, sino si se respetó la Ley en su proceso. La trama parece la de una buena novela negra, que incluye hasta un montaje para televisión

GUADALAJARA, JALISCO (18/MAR/2012).- Bajo la mirada de algunos, la francesa es tan sólo una cara angelical que se esconde detrás de una celda; para otros, ésta es la integrante de una banda de secuestradores conocida como “Los Zodiaco”. Hay quienes la consideran una víctima de la injusticia y un ejemplo de la mediocridad del sistema judicial mexicano; no obstante hay aquellos que argumentan su culpabilidad con vehemencia. Florence Cassez es un personaje controvertido, lo cierto es que su caso ha sido motivo de ebullición mediática, turbulencia nacional y fricciones diplomáticas.

Florence Marie Louise Cassez Crépin nació el 17 de noviembre de 1974 en Béthune, un pueblo situado en el norte de Francia. Fue la tercera hija de Bernard Cassez y Charlotte Crépin; desde pequeña se caracterizó por ser una niña independiente y determinada. Un año antes de terminar la preparatoria, Florence abandonó los estudios para trabajar en una tienda de muebles. Tiempo después se convirtió en la responsable de Eurodif de Amiens, negocio en la cual fungía como coordinadora de un grupo de vendedoras.  

En 2001 Cassez fue despedida de su puesto y las oportunidades laborales en Francia se veían limitadas. Años antes Sébastien, su hermano mayor, se había trasladado a México para contraer matrimonio con Vanesa Mercado, mujer mexicana. Sébastien Cassez se asoció con Eduardo Margolis, un buen amigo de Israel Vallarta Cisneros, a quien ahora se le identifica como el líder de “Los Zodiaco”.

Con el fin de revertir la situación de desempleo de Florence, Sebastién motivó a  su hermana a venir a México en busca de mejores oportunidades. La ciudadana gala llegó a la Ciudad de México en 2001. Ingresó al territorio nacional en condición de turista, y al no contar con los permisos migratorios requeridos para laborar legalmente, comenzó a trabajar con su hermano en la venta de productos médicos. Fue en este periodo cuando Cassez conoció a Israel Vallarta Cisneros, quien entonces se presentó como un supuesto empresario. Florence nunca hubiera imaginado la trascendencia que este encuentro tendría sobre su vida.

Inicialmente, vivió en la casa de Sebastién, sin embargo, la pésima relación que llevaba con su cuñada la hizo cambiar de opinión. En cuanto le fue posible, la francesa modificó su situación migratoria a no inmigrante con actividades lucrativas, encontró empleo e inauguró su anhelada independencia. Comenzó a trabajar en la empresa Marketing and Technologys Imported y después en Servi Bosque.

A lo largo de este tiempo, Cassez había mantenido contacto con Israel Vallarta. Finalmente estableció una relación sentimental con él y comenzaron a vivir juntos. Según ha expresado la francesa, su pareja se dedicaba a la venta de refacciones mecánicas.

A mediados de 2005, Florence emprendió el viaje de regreso a su tierra natal, sin embargo, hundida en el desempleo regresó a México en septiembre de este mismo año. Aunque tiempo después la francesa declaró que en aquel momento su relación con Israel había concluido, todo parece indicar que volvió a vivir con él en el Rancho Las Chinitas, propiedad ubicada en la carretera  México-Cuernavaca donde fueron encontradas tres personas secuestradas.

En este periodo, Florence fue contratada como anfitriona de huéspedes por el Hotel Fiesta Americana Grand en la capital y planeaba mudarse a la Ciudad de México. El 8 de diciembre de 2005 Cassez y Vallarta se trasladaban al Distrito Federal con el automóvil cargado de muebles para la mudanza, cuando fueron detenidos por elementos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).

La pesadilla apenas comenzaba. Un día después de su detención, la Procuraduría General de la República (PGR) notificó haber desmantelado a la banda de secuestradores “Los Zodiaco”, implicada en al menos 10 secuestros y un homicidio. En seguida se mostró por televisión cómo supuestamente el equipo de la AFI se introducía en el Rancho Las Chinitas y liberaba a tres personas plagiadas.  

Sin embargo, la supuesta detención estuvo repleta de irregularidades. Cassez no fue puesta a disposición del Ministerio Público de forma inmediata ni se le notificó a la Embajada francesa su captura. Por el contrario, Florence fue escoltada al Rancho para grabar un montaje de lo acontecido. El 10 de febrero de 2006 las autoridades mexicanas reconocieron que la captura televisiva fue producto de una recreación de los hechos, aunque la AFI negó esta declaración.

Por otro lado, las víctimas han asegurado reconocer el tono pelirrojo de su cabello y su inconfundible acento extranjero, aunque los testimonios de los plagiados han evolucionado con respecto a su estado original. Tiempo después saldría a la luz pública que Vallarta también mantenía una relación sentimental con Eduardo Margolis. Sumado a los testimonios de las víctimas, Margolis señaló que cuando Vallarta fue detenido, éste lo amenazó con asesinar a su familia si delataba sus actividades ilícitas.

En la convulsión de versiones opuestas entre sí,  Cassez fue sentenciada a cumplir una condena de 60 años en prisión por secuestro, portación de armas exclusivas del Ejército y delincuencia organizada.

El caso Cassez, asunto de Estado


El controvertido caso Cassez trascendió del terreno jurídico a la esfera diplomática al convertirse en motivo de desgaste y tensión en las relaciones bilaterales de México y Francia.

Cuando el mandatario francés, Nicolás Sarkozy, asumió la presidencia en 2007, hizo la promesa de auxiliar a los ciudadanos franceses detenidos como rehenes en el mundo. Con base en este juramento, Bernard y Charlotte presentaron el caso de su hija. El presidente francés se comprometió moralmente con la iniciativa presentada y adoptó el caso como bandera política.

El profundo interés de Nicolás Sarkozy en el caso de Florence tiene distintas aristas. Por un lado, se dice que la familia Cassez mantenía una relación estrecha con el mandatario. Sin embargo, la detonación del caso coincidió con un momento político decisivo. Las posiciones esgrimidas en torno a la liberación de Ingrid Betancourt, el ascenso de Francia a la presidencia de la Unión Europea y la posibilidad de elevar sus índices de popularidad, fueron factores que influyeron en el mandatario para apoyar a los Cassez.

Desde entonces, Sarkozy ha presionado al Gobierno mexicano para que éste extradite a la ciudadana francesa. El Ejecutivo de México se ha negado porque la pena por secuestro en Francia es menor y Cassez podría salir de la prisión al poco tiempo. El apremio de la diplomacia francesa ha sido tal que en 2011 se dijo que el Año de México en Francia, festival de gran trascendencia artística y cultural, sería dedicado a la sentenciada. La posición de Sarkozy ha sido criticada dentro y fuera de Francia, pues se argumenta que convirtió una cuestión particular en un asunto de Estado.

Aunque el encarcelamiento de Florence Cassez se remonta a 2005, su caso regresa a la luz pública con la propuesta del ministro de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar, de otorgar amparo y decretar libertad absoluta a la francesa. El presidente Sarkozy celebra la iniciativa presentada por Zaldívar, pues la liberación de Cassez le permitiría obtener una victoria popular en el marco del periodo electoral. No obstante, este escenario representaría un fuerte golpe para el Ejecutivo mexicano.  

El caso será votado el próximo miércoles 21 de marzo, día en que se dictaminará la culpabilidad o la inocencia de Cassez en el marco de un proceso viciado y caracterizado por una manipulación constante de los hechos y la información.

EL TEMOR
60 años


Es la sentencia cumpliría por los delitos de secuestro, portación de armas exclusivas del Ejército y delincuencia organizada.

La libertad

El próximo miércoles 21 de marzo, la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) discutirá y votará el proyecto de resolución del ministro Arturo Zaldívar, quien propone la liberación de Florence Cassez, la ciudadana francesa sentenciada por secuestro en México en el año 2005.

Para que Florence Cassez pueda dejar la prisión, la mayoría de los cinco ministros deberán votar a favor del proyecto del ministro Zaldívar, el cual que señala que se violaron los derechos fundamentales a la notificación, a la puesta a disposición inmediata ante el Ministerio Público y a la presunción de inocencia de la mujer.

En la sala se necesitan únicamente tres sufragios a favor  para conceder el amparo, y al menos de manera pública, Arturo Zaldívar, Olga Sánchez Cordero Cossío y José Ramón Cossío se han pronunciado en favor de que la Corte garantice el debido proceso legal, con lo que la ciudadana francesa quedaría libre.
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