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Lanzamiento Mazda CX-5

El crossover de Mazda apunta hacia la dirección opuesta de la CX-7

GUADALAJARA, JALISCO (16/OCT/2012).- Prepárese, por que éste es un Mazda diferente. De hecho, será el primero de los nuevos autos del fabricante nipón que tentrán otra filosofía. El CX-5 no es un simple reemplazo de la CX-7 que desaparece pronto, porque hace las cosas de una manera distinta y, casi siempre, mucho mejor.

El nombre CX-5 puede no ser muy afortunado en un mercado como el mexicano, que aún compra autos “por metro”.

Como 5 es un número menor que 7, muchos pensarán que ésta es una camioneta chiquita, que estará para la CX-7 como la Ford EcoSport para la Escape.

Pero se equivocan. La (y ponemos en el femenino porque en México, nadie dirá que es un crossover, sino una camioneta) CX-5 no es un “camionetita”. Es casi del mismo tamaño que la CX-7 y luchará exactamente contra las mismas enemigas, aunque con armas y tácticas muy distintas.

Primero está la forma, que abandona las sinuosidades para algunos excesivas de la CX-7 y propone un aire más atrevido. La parrilla frontal tiene una base en forma de ala, que es el nuevo frente de los Mazda a partir de ahora. Los costados son un poco más rectos, pero con superficies cóncavas y convexas que le dan movimiento y fuerza.

El faldón gris oscuro tiene un pico que ayuda a transmitir esa sensación de agilidad que tiene la CX-5. Las calaveras son horizontales y ligeramente redondeadas en su parte central. El conjunto es muy agradable a nuestros ojos.

Por dentro ocurre lo mismo. Los plásticos rígidos de la CX-7 dicen adiós para dar la bienvenida a la suavidad y ausencia de brillo, lo que se agradece aún más en un país tan luminoso como éste. El volante de tres rayos se parece al anterior y tiene ajuste de altura y profundidad, además de controles para estéreo y manos libres. Los instrumentos tienen números de color blanco y son de fácil lectura. En el centro del tablero y arriba de la consola están los controles del estéreo y aire acondicionado, con una pantalla de 5.8 pulgadas como monitor.

Los asientos tienen excelente sujeción lateral. Adelante, dos personas viajarán tan cómodas como los que van atrás, pero como casi siempre, transportar a cuatro será más cómodo que llevar a cinco a bordo. Es más amplia que la CX-7.

La cajuela tiene buen tamaño, casi igual al de una Escape y el respaldo de los asientos traseros se pueden abatir 40-20-40.

Sin prisa

En una reciente prueba de largo plazo que hicimos con una CX-7, nuestra queja principal fue el consumo de combustible. Bueno, Mazda estaba escuchando. Porque este es el mejor punto de la CX-5, la economía.

Con una carrocería cerca de 250 kilogramos más ligera que su antecesora y con un motor de cuatro cilindros, 2.0 litros y 155 caballos, la CX-5 es probablemente la más económica de todas sus rivales en el mercado, incluyendo la reina, la Honda CR-V. Pero ya no hay aquel empuje fuerte en el arranque que proporcionaba la CX-7 turbo, que tenía 85 caballos de fuerza más.

Tendremos sólo una caja de cambio, automática de seis velocidades con modo manual.

Sin embargo, es en las curvas donde la CX-5 muestra que el espíritu “Zoom-zoom” sigue vigente. Al igual que en la economía de combustible, éste es otro punto donde la CX-5 se pone arriba de todas. ¿Se acuerdan del cuento de “se maneja como un auto” que nos intentan vender todos los fabricantes de camionetas? Éste es el caso donde esto está más cerca de la verdad, al menos antes de hablar de Porsche o BMW. Pudimos probar su magnífica estabilidad en el lugar menos adaptado para una camioneta: un autódromo.

Pero en Cancún vimos que la CX-5 es también muy divertida ahí. Luego de conducirla en ese ambiente, nos quedó claro que no fue hecha para ser la sustituta de la CX-7, es mejor pensar en la CX-5 como un “MX-5 Crossover”.

Claro que esa estabilidad implica algo menos de confort. Las imperfecciones del camino son fácilmente perceptibles, pero no llegan a incomodar.

Los frenos funcionan de manera excelente, sin fatiga y con buen tacto. Estamos seguros que en las pruebas también será otro punto en el que la CX-5 estará por arriba de las demás.
La camioneta llega a sus distribuidores el 10 de noviembre próximo, luego de que su arribo fuera pospuesto un par de veces. Su precio será de 382,900 pesos, en versión única con asientos de piel; quemacocos; Bluetooth y rines de 19 pulgadas, entre otros.

Tal vez no sea la camioneta esperada por los que se acostumbraron a adorar a la potencia de la CX-7, pero el que ame su bolsillo, sacrificará sin problemas la aceleración a favor de un mejor manejo y una magnífica economía.

Radiografía

Motor: L4; 2.0 litros, 155 CV @ 6,500 rpm y torque de 150 libras-pie @ 3,600 rpm.

Transmisión: Automática de seis velocidades (6+R) con modo manual.

Suspensión: Independiente tipo MacPherson adelante y Multilink atrás.

Frenos: De discos en las cuatro ruedas, con ABS, EBD y BA.

Precio: 382 mil 900 pesos
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