Suplementos
La Ruta del Peregrino, camino de tradición y fe
En la andanza, los peregrinos encuentran el impulso que los lleva a caminar en un mar de alabanzas y esperanza
GUADALAJARA, JALISCO (08/JUN/2014).- Un camino trazado sobre la tradición y la fe, es lo que lleva a Talpa de Allende. La ruta de 92 kilómetros comprende el cruce de los municipios de Ameca, Guachinango, Mixtlán, Atenguillo y Mascota, en la que miles de peregrinos recorren cada año (desde el mes de marzo hasta Semana Santa), principalmente a pie, para visitar a la Santa Patrona de este pueblo. Y es que resulta ser una ruta tan mágica, que entre los rezos y alabanzas el caminar de los días se convierte en horas.
La Virgen de Talpa, modelada en el año 1585 por indígenas de tarascos de Michoacán, fue una de las imágenes donadas por los religiosos franciscanos que alcanzaron la celebridad junto con la Virgen de San Juan de los Lagos y la de la Expectación de Zapopan.
Miles de personas no sólo de Jalisco, sino de todo el mundo, acuden cada año en agradecimiento por los favores recibidos; también para ser testigos de una de las peregrinaciones más concurridas del estado en la que la belleza del paisaje resalta en cada uno de los municipios.
Primer día
Es en Ameca donde la magia del peregrinaje comienza: los miles de caminantes parten desde la cabecera municipal del pueblo, con rumbo al Cerro del Obispo. Esta majestuosa cumbre de mil 900 kilómetros de altura es el primero de muchos retos, en el que de concluir, el creyente recibirá como recompensa la contemplación de uno de los paisajes más hermosos de Jalisco. Ahí podrá admirar las serranías norteñas, así como el esplendoroso río cuyo sonido relajante revitaliza en el comienzo del camino.
El Cerro del Obispo ha quedado atrás y una caminata de por lo menos 10 kilómetros es lo que espera a los fieles para llegar hasta La Estanzuela -una ranchería con no menos de 150 habitantes-, donde la gente espera con ansias a los peregrinos para que aprecien la hermosura de ese lugar.
También destaca la arquitectura, la cual data desde mediados del siglo XVII y que con los tejados rojos de las casas transmite la serenidad que sólo los pueblos pueden lograr. Pero el paso de los creyentes en la Virgen de Talpa es momentáneo, pues deben continuar por el esplendoroso bosque de encinos hacia la Cuesta de las Comadres, que llenará de paz el camino, al convivir tan de cerca con la naturaleza.
Luego de recorrer por horas el bosque, los miles de peregrinos llegarán a Tierras Coloradas, sitio de encanto espiritual cuyo valor más sagrado es la vista tranquilizadora y pacífica que ofrece a los paseantes. En esta penúltima parada del día, hasta llegar a Las Majadas, es donde los fieles se quedarán para descansar luego de recorrer 11 kilómetros desde la Estanzuela. Aquí encontrarán un refugio seguro y cómodo para dormir, cobijados por los cantos de los grillos y las estrellas que los arrullarán hasta la mañana siguiente.
Segundo día
El destino está cada vez más cerca: luego de Las Majadas, los caminantes realizan un trayecto de nueve kilómetros hasta Santa Rita, en el municipio de Mixtlán. En este lugar cada 12 de octubre tiene su propia celebración llena de color, tradición y fe, pues desde 1903 festejan a la Virgen Defensora de los Rayos, para agradecer la protección que les brinda durante todo el año. Este municipio cuenta con uno de los más hermosos paisajes en todo el estado, pues al estar entre una región de sierras volcánicas y valles, resulta una explosión de naturaleza y armonía.
Luego de salir de Mixtlán, los peregrinos recorrerán ocho kilómetros más para llegar a la localidad de Atenguillo, famosa por su majestuoso río, que da significado al nombre del poblado: “Lugar rodeado de agua”. Este municipio, con arquitectura del siglo XVIII encanta a la vista del espectador, quien a pesar de que sólo va de paso, no puede dejar de admirar sus edificios.
Para continuar hacia su destino, el caminante deberá cruzar el río y llegar hasta el Cerro del Sacrificio, que será un gran reto escalar para acercarse un poco más a su destino final: la Virgen de Talpa de Allende.
Para aquellos que vayan por primera vez y que lograron conquistar el gran Cerro del Sacrificio, no deberán pasar por alto una tradición que los caminantes siguen paso a paso cada año: tras la colina se encontrarán con la Capilla de la Campana, en la que encontrarán una pequeña campana que los fieles acuden para hacerla sonar y así anunciar su próximo arribo.
Pero no es suficiente con sacrificarse y librar una montaña, pues unos kilómetros más adelante se encuentra la verdadera prueba de valor y agradecimiento: el ‘Espinazo del Diablo’. Este es el punto más alto de la ruta, desde el cual, ya en la cima, puede apreciarse el río de Atenguillo y en su descenso se aprecia el municipio de Las Cruces en Mascota, donde pasarán la noche del segundo día de recorrido.
Tercer día
Tras una noche de descanso, en el que la fe se ha fortalecido, llega el momento de sortear una última subida: la cuesta que conduce hasta la Cruz de Romero. El objetivo es imponente y el resultado reconfortante, pues desde lo alto puede observarse, al fin, Talpa de Allende.
Los últimos pasos son los más importantes. Después de cruzar el arco en el que una inscripción da la bienvenida al peregrino, se indica lo poco que falta para llegar hasta la Patrona que está en el andador Paseo Calzada de las Reinas. Paso a paso, que corta el aliento pero la fe lo repone, finalmente arribarán al hogar de la Virgen, quien los observa atenta desde su altar adornado con oro puro y flores.
A pie o de rodillas, finalmente los peregrinos ven cristalizado su recorrido cuando pueden ver de cerca a la responsable de su andar en los últimos días y agradecerle infinitamente los milagros concedidos, así como implorarle que no los desampare jamás.
Los habitantes reciben a los caminantes con festividades, y de la misma manera los despiden, pues cientos de kilómetros de regreso les aguardan, aunque esta vez los acompaña la satisfacción de cumplir su promesa a la Santa Patrona de Talpa de Allende.
SABER MÁS
Puntos de interés en la Ruta
Ameca:
Parroquia de Santo Domingo
Templo de la Concepción
Casa de la Cultura
Mirador Cerro del Obispo
Monumento a la Gratitud
Lagunillas
Templo del Señor Grande
Guachinango:
Ermita de piedra
Albergue La Estanzuela
Mirador natural cerro “La Catarina”
Parroquia de La Candelaria
Mixtlán:
Ermita Las Majadas
Templo de San Sebastián Mártir
Manantial “El Salitre”
Temazcal
Cabañas
Atenguillo:
Albergue El Peregrino
Mirador Los Guayabos
Capilla del Espinazo del Diablo
Mirador Espinazo del Diablo
Área de restaurantes
Balneario El Limón
Localidad Los Volcanes
Templo parroquial de San Miguel
Mascota:
Ermita San Rafael
Tierras Coloradas
Templo de Nuestra Señora de los Dolores
Museo El Pedregal
Presa Corrinchis
Talpa de Allende:
Cruz de Romero
Templo de Nuestra Señora del Rosario
Monumento a Cristo Rey
Museo Religioso
Templo San José
Bosque de maple
EL DATO
Dónde dormir
Hotel Playa del Río
López Cotilla #24, Talpa de Allende, Jalisco.
Teléfonos: (388) 385 0380 y (388) 385 0096.
Hotel Plaza
Independencia #20
Teléfono: 01 (388) 385-0086
La Virgen de Talpa, modelada en el año 1585 por indígenas de tarascos de Michoacán, fue una de las imágenes donadas por los religiosos franciscanos que alcanzaron la celebridad junto con la Virgen de San Juan de los Lagos y la de la Expectación de Zapopan.
Miles de personas no sólo de Jalisco, sino de todo el mundo, acuden cada año en agradecimiento por los favores recibidos; también para ser testigos de una de las peregrinaciones más concurridas del estado en la que la belleza del paisaje resalta en cada uno de los municipios.
Primer día
Es en Ameca donde la magia del peregrinaje comienza: los miles de caminantes parten desde la cabecera municipal del pueblo, con rumbo al Cerro del Obispo. Esta majestuosa cumbre de mil 900 kilómetros de altura es el primero de muchos retos, en el que de concluir, el creyente recibirá como recompensa la contemplación de uno de los paisajes más hermosos de Jalisco. Ahí podrá admirar las serranías norteñas, así como el esplendoroso río cuyo sonido relajante revitaliza en el comienzo del camino.
El Cerro del Obispo ha quedado atrás y una caminata de por lo menos 10 kilómetros es lo que espera a los fieles para llegar hasta La Estanzuela -una ranchería con no menos de 150 habitantes-, donde la gente espera con ansias a los peregrinos para que aprecien la hermosura de ese lugar.
También destaca la arquitectura, la cual data desde mediados del siglo XVII y que con los tejados rojos de las casas transmite la serenidad que sólo los pueblos pueden lograr. Pero el paso de los creyentes en la Virgen de Talpa es momentáneo, pues deben continuar por el esplendoroso bosque de encinos hacia la Cuesta de las Comadres, que llenará de paz el camino, al convivir tan de cerca con la naturaleza.
Luego de recorrer por horas el bosque, los miles de peregrinos llegarán a Tierras Coloradas, sitio de encanto espiritual cuyo valor más sagrado es la vista tranquilizadora y pacífica que ofrece a los paseantes. En esta penúltima parada del día, hasta llegar a Las Majadas, es donde los fieles se quedarán para descansar luego de recorrer 11 kilómetros desde la Estanzuela. Aquí encontrarán un refugio seguro y cómodo para dormir, cobijados por los cantos de los grillos y las estrellas que los arrullarán hasta la mañana siguiente.
Segundo día
El destino está cada vez más cerca: luego de Las Majadas, los caminantes realizan un trayecto de nueve kilómetros hasta Santa Rita, en el municipio de Mixtlán. En este lugar cada 12 de octubre tiene su propia celebración llena de color, tradición y fe, pues desde 1903 festejan a la Virgen Defensora de los Rayos, para agradecer la protección que les brinda durante todo el año. Este municipio cuenta con uno de los más hermosos paisajes en todo el estado, pues al estar entre una región de sierras volcánicas y valles, resulta una explosión de naturaleza y armonía.
Luego de salir de Mixtlán, los peregrinos recorrerán ocho kilómetros más para llegar a la localidad de Atenguillo, famosa por su majestuoso río, que da significado al nombre del poblado: “Lugar rodeado de agua”. Este municipio, con arquitectura del siglo XVIII encanta a la vista del espectador, quien a pesar de que sólo va de paso, no puede dejar de admirar sus edificios.
Para continuar hacia su destino, el caminante deberá cruzar el río y llegar hasta el Cerro del Sacrificio, que será un gran reto escalar para acercarse un poco más a su destino final: la Virgen de Talpa de Allende.
Para aquellos que vayan por primera vez y que lograron conquistar el gran Cerro del Sacrificio, no deberán pasar por alto una tradición que los caminantes siguen paso a paso cada año: tras la colina se encontrarán con la Capilla de la Campana, en la que encontrarán una pequeña campana que los fieles acuden para hacerla sonar y así anunciar su próximo arribo.
Pero no es suficiente con sacrificarse y librar una montaña, pues unos kilómetros más adelante se encuentra la verdadera prueba de valor y agradecimiento: el ‘Espinazo del Diablo’. Este es el punto más alto de la ruta, desde el cual, ya en la cima, puede apreciarse el río de Atenguillo y en su descenso se aprecia el municipio de Las Cruces en Mascota, donde pasarán la noche del segundo día de recorrido.
Tercer día
Tras una noche de descanso, en el que la fe se ha fortalecido, llega el momento de sortear una última subida: la cuesta que conduce hasta la Cruz de Romero. El objetivo es imponente y el resultado reconfortante, pues desde lo alto puede observarse, al fin, Talpa de Allende.
Los últimos pasos son los más importantes. Después de cruzar el arco en el que una inscripción da la bienvenida al peregrino, se indica lo poco que falta para llegar hasta la Patrona que está en el andador Paseo Calzada de las Reinas. Paso a paso, que corta el aliento pero la fe lo repone, finalmente arribarán al hogar de la Virgen, quien los observa atenta desde su altar adornado con oro puro y flores.
A pie o de rodillas, finalmente los peregrinos ven cristalizado su recorrido cuando pueden ver de cerca a la responsable de su andar en los últimos días y agradecerle infinitamente los milagros concedidos, así como implorarle que no los desampare jamás.
Los habitantes reciben a los caminantes con festividades, y de la misma manera los despiden, pues cientos de kilómetros de regreso les aguardan, aunque esta vez los acompaña la satisfacción de cumplir su promesa a la Santa Patrona de Talpa de Allende.
SABER MÁS
Puntos de interés en la Ruta
Ameca:
Parroquia de Santo Domingo
Templo de la Concepción
Casa de la Cultura
Mirador Cerro del Obispo
Monumento a la Gratitud
Lagunillas
Templo del Señor Grande
Guachinango:
Ermita de piedra
Albergue La Estanzuela
Mirador natural cerro “La Catarina”
Parroquia de La Candelaria
Mixtlán:
Ermita Las Majadas
Templo de San Sebastián Mártir
Manantial “El Salitre”
Temazcal
Cabañas
Atenguillo:
Albergue El Peregrino
Mirador Los Guayabos
Capilla del Espinazo del Diablo
Mirador Espinazo del Diablo
Área de restaurantes
Balneario El Limón
Localidad Los Volcanes
Templo parroquial de San Miguel
Mascota:
Ermita San Rafael
Tierras Coloradas
Templo de Nuestra Señora de los Dolores
Museo El Pedregal
Presa Corrinchis
Talpa de Allende:
Cruz de Romero
Templo de Nuestra Señora del Rosario
Monumento a Cristo Rey
Museo Religioso
Templo San José
Bosque de maple
EL DATO
Dónde dormir
Hotel Playa del Río
López Cotilla #24, Talpa de Allende, Jalisco.
Teléfonos: (388) 385 0380 y (388) 385 0096.
Hotel Plaza
Independencia #20
Teléfono: 01 (388) 385-0086
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