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Explorando el mundo
Viajeros de la vida
El “dos mil diez” está por fenecer. Es hora de preguntarte si hiciste todo lo que querías o dejaste algunos pendientes sin ni si quiera empezar.
Al final de cada etapa es importante reflexionar si lo deseado al inicio se ha podido cumplir y si no, ponerlo de nuevo como propósito para el ciclo que viene.
Los viajes realizados en un año son muestra de que haz realizado lo que te propusiste, al igual que los que no alcanzaste a hacer, son prueba de que algo falla, que no lo lograste.
No importa si son viajes sencillos o muy sofisticados, el caso es poderlos realizar con especial cuidado y entusiasmo.
Hace un par de años un amigo se propuso viajar a la Antártida y hacer un recorrido por ese misterioso desierto de nieve, y está a punto de lograr su anhelado sueño, cuando hace algún tiempo ni idea tenía por donde comenzar.
El sueño de un aficionado al futbol fue ir a un mundial, y lo realizó con mucho esfuerzos, ahora en el de Sudáfrica.
Una familia se propuso viajar a Europa para festejar los 25 años de matrimonio y tomarse una foto con todos sus hijos reunidos en la Torre Eiffel.
No hay plazo que no se cumpla, ni tiempo que no llegue. Así que vale la pena ir planeando lo que deseas hacer para el próximo año. Debes de luchar por lo que quieres y darte la oportunidad de concretarlo. No hay que poner pretextos y poner énfasis en hacer que todas tus ilusiones se cumplan.
Les deseo Feliz Año y espero que unidos en familia comiencen un nuevo año con la alegría y las ilusiones de hace viajes juntos y seguir conociendo este hermoso planeta lleno de sorpresas y gratos lugares.
Somos viajeros de este mundo y de esta vida, házlo con todo tu corazón y cariño.
Gracias por acompañarnos en esta columna.
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