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Explorando el mundo

Demasiados baches

GUADALAJARA, JALISCO (25/JUL/2010).-  Es una vergüenza la carretera de acceso a Tapalpa, es inconcebible que un pueblo mágico se encuentre con un problemón de esta naturaleza, sin que se pueda hacer algo efectivo para resolverlo.

Los oriundos dicen que entre las autoridades locales, estatales y federales se echan la bolita del problema y nadie toma cartas en el asunto. Los más conocedores le atribuyen a las federales la grave irresponsabilidad. El caso es que hay hoyos por todas partes y ya representan un peligro y un freno para que los turistas y los locales disfruten de su estancia.

La verdad, es que no se vale llegar a este lamentable extremo en un sitio tan atractivo y bello. Las razones que existan de fondo no deben justificar semejante descuido. Es cuando uno dice: ¿Qué no habrá manera de resolverlo sin que el gobierno nos lo impida? Hasta parece extraño plantearlo de esta manera, pues a todas luces las autoridades ya debieron resolverlo.

Precisamente el fin de semana pasado fue el Campeonato Nacional de Bicicleta de Montaña y vinieron familias y competidores de toda la República Mexicana, para toparse con tan desagradable realidad.

Desde luego los comentarios que escuchamos fueron negativos por este simple motivo. Hay quien recibió el consejo de no llevar su coche por estar en riesgo de dañarse en caso de caer en uno de los múltiples “hoyancos” que de seguro hay en el camino.

La misma sociedad tienen la obligación de presionar y exigir a las autoridades que pongan inmediato remedio a esta irresponsable conducta, sea de quien sea, eso no importa. Al fin y al cabo lo que queremos es que las cosas se hagan por el bien de todos.

Este tema es un buen ejemplo de que las cosas se pueden invertir, es la autoridad la que no cumple y debe de recibir una severa sanción por su negligencia, tanto cuanto la autoridad castiga a los que no cumplen con la ley.

No queremos que pase una semana más sin que se arreglen bien las condiciones de esa carretera, empezando por el entronque de la autopista, pues desde allí comienza el calvario.
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