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Promover el turismo “justo”
GUADALAJARA, JALISCO (27/JUN/2010).- Desde hace muchos años hemos sostenido que la actividad turística puede llegar a convertirse -con un poco de visión pública- en un verdadero detonador social y económico. El hecho de que la Organización Mundial de Turismo (OMT), cuente con un programa especial al respecto, viene a confirmar dicha posibilidad, aunque ello no quiere decir que esto pueda ocurrir de la noche a la mañana.
Al respecto, Jordá Traseras, experto en la materia y uno de los principales operadores de la OMT en el tema cultural nos comento que “desde hace tiempo estamos promoviendo el turismo justo ( www.turismojusto.net), en el marco de un foro promovido por la Diputación de Málaga. El turismo justo no es una modalidad, sino una forma de producir o direccionar las relaciones de mercado, muy vinculado con la cadena de valor de la producción turística y con la distribución de los márgenes que se generan en cada una de sus fases. Negar la posibilidad de la existencia de un turismo justo supone negar la existencia misma del concepto de comercio justo o aceptar que sus principios sólo pueden afectar a actividades agrícolas, artesanales e industriales”.
En definitiva, se trata de promover el turismo justo entendido no como una modalidad turística sino como una forma de producir que permitiría extender los principios y criterios del comercio justo a cualquier modalidad turística, con lo que el impacto real en términos de alivio a la pobreza y equidad social podría ser más elevado.
Claro esta que el término “justo” no es usual en nuestro lenguaje, ni forma de ser, pues aunque la mayoría quisiéramos que la justicia se diera en todas las áreas, la verdad de las cosas es que la palabra se ha convertido en un intangible difícil de imaginar, y mucho más de poder lograr. No obstante, en México eso podría parecer un sueño difícil de alcanzar, sobre todo porque no existen organismos públicos y/o privados dedicados de manera especial a este tema.
“En nuestro caso -agregó Traseras, desde la Universidad de Barcelona-, estamos trabajando en Mauritania en dos proyectos asociados a la Ruta de las Caravanas que cuentan con el apoyo de la Cooperación Española: Walata ( www.walata.org), desarrollado desde hace años desde la Fundación Solidaritat UB y la Fundación Mon-3, y Isla de Arguin, que iniciamos en este momento. Ambos están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
“También se está trabajando en esta línea en los sitios asociados a la Ruta del Esclavo y el Cimarronaje en República Dominicana, gracias al apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional”.
Ojalá que este tipo de conocimientos obtenidos de manera científica sirvan de ejemplo a seguir en nuestro país, para poder alcanzar mejores niveles de vida.
Al respecto, Jordá Traseras, experto en la materia y uno de los principales operadores de la OMT en el tema cultural nos comento que “desde hace tiempo estamos promoviendo el turismo justo ( www.turismojusto.net), en el marco de un foro promovido por la Diputación de Málaga. El turismo justo no es una modalidad, sino una forma de producir o direccionar las relaciones de mercado, muy vinculado con la cadena de valor de la producción turística y con la distribución de los márgenes que se generan en cada una de sus fases. Negar la posibilidad de la existencia de un turismo justo supone negar la existencia misma del concepto de comercio justo o aceptar que sus principios sólo pueden afectar a actividades agrícolas, artesanales e industriales”.
En definitiva, se trata de promover el turismo justo entendido no como una modalidad turística sino como una forma de producir que permitiría extender los principios y criterios del comercio justo a cualquier modalidad turística, con lo que el impacto real en términos de alivio a la pobreza y equidad social podría ser más elevado.
Claro esta que el término “justo” no es usual en nuestro lenguaje, ni forma de ser, pues aunque la mayoría quisiéramos que la justicia se diera en todas las áreas, la verdad de las cosas es que la palabra se ha convertido en un intangible difícil de imaginar, y mucho más de poder lograr. No obstante, en México eso podría parecer un sueño difícil de alcanzar, sobre todo porque no existen organismos públicos y/o privados dedicados de manera especial a este tema.
“En nuestro caso -agregó Traseras, desde la Universidad de Barcelona-, estamos trabajando en Mauritania en dos proyectos asociados a la Ruta de las Caravanas que cuentan con el apoyo de la Cooperación Española: Walata ( www.walata.org), desarrollado desde hace años desde la Fundación Solidaritat UB y la Fundación Mon-3, y Isla de Arguin, que iniciamos en este momento. Ambos están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
“También se está trabajando en esta línea en los sitios asociados a la Ruta del Esclavo y el Cimarronaje en República Dominicana, gracias al apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional”.
Ojalá que este tipo de conocimientos obtenidos de manera científica sirvan de ejemplo a seguir en nuestro país, para poder alcanzar mejores niveles de vida.
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