Jalisco

Soy el político más capaz para regresar grandeza a Jalisco: Cosío

El candidato del PVEM sostiene que puede consolidar los proyectos hidráulicos que requiere el estado y dos líneas del Tren Ligero

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Salvador Cosío, el abanderado del Partido Verde al Gobierno del Estado, se reconoce como un político profesional. Eso lo expone abiertamente, en tiempos donde este oficio se percibe de manera negativa. Sin embargo, afirma ser el político mejor preparado de la contienda: “Tengo la formación, la experiencia, la visión, la capacidad, el conocimiento, el proyecto, la propuesta…. sé que puedo regresar a Jalisco su grandeza que perdió, a retomar el rumbo que perdió. Retomar los grandes proyectos que se quedaron tirados”.

De obtener el visto bueno de los jaliscienses, sostiene que puede consolidar los proyectos hidráulicos que requiere la Entidad. Incluso, advierte, iría más allá y lograría una cuarta y quinta líneas del Tren Ligero.

“No es justo que estemos ahora, a duras penas, terminando la Línea 3. Es encomiable (que por fin se construya), pero se sabe que pueden hacerse dos (líneas) en un sexenio, bien trabajadas, con gestión adecuada y con apoyo federal”.

Indica que buscará proyectos que permitan el crecimiento regional, como un aeropuerto en Ciudad Guzmán y el apoyo a otras ciudades medias.

En el tema de seguridad, acentúa, iniciaría con la atención a los rubros de corrupción e impunidad. Y “limpiará” a la Policía. “Tenemos que acabar con el cáncer que hay adentro; tenemos que sanear. Debemos encontrar un esquema eficaz de control y confianza; también darle seguimiento a los policías que se retiran del trabajo, ya sea por problemas o porque no tienen posibilidad física o intelectual”.

Coincide con un Mando Único, pero en donde el Estado mantenga su autonomía y no delegue por completo la seguridad al Gobierno federal. Además, cree que la Policía debe tener un sistema “auténtico” de honor y justicia que premie a los buenos elementos, pero que a su vez “castigue severamente” a quienes usan el poder del Estado de manera inadecuada.

Cosío promete dos líneas de Tren Ligero

El candidato del Partido Verde por el Gobierno de Jalisco se considera a sí mismo un político, antes que un empresario. Admira a Nelson Mandela y en algún punto de su vida se identificó con los ex presidentes de España y Brasil, Felipe González e Inácio Lula da Silva. Afirma que tiene el proyecto que llevará a Jalisco a “recuperar la grandeza perdida” desde que el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari descobijó al de Carlos Rivera Aceves.

Salvador Cosío, el notario, el abogado, afirma que consolidará los proyectos hídricos que han quedado en el pasado y, al menos, dos líneas más del Tren Ligero, además de mejorar el sistema de transporte público.

—¿Quién es Salvador Cosío?

—Soy un político, y en una época donde para muchos decirlo es algo que quieren ocultar. Yo no lo oculto. Yo soy un político y para mí la política es servicio. Es la ciencia y el arte de tener una preparación, una visión, una vocación de servicio.

Soy un abogado. Desde niño quise serlo, comprometerme con las causas de la gente. Me gustó el derecho porque es la parte más cercana de una profesión que puede ayudar a la sociedad.

Soy notario. Tengo una preparación que me he labrado en escuelas públicas, y algunas otras áreas privadas en temas distintos al derecho, pero siempre ligados a la administración pública.

Soy un ciudadano preocupado por México, por Jalisco. Soy una persona que, al gustarme la política, he demostrado que se puede hacer política sin cargo público y sin dirigencia partidista alguna durante muchos años.

— ¿Dónde estudió?

— Toda mi formación es en escuelas públicas, casi. Con algunos matices de escuelas privadas, en temas que no hay en las universidades públicas. La educación preescolar fue en una institución que estaba en la planta alta que estaba en Reforma y Pedro Loza: el jardín de niños del Estado, muy bueno, por cierto. Luego, la primaria la hice en el Centro Escolar Guadalajara: una escuela que, para mi gusto, sigue siendo la mejor escuela pública de Jalisco, y quizás de México. Estaba en el barrio de San Juan Bosco.

La secundaria en la Técnica 4 “Idolina Gaona Ruiz de Cosío”, que en esa época era la 61. Egresé con el grado de técnico en electrónica. Luego, en la Preparatoria de Jalisco.

— ¿Quiénes eran sus compañeros que hoy están fuertes en la política?

— En la preparatoria me tocó la oportunidad de ser concejal en los seis semestres, participé en política estudiantil. Estuve los tres años en el comité de alumnos. Pero ninguno de mis compañeros de esa época ha tenido mayor relevancia en política partidista o en acción pública directa.

En la facultad de Derecho sí, muchos de mis compañeros ahorita son jueces, magistrados locales y  federales, o trabajan en la Corte.

— ¿Quiénes son sus amigos en la política?

— Mis compadres Francisco Ayón y Miguel Castro. Son priistas, pero son buenos amigos. Soy amigo de Jorge (Leonel) Sandoval. Soy amigo de Enrique Ibarra Pedroza. Soy amigo de Enrique Alfaro. Soy amigo de Alberto Uribe. Más allá de la política somos amigos.

— ¿De niño, quién era su inspiración?

— Siempre he sido juarista. Después de Juárez siempre me ha gustado leer sobre Lázaro Cárdenas. Más allá de lo local siempre he admirado a (Nelson) Mandela o Luther King. En algún tiempo me identifiqué con (el ex presidente de España) Felipe González. En alguna etapa de mi vida me he sentido identificado con Lula (da Silva), el gobernante, propositivo, sólido como impulsor de un Brasil moderno. Admiré mucho a (Luis Donaldo) Colosio, trabajé con él, me formé con él políticamente. Me inspiró mucho, lo conocí y me sigue inspirando mucho.

— ¿Cuál es el mejor libro que ha leído y el que nunca recomendaría?

— Hay uno que me gusta mucho, lo he leído muchas veces: “Carrera hacia el poder”, de Jeffrey Archer. Narra la historia de tres parlamentarios ingleses; dos de ellos buenos amigos, pero de partidos antagónicos. Narra la lucha de cómo se desarrolla el parlamentarismo inglés, y en ocasiones refleja mucho cómo es la política en México: que no siempre vas a encontrar en el compañero de ideología al mejor amigo o aliado. Muchas veces las mejores alianzas se construyen tomando lo mejor de lo que puede encontrarse en un contraste ideológico.

Sobre el libro que nunca recomendaría, hay uno que esperaba mucho de él, y lo tengo ahí, precisamente para no volverlo a leer nunca. Se llama “Don Q”, de López Portillo. Es más: lo regalo.

— ¿Viaja mucho?

— Sí. Lo hago cada que puedo. Le invierto hasta donde puedo. Los viajes te ilustran. El viaje más lejano fue a Sudáfrica… a la India. Lo más cercano a mi es España: allí hice mi doctorado, allí me formé, allí tomé muchos curso, allí he regresado a eventos académicos y cada que hay oportunidad, voy a España.

Me gustaría conocer Sidney, Bangkok, por ejemplo. Estambul, Petra. No conozco Cuzco ni Machu Picchu, pero algún día iré.

— Además de la política, ¿es empresario?

— He participado y lo sigo haciendo en pequeña escala, cuando algunos amigos me invitan a proyectos productivos. Y lo hago con lo que se adquiere de mi trabajo fundamental, que es ser abogado y notario público. Tengo alguna otra inversión en temas muy menores: la familia de mi esposa se dedica a producir hielo y tengo alguna ligera participación; he participado comprando y vendiendo casas, construyendo algunas mediante algún crédito bancario… vendiéndolas; es decir, actividades comerciales, mercantiles, que van surgiendo, pero no me considero un empresario. Me considero un abogado, un notario, un profesionista exitoso. Un político.

— ¿Por qué quiere ser gobernador?

— Porque tengo la formación, la experiencia, la visión, la capacidad, el conocimiento, el proyecto, la propuesta. Porque sé que puedo llevar a Jalisco a su grandeza que perdió, a retomar el rumbo que perdió. Retomar grandes proyectos que se quedaron tirados por una acción inadecuada de un Presidente que desmadró a Jalisco: Carlos Salinas. Porque quiero que se consoliden proyectos hidráulicos importantes para la región. Porque quiero que se retome el paso y, a lo mejor, no alcanzar lo que tendríamos que tener, que es la Línea 9 o 10 del Tren Ligero, pero por lo menos la 4 y la 5.

Salinas le rompió el paso a Jalisco. El gobernador Carlos Rivera Aceves no tuvo el mismo apoyo del Presidente de la República y los gobernadores siguientes, aunque tuvieron apoyo, como el caso de (Alberto) Cárdenas, no hizo gran cosa por Jalisco. Los subsecuentes abandonaron grandes proyectos.

Creo que se quedaron truncos los proyectos de abastecimiento hidráulico y los programas de desarrollo regional. No tenemos un aeropuerto en Ciudad Guzmán, en Autlán. Un desarrollo regional que se quedó trunco en la zona de Ocotlán-La Barca.

Se acabó un programa de carreteras vecinales troncales entre regiones. Se terminó el programa de ciudades medias, que no han crecido, y el ejemplo más claro es que Zapotlanejo ya tiene más población que San Juan de los Lagos, que Autlán; incluso que Ciudad Guzmán, Ameca o Tala. Hay mucho por hacer y lo tengo muy claro.

PRINCIPALES PROPUESTAS
• Nueva Ley de Seguridad Pública. Incluye tecnología y una reingeniería.
• Reformas para combatir la impunidad. Democratización en la procuración de justicia. 
• Línea 4 del Tren Ligero a Tlajomulco (la Línea 5, por definir el trazo). Sistema de transporte escolar y laboral. BRT en Periférico.
• Fomento a la cultura de la legalidad. Programas con estímulos para los buenos ciudadanos.
• Cambio de régimen político a un sistema predominantemente parlamentario.
• Gobiernos de coalición. 
• Fortalecer mecanismos de participación ciudadana.
• Reforma en justicia ambiental. Autonomía a la Proepa, nuevo programa de verificación y vivienda sustentable obligatoria.
• Captación de aguas de lluvia. Nuevo rastro metropolitano y nueva central de abastos. 
• Educación con enfoque en tecnología, ambiente y respeto a derechos humanos.
• Programa de empleo e inclusión para adultos mayores. Secretaría del Adulto Mayor.  Ampliación de la cobertura de salud. 
Salvador Cosío. El abanderado del Partido Verde al Gobierno del Estado se dice un político profesional. EL INFORMADOR/M. Vargas

Respuestas rápidas

Pobreza: Política ineficaz.
Riqueza: Desequilibrio inadecuado.
Corrupción: Cáncer.
Impunidad: Doble cáncer.
Delincuencia: Orígenes y corrupción.
Familia: Núcleo, valores.
Amistad: Solidaridad y construcción.
Enemigos: Prefiero amigos.
Enrique Peña Nieto: Gobernante incomprendido.
López Obrador: Líder perdido.
Ricardo Anaya: Iluminado perdido.
José Antonio Meade: Profesional incomprendido.
Aristóteles Sandoval: Gobernante incompleto.
Enrique Alfaro: Carisma y mesianismo.
Raúl Padilla: Liderazgo alargado.
Salvador Cosío: Gobernador de Jalisco.

¿Quién es Salvador Cosío Gaona?

Salvador Cosío Gaona es hijo del ex gobernador Guillermo Cosío Vidaurri.

Es notario público y abogado, una profesión que buscó desde que era un niño.

Tiene 57 años. Es compadre de Francisco Ayón y Miguel Castro, aunque afirma que también tiene amistad con actores como Enrique Alfaro y Alberto Uribe.

Se considera un juarista y  un colosista, con amplia experiencia en el entarimado político.

Sostiene que él es una prueba de que es posible hacer política sin ocupar un cargo público o estar ligado a los partidos políticos.

Salvador (derecha) y sus amigos de la infancia Leonardo, Elena y Mariza Delgadillo Flores. ESPECIAL
Salvador en la adolescencia, acompañado de sus padres Guillermo Cosío e Idolina Gaona. ESPECIAL
Salvador Cosío con su esposa Paulina y sus hijos: Mariana, Salvador y Ana Isabel (Cosío Valdés), así como las pequeñas Paulina y Rebeca (Cosío Corella). ESPECIAL

TEMAS CRÍTICOS

Seguridad

Empezaría por el tema de la corrupción y la impunidad como elemento que produce la delincuencia y la criminalidad. Tenemos que enfrentarlo de tajo. Tenemos que limpiar a la Policía, tenemos que acabar con el cáncer que hay adentro.

Tenemos que encontrar un esquema eficaz de control y confianza, darle seguimiento a los policías que se retiran del trabajo, ya sea por problemas o porque no tienen posibilidad física o intelectual.

No concibo el Mando Único Federal, creo que hay una autonomía estatal, pero sí concibo que debe haber una vigilancia concertada desde el centro (Federación) para que no pase lo que en Nayarit, con un procurador como (Édgar) Veytia, donde falló el control de confianza. Concibo con que debe haber más inversión en tecnología, en herramientas de apoyo.

Corrupción e impunidad

La impunidad es el cáncer de México, de Jalisco. De nada sirven las mejores normas, leyes o reglas si no se cumplen. No hay la palabra enforcement (aplicación), que es clave a nivel mundial y no existe en México.

Las normas no se aplican; se persigue con saña, violencia y con toda suciedad a delincuentes menores, o a los que se quiere perseguir, y se deja a otros que sigan delinquiendo.

Se tolera la presencia del hampa dentro de las fuerzas del orden. Se toleran las complicidades, la corrupción. Mientras no haya cómo combatirla adecuadamente y no se castigue la impunidad, no vamos a avanzar.

La impunidad y la corrupción no solamente son temas burocráticos o ligados a la burocracia: son de la sociedad. Es necesario generar un esquema de valores.

¿Que se requiere? Una revisión del sistema, que en Jalisco lo hay. Se debería buscar un mecanismo para que no sea partidizado el tema del nombramiento de magistrados, de personal anticorrupción, y lo sigue siendo.

Economía y pobreza

Se propondrá un programa de impulso a jóvenes emprendedores; uno de desregularización de trámites y otro más de desarrollo de cadenas productivas verdes. Además, se les dará apoyo a las cadenas productivas regionales para potenciar la economía en el interior del Estado y lograr una descentralización administrativa.

También se fortalecerá la infraestructura regional vocacionada y se pondrá en marcha un programa de empleo e inclusión para los adultos mayores. La meta es consolidar una Secretaría del Adulto Mayor.

Agua y medio ambiente

Me opuse siendo diputado local, a que se aprobara el famoso crédito japonés que el Gobierno de la República nos quería obligar a aprobarle a Alberto Cárdenas. Esa obra sólo daba a la ciudad un metro cúbico cuando el requerimiento es de seis u ocho, habiendo proyectos muy importantes como el de La Zurda-Calderón, que quedó inconcluso en el 92. Se quedaron construidas dos presas y una derivadora y faltaron dos presas. En el mismo tiempo, Nuevo León resolvió su problema con las cuatro presas de El Cuchillo.

Luego tropezamos con el famoso convenio del Río Verde con Guanajuato. Y adelanto: siendo gobernador me opondré a que una sola gota de Jalisco sea para Guanajuato. El agua es de los jaliscienses y hay que defenderla. Estoy en contra de que se entregue el recurso hídrico de Jalisco a cualquier Estado.

El problema del agua tiene solución, revisando la viabilidad de los proyectos que están allí, inconclusos. Revisando la trascendencia y actualizándolos, y haciendo lo que sea realmente eficaz.

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