Fertilizante: Aplicación, nutrición y reacción

Como ya lo hemos mencionado en la colaboración próxima pasada (El Informador domingo 7 de noviembre del 2010), espacio dominical en donde hablamos del cacahuate solo mencionando un ejemplo mínimo, respecto de la estructura o anatomía de un vegetal; sea este espontáneo o silvestre o cultivado, esto último laboreo que puede ser de mínimas, medianas u optimas concepciones.

Pero igualmente podemos mencionar aparte de esta planta oleaginosa, cucurbitáceas, solanáceas, etcétera. Plantas vegetales muy conocidas para el agricultor con trascendencia hacia el consumidor final. Sandías melones o pepinos o, papas berenjenas y pimientos. Con ello estaremos interesándonos en el organismo con su ciclo biológico, características de su anatomía y fructificación sea esta floral o frutal.

Aparte del clima requerido para el buen desarrollo del organismo a causa o por causa de un cuidado o cultivo adecuados, el sustrato natural es el suelo; cuando menos, en el concepto universal de las grandes extensiones de explotación agrícola, hasta la llegada en el presente de las áreas climáticas de alto rendimiento propiciadas por la tecnología de invernadero, la cual incluye conceptos de nutrición con bases en el acertado manejo de conocimientos de la química agrícola.

LOS CLIMAS


Para algunas familias la temperatura ambiental así como la del suelo mismo en donde han de vivir los sistemas radiculares diversos en su pleno desarrollo se da en las zonas templadas con una media de 21 a los 26 º C mismos, que en nuestro estado de Jalisco podemos ubicar en el nivel del mar de los 700 a los 1200 metros. La radiación solar intensa que proporciona un largo fotoperiodo; necesidades cuasi estándar para la formación de tejidos de placenta, almidones y azúcares.

Otras especies que exigen luz plena, abundante sol y calor mas bien seco, para poder hacer tejidos de “pulpa” y almidón.

Especies frutícolas como los cítricos que, en nuestra latitud desde los 1500 inclusive hasta los 10 metros sobre el nivel del mar funcionan todo el año (dominación de yemas florales: floración, fructificación) nos dan cosecha continua. Aquí, debemos mencionar la exigencia de esta especie de elementos de nutrición importantísimos para su funcionamiento fisiológico metabólico, del zinc y el boro.

Otros frutales con ciclos biológicos muy definidos (dos, tres cosechas al año) el mango y el aguacatero solo por mencionar estos frutales de gran mercado. Las experiencias en el ejercicio profesional recorridos “todos los rincones de nuestro estado” son la justificante para la exposición hacia nuestros lectores y agricultores, y en fin, productores de vegetales varios, que estimulan nuestro en la evaluación del potencial de recursos que Jalisco tiene (pedimos se nos disculpe el sentido regionalista) sin que por ello descuidemos de mencionar que nuestro país constituye una gran oportunidad para la inversión planeada en la explotación de la tierra para la producción de cultivos vegetales.

LA GENETICA VEGETAL


Es del dominio común entre técnicos y agricultores el saber que la semilla de una planta de cosecha, contiene toda la información genética que la lleva a su desarrollo uniforme hasta una altura de los diez centímetros; es en ese estado de su anatomía que esta predispuesta a la adaptación de las condiciones ecológicas del entorno; también es entonces, que el productor adquiere la responsabilidad de llevar dicho organismo óptimamente a lo largo de su ciclo biológico, hasta la obtención del producto final o cosecha. Es ocioso mencionar que esta se espera de la máxima calidad y con los rendimientos mayores, considerando que todos sus órganos han venido funcionando y no habrá por lo tanto bloqueos o antagonismos que signifiquen un tropiezo en la inversión.

Por supuesto que siendo realistas, nos atenemos al dicho de que nadie es perfecto; por lo tanto, el ser humano debe ser señalado por su involucramiento en el éxito o el fracaso. Algunas informaciones (que no engaños) sin experiencia de campo hacen creer al interesado la bondad de la semilla de alguna especie que pueda cultivarse en zonas o regiones en donde nunca se vio una planta de tal especie crecer en un entorno no conocido por quienes manejan el movimiento de la semilla. Por orto lado ciertos agricultores se arriesgan “a probar”, sin el menor de los antecedentes. Esta es una agricultura consideramos cara y riesgosa. ¡Que le vamos a hacer! No tenemos campos experimentales y, sin estos, el productor no tiene apoyos.

PRODUCCIÓN HETEROGÉNEA

¡Este año voy a echar tal semilla!.! Voy a hacer el cultivo tal,  a ver que sale!.

Lo errático en las decisiones pudiera ser decepcionante, porque, de  alguna manera “el arriesgue es a ciegas” se desconocen las posibilidades de mercado; este que puede ser local doméstico o nacional y aun de exportación. Sin embargo los cambios se dan con una decisión de inversión, pero se desconoce la logística para la cosecha, transporte y distribución; todo ello requiere de inversiones de infraestructura material prácticas y adecuadas, en donde no caben las improvisaciones.

LA FERTILIZACIÓN

Elemental que tiene por objetivo nutrir primeramente el suelo; propiciar las condiciones físicas para que los microorganismos en sus múltiples colonias y específicas funciones, se movilicen y, una vez establecido el rango de nutrición necesaria del suelo, puedan estos microscópicos organismos propiciar lo que se da en llamar solución nutritiva, que es el medio del que se nutren los diversos sistemas radiculares.

Poner en condiciones de una buena nutrición al suelo requiere el conocimiento de las condiciones del momento en cuanto a las reservas de los diversos componentes fertilizantes; estas reservas se mantienen mas o menos estables o estáticas por el periodo de tiempo en el que el suelo no tenga movimiento alguno por la mecánica de los implementos agrícolas y, la falta de aireación que proporciona el oxigeno necesario. Todo ello esta sujeto a un programa con calendario de revisión y reposición de elementos; estos trabajarán mejor con un rango de humedad del suelo agrícola y, una luminosidad y humedad relativa ambiental. Par que un fertilizante pueda considerarse nutricional, deben existir las condiciones luminosas. Por otro lado el mayor rango de retención de humedad del suelo se establece con una buena porción (5-7 kilos por metro cuadrado) de materia orgánica; esta debe estar debidamente compostada para que su correlación sea paralela en toda función de suelo-planta-agua.

APROVECHANDO LA EPOCA

Debido a que las condiciones de bajas temperaturas en este inicio de otoño tienen su  impacto en la parte aérea de la planta: tallo ramas hojas, debido a la disminución de ritmo de la sabia y, no obstante la frecuencia de riegos que se puedan dar, vemos  como la hoja empieza a perder brillo, aparece un tanto “arrugada”; esto de un tanto es en la observación apenas perceptible. Pero si la hoja es opaca significa que ha perdido su función metabólica respecto de la capa de cera.

Será atinado iniciar una serie de aplicaciones rociadas de fertilizante “foliar” estos productos contienen además del n-p-k, elementos mayores, contiene una gama completa par satisfacer al máximo las necesidades de nutrición del vegetal, en cualquiera de las etapas en que este se encuentre en el ciclo biológico correspondiente. Mencionamos los tres mayores elementos fertilizantes de la nutrición a sabiendas de que mayormente, cada uno cumple una función muy específica en la fisiología y metabolismo de la planta. A parte los demás elementos son indispensables y coadyuvantes en la obtención de los resultados finales.

Así mismo teniendo el vegetal la gama completa y suficiente en su nutrición, es lógico que ofrezca un atractivo para bacterias, hongos y ciertos insectos, los cuales igualmente, viviendo en las condiciones que se nos presentan preparan sus respectivos ciclos generacionales; así que es pues, necesario que, tanto florales ornamentales, frutales y hortalizas sean reforzados en su alimentación y también protegidos contra plagas y enfermedades.

Los suelos bajo cultivo o cultivados vamos a protegerlos arropándolos con materia orgánica y, tal vez, enmendando su reacción (pH), condición esta indispensable en la concurrencia de los demás factores. Normal y lógico el espaciamiento del riego así como la cantidad de agua para el mismo; no olvidemos que con la reducción del ritmo de sabia la función de digestibilidad de la planta se reduce debido también al cierre del número de estomas por centímetro cuadrado, porque la intensidad luminosa, no permite la apertura total en la superficie foliar de estos importantísimos órganos. No esta demás recordar que tallos y ramas deben ser cepillados para eliminar las costras en la corteza y hasta en la epidermis, espacios que se convierten en hábitats para plagas y enfermedades que ya hemos mencionado.

Escribame sus inquietudes: ing.sierra@yahoo.com.mx
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