México

Tren parlamentario

¿Mentir en dos vías?

El miércoles, el Presidente Felipe Calderón dijo ante un selecto público de banqueros y empresarios españoles que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha rechazado la impugnación a los contratos múltiples, conocidos como incentivados, de Petróleos Mexicanos.
Incluso afirmó que el fallo “abre una gran certidumbre jurídica y va a permitir que haya inversión especializada, global, para producir petróleo. En fin, (ha sido) un salto cualitativo en Pemex”.

La clientela que tenía enfrente había sido convocada en un foro que organizó el diario “El País”, bajo el nombre de “México, Puerta de América”. Y el mensaje de Calderón fue tan preciso que no podía tener otro destinatario que las petroleras españolas: Repsol e Iberdrola, que años tienen planeando como zopilotes sobre el petróleo mexicano; como también lo están otras empresas de envergadura de Argentina, Inglaterra y Estados Unidos.
Ayer, en Ciudad del Carmen, Calderón repasó su posición, y afirmó que Pemex “está en la ruta correcta para convertirse, nuevamente, en una de las petroleras más importantes del mundo”.

Dijo, además, algo que escocerá los ánimos de por sí confrontados en el Congreso: en 2010, celebró Calderón, la tasa de recuperación de reservas de petróleo probadas en México fue de 80% y los programas de inversión están encaminados para llegar a 100%, cosa que no sucedía –apostilló- desde 1979.

Escocerá porque un argumento que utilizó cuando en 2008 se debatió en el Congreso la reforma energética, consistió, precisamente, en jurar que México tenía que abrirse a multinacionales para que fueran a excavar y explotar en aguas profundas, porque, de no hacerlo, simple y sencillamente el país agotaría rápidamente sus reservas.

Aquella vez, en un debate que se prolongó más de un año, contó Calderón con el servilismo de los legisladores del PAN, pero también de diputados y senadores priistas que entonces se dejaron liderar por Francisco Labastida Ochoa. Y por ahí, muy cerca de ese posicionamiento, ya se veían los senadores perredistas de Nueva Alianza, la corriente del PRD que controlan Jesús Ortega y Jesús Zambrano, quienes, por cierto, tratarán en las próximas horas de pasarse la estafeta de la presidencia perredista, para acabar sacar del camino a Andrés Manuel López Obrador de la carrera presidencial.

Calderón, en Ciudad del Carmen, festinaba: “Por primera vez en 21 años se logró alcanzar 100% de la tasa de restitución. ¿Qué quiere decir esto? Que si desde 1979 México perdía reservas, éste ha sido el primero en 21 años en que aumentan las reservas de Pemex”.

Ayer en San Lázaro a Calderón lo volvieron a tildar de mentiroso y traidor a la patria. Pero, falaz no sólo con los mexicanos, entendido esto como el que halaga y atrae con falsas apariencias, sino también con quienes lo buscan para depredar a México.

La diputada del PT, Laura Itzel Castillo, aseguró que es falso lo que dijo el miércoles el Presidente.  Lo que en realidad determinó la Corte, dijo la legisladora, fue con relación a la venta de gasolina, pero nada que ver con los contratos incentivados. Un asunto que los ministros todavía no resuelven. En 2010, recordó Itzel, el resolutivo fue en función de lo que señalaba el reglamento de la ley reglamentaria del 27 constitucional y del reglamento de la ley de Pemex.

La incentivación, según la Corte, nada tendría que ver con la renta petrolera ni con los contratos. No habrá ningún porcentaje por cada barril extraído. Por tanto, remachó la legisladora: “Lo que dijo Calderón es otra de sus mentiras”.

Puesto que una cosa es lo que dice la ley y otra, al parecer, lo que hace Pemex y dice Calderón, la Cámara de Diputados aprobó el 19 de noviembre de 2010 un Punto de Acuerdo en el que solicitó a Pemex una copia, con los anexos reservados, del modelo de contrato que han estado firmando multinacionales las petroleras.

Han pasado diciembre, enero, febrero y lo que va de marzo, y es hora en que la compañía no ha entregado los documentos que se le pidió. Y de ello, dijo Laura, solicitará información la semana próxima al presidente de la mesa directiva, Jorge Carlos Ramírez Marín.

Pemex no entrega la documentación por una simple razón: sabe que con esa copia del modelo de contrato bien puede la Cámara de Diputados solicitar  otra controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
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