México

Tren parlamentario

El silencio como respuesta

La sombra ominosa, de mal agüero, que Estados Unidos tendió sobre México, gravitó ayer sobre la Cámara de Diputados; pero ésta, como institución fundamental del Estado mexicano, dejó pasar su tan esperado como obligado pronunciamiento en torno de las recientes declaraciones que  diversos funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos han estado haciendo estos últimos días, respecto de que México estaría en riesgo de ser sometido por una narcoinsurgencia y de que el grupo criminal conocido como los zetas podría establecer alianzas con la organización terrorista Al Qaeda. Y, con ello, dar pie para que México fuera invadido por soldados norteamericanos.

Sólo un diputado federal opinó sobre el tema, de manera directa: el de Convergencia, Alejandro Gertz Manero, quien afirmó: “Son mensajes cifrados; de presión”.

Y apostillaba también el otrora secretario de Seguridad Pública en el Gobierno de Vicente Fox: “Lo que están haciendo obviamente los americanos, en una forma tangencial, es mandar este tipo de mensajes --que no son oficiales-- para también ellos quitarse responsabilidades de un hecho que también está ocurriendo en los Estados Unidos; no al grado que ocurren aquí, pero que también está sucediendo”.

El silencio de la Cámara de Diputados se escuchó con la misma intensidad con que gente del Gobierno de los Estados Unidos continuaban, este jueves nueve, acometiendo al país.  

A las Fuerzas Armadas de México, un funcionario estadounidense acababa de decirles que son incapaces y limitadas para combatir al crimen organizado. 

A media tarde, a los territorios de San Lázaro  llegaban ecos del Congreso del Estado de Hidalgo.

El presidente de la Junta de Gobierno del Congreso hidalguense, Roberto Pedraza Martínez, urgió a través de una declaración al Congreso de la Unión a que “tome con urgencia los asuntos nacionales ante las declaraciones reiteradas de funcionarios estadounidenses sobre insurgencia en el país y una hipotética relación entre criminales y terroristas”.

Y éste mismo añadía: “Son declaraciones riesgosas que no nos gustaría llegaran a los hechos, pero ya lo están pensando cuando dicen que quisieran incursionar (en México)”.
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