México

Termina feudo de Beltrán Leyva en Morelos

Bajo la férrea vigilancia de elementos de la Armada, peritos forenses levantaron el cuerpo del también llamado ''Jefe de jefes''

CUERNAVACA, MORELOS.- El imperio de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, se extendió por más de 15 municipios del Estado de Morelos en los que controlaba la vida o la muerte y los negocios de la droga, así como una red de protección y complicidad de militares, ex jefes policiacos y oficiales corruptos en activo. Pero ni la protección que pagaba ni el amparo divino de los seis amuletos que llevaba consigo, impidieron que fuera abatido al enfrentarse a integrantes del cuerpo especial de infantes de la Marina.  

Rodeado de espoletas de granadas usadas en su último combate, cientos de cartuchos percutidos, estampillas de santos, sobres de suero y paredes y techos ensangrentados, quedó el cuerpo del hombre que en los últimos 234 días vio cómo cayó parte de la estructura de poder que sostenía su reino criminal en la Entidad. A las puertas del departamento 202 de Las Torres Altitude, ubicado en el fraccionamiento Punta Vista Hermosa Resort, su última guarida, fue abatido Beltrán Leyva junto con cuatro de sus sicarios.  

Entre el olor a pólvora, ríos de sangre mezclada con agua de las tuberías reventadas por el fuego cruzado entre marinos y delincuentes, el departamento donde se escondió “El Barbas”, desde el viernes pasado en que fue ubicado por las unidades de élite de la Armada en una narcoposada, era la imagen de un campo de batalla en el cual la información de inteligencia, táctica y disciplina de los marinos superó con creces la capacidad armada de los narcotraficantes. El enfrentamiento en que perdió la vida Arturo Beltrán Leyva fue el corolario de la persecución que se intensificó contra él y su banda desde mayo pasado.
 
Con el rostro cubierto con pasamontañas, armas de asalto y todos con cuerpos atléticos, los marinos participantes en el operativo calificado de “exitoso”, preguntaban en más de una ocasión por el estado de salud de sus tres compañeros heridos. Se enteraron que uno de ellos falleció, Melquisidet Ángulo Córdova. Sólo hubo silencio. Los uniformados continuaron la vigilancia de la zona del enfrentamiento armado y nunca abandonaron sus puestos.  

Igual que las ráfagas de los rifles de asalto de los infantes de la Marina, algunos de quienes descendieron a rapel desde un helicóptero, acabaron con la resistencia de “El Barbas” y sus sicarios.

Golpe contundente a los Beltrán, dice Calderón

Vaticinan más enfrentamientos tras la muerte de Beltrán Leyva

Alerta en Jalisco tras la muerte de Beltrán Leyva
Síguenos en

Temas

Sigue navegando