México
Reflexionan expertos sobre los derechos de autor en la era digital
Adecuar los contratos que se realizan para incorporar los derechos digitales y las publicaciones de 'e-books' en la red, debe ser hoy una prioridad
Celebrada en el marco del Simposio Internacional del Libro Electrónico, que se realiza en el Museo de Antropología, Rojon afirmó que la industria editorial aporta el dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional lo que significa que la industria cultural sea la más importante de México.
De acuerdo con el director de Análisis de Nomismae Consulting, la industria editorial equivale al 40 por ciento de las Industrias Culturales que se tienen en México, por lo que es necesario adquirir un marco regulatorio eficiente, ya que con la evolución de Internet y las nuevas plataformas tecnológicas, el marco regulatorio se ha quedado rezagado en ese ámbito.
A través de gráficas apoyadas en un estudio basado en la Encuesta Nacional de Consumo y Prácticas Culturales 2010 del Conaculta, explicó que una de las posibles razones para explicar el fenómeno es que en México aún no existe una fuerte penetración del libro electrónico, pues entre los sectores más bajos del nivel socioeconómico como el C y D sólo el 33 por ciento tiene acceso a Internet.
Por su parte, Fernando Zapata, director del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe compartió que el avance exponencial de las tecnologías de la información ha transformado los hábitos de lectura y han generado nuevos nichos de mercado.
'No estamos en una era de cambios, estamos en un cambio de era que tiene sus paradigmas', apuntó.
Agregó que en la actualidad parece un nuevo juego de roles entre distintos actores en los que los derechos de autor articulan jurídicamente a todos.
Destacó que en materia de derechos de autor más que normas se necesita voluntad política por parte de los organismos involucrados para valorar su importancia y la necesidad de protección.
En su turno, el abogado José Luis Caballero, conferencista de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual mencionó que la realidad en América Latina es que gran parte de los editores sólo son titulares de derechos análogos derivada de la inexistencia del formato digital al momento de celebrar los contratos.
'Adecuar un contrato de edición al entorno digital implica estrategias distintas y diferenciadas del análogo por lo que se debe prever el número de ediciones y ejemplares, el ámbito de explotación temporal y espacial, la fijación de regalías y la aplicación de medidas tecnológicas de protección a las obras', señaló.
No obstante, dijo, hay un fortalecimiento en las estrategias de contratación, por lo que reconoció que la situación actual en Latinoamérica refleja una carencia de fondos editoriales digitalizados, falta de plataformas tecnológicas adecuadas para la administración de un catálogo digital.
Además de la ausencia de un sistema adecuado de protección de derechos de autor que inhibe a terceros ceder derechos para nuestros propios países, concluyó Caballero.
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