México

México tiene prisa

A consolidar infraestructura

Otro ejemplo de que los mexicanos estamos en la dirección correcta y no dejamos en el camino nuestro compromiso de repuntar el liderazgo productivo que nos pertenece, es sin duda alguna la creciente apreciación del peso frente al dólar a casi 23% en el transcurso de los últimos 29 meses, pasando de 15.49 a 11.93 pesos por dólar en la víspera.

Eso en buena medida por el control de nuestras variables macroeconómicas, las altas reservas internacionales en el Banco de México y al exceso de liquidez mundial (dinero circulante disponible en los mercados) que busca rendimientos mayores en naciones emergentes o en vías de desarrollo, como la nuestra.

Y aunque llevamos casi tres años en ese mismo tenor, evidentemente esa situación es pasajera, se trata de capital meramente golondrino, ya que aunque vamos mejor en nuestra economía, todavía nos falta aún mejorar en infraestructura al servicio de la producción.

Ciertamente los inversionistas extranjeros buscan alta rentabilidad a sus capitales, y mucha de ésta puede perfectamente encontrarse en el ámbito industrial y comercial, no tan sólo en el terreno cambiario o de inversiones llanas; en consecuencia, se exige de nosotros los mexicanos, mayores esfuerzos tanto privados como públicos en ampliar la infraestructura, por ejemplo de comunicaciones y energética, así como en hidráulica y telecomunicaciones, con la disposición de naves industriales, personal cada vez más calificado y regulación administrativa más eficiente.

Lo anterior en todos los ámbitos de jurisdicción gubernamental, no tan sólo en municipios y la Federación, sino también en las diversas entidades del país, así como en los tres Poderes de la Unión, como son Ejecutivo, Legislativo y Judicial, sinfonía que a todos los involucrados obliga a hacer lo que les corresponde, junto con los principales factores de la producción, como son trabajadores y empresarios.

Quizás unos afirmarán que en alguna de estas instancias ya se han hecho trascendentes transformaciones, y eso es muy cierto, pero también muchos otros guardan silencio porque en su conciencia saben a plenitud que no han cumplido la tarea. Si ya hemos advertido que con lo poco o mucho que hayamos avanzado en nuestros compromisos con la economía nacional, la situación es mucho mejor cada día, en verdad no existen explicaciones que aceptar con respecto a la omisión e irresponsabilidad de los otros que no han cumplido con su parte.

Es por ello que una vez más en esta trinchera de participación ciudadana, reiteramos que México tiene prisa de una mejor y más competitiva infraestructura para el desarrollo económico de nuestro país, por lo que de igual forma hacemos un llamado a quienes aportan su respectivo granito de arena, a que no dejen de hacerlo; y a quienes se resisten a hacerlo les advertimos que con ellos, sin ellos y a pesar de ellos, México se aproxima cada vez más a confirmar su legítima esperanza de que a la luz de sus acciones, lo mejor está por venir.
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