Legalización de la mariguana en EU, clave para acabar guerra contra narco
Jorge Castañeda subraya que las elecciones estadounidenses dejaron una gran oportunidad, tras legalizarse esta droga en más Entidades
GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2016).- En diciembre de 2006, el entonces Presidente de México, Felipe Calderón, declaró la guerra al narcotráfico, lo que ha costado la vida de 170 mil personas. En el marco de la relación bilateral entre México y Estados Unidos, después de las elecciones que dieron a Donald Trump la victoria, se presentó también una oportunidad para acabar con este conflicto en México, expuso Jorge Castañeda durante su participación en el Foro: “México y Estados Unidos en perspectiva”, en el marco de la Feria Internacional del Libro.
“Nunca he entendido la oportunidad que algunas personas han visto en la elección de Trump, pero sí veo una oportunidad en los resultados de las elecciones del 8 de noviembre, que es la legalización plena de la mariguana en ocho Estados, en particular en California. Eso es una gran oportunidad para México porque nos daría, si el Gobierno quisiera, la justificación para ya abandonar esta absurda guerra del narco”.
El ex secretario de Relaciones Exteriores explicó que, con la legalización de esta droga en algunas entidades de Estados Unidos, ya no tiene el menor sentido dedicar recursos para combatir la producción y traslado de mariguana, pues cuando se le escape a las autoridades algún cargamento y éste llegue a los Estados Unidos “la van a vender en el Oxxo. ¿Cuál es la lógica?”.
Con este argumento, el Presidente Enrique Peña podría dejar claro a Donald Trump que ya no se destinarían recursos económicos, humanos o materiales para evitar el tráfico de la mariguana a los Estados Unidos porque ya la legalizaron.
Al respecto, Arturo Valenzuela, quien fue subsecretario de Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos, reviró que no es tan simple, pues ve difícil que el Gobierno de Estados Unidos legalice en el corto plazo la droga en más entidades. Aunque si lo hace establecerá mucho control.
Durante el foro también se abordó el tema de la migración a raíz de las pretensiones de Trump de deportar a tres millones de indocumentados. Sobre esto, Rosario Marín, ex tesorera de Estados Unidos, señaló que será muy difícil, puesto que el presidente Barack Obama deportó 2.5 millones en ocho años, por lo que, para cumplir su meta, el republicano debe regresar a dos mil 56 personas diarias, lo que requeriría muchísimo dinero que no tienen.
Sin embargo, Juan José Bremer, ex embajador de México en EU, explicó que los problemas migratorios son una realidad entre los mexicanos en Estados Unidos. Por ello, el Gobierno, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, debe trabajar en la defensa de los derechos migratorios y, si no lo ha hecho aún, contratar a un equipo de abogados de primera expertos en derecho estadounidense y derecho internacional para defender a esa gente.
Expansión de mercados
Rosario Marín (es tesorera de los Estados Unidos)
Ante la posibilidad de que Donald Trump cumpla sus promesas, Rosario Marín, ex tesorera del Gobierno de Estados Unidos, responde: “No sé si logrará todo. No es nada más platicar que traerá millones de trabajos a Estados Unidos que se han perdido… sí se han perdido, pero se han ganado muchos más. Por ejemplo, seis millones de empleos dependen del NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte)”.
Sobre el tema del Tratado, apunta que “Trump puede firmar y dar la noticia… en seis meses nos salimos... pero no creo. Estados Unidos exporta 236 mil millones de dólares de productos a México. ¿Se sale y qué pasa con toda esa industria?”
Ante las consecuencias para México por el proteccionismo que planea Trump, refiere que “el proteccionismo primeramente es antirrepublicano, los republicanos creemos en el comercio —fue George Bush el que hizo el NAFTA—. En la historia, los países más poderosos son los que tienen un comercio muy abierto”. Y reflexiona: “Tienes miedo cuando ya no crees tanto en ti mismo, cuando necesitas proteger lo poquito que tienes, y para mí eso es antiamericano. Sería admitir que no somos los mejores”.
¿Cómo debe prepararse México?, se le pregunta: “Debe tener un plan en el peor de los casos. México tiene una capacidad muy buena, debe prepararse para expandir mercados para sus productos, irte mucho más allá: Europa, África, Australia… hoy no puedes estar dependiendo de un cliente, ninguna compañía lo hace, se va ese cliente y se te acaba tu negocio”.
Presidente “minoritario”
Arturo Valenzuela Bowie (subsecretario de Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos)
Las políticas radicales que ha defendido el presidente electo Donald Trump, que en la teoría colocan en una posición desventajosa no sólo a México sino a los mexicanos que viven en la Unión Americana, realmente no serán tan efectivas una vez que el republicano rinda protesta.
Para el ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de los Estados Unidos, Arturo Valenzuela Bowie, si bien es un “revés importante” que el perfil de Trump resultara electo, debido a su actitud hostil contra latinos, tampoco tendrá tanta fuerza cuando despache desde la Casa Blanca.
Hay una razón elemental para lo anterior: el puesto del Presidente no es tan poderoso como se piensa. “No puede salirse con la suya porque tiene que convencer a mucha gente que no está con él en esos temas. Además, tampoco tiene facultades como las que se piensa: el Presidente no es un dictador que puede hacer lo que quiera… tiene barreras muy fuertes por la separación de Poderes y el Federalismo”.
Por eso Trump será un presidente “minoritario”, pues no sólo es un sustancial porcentaje del pueblo norteamericano el que está en desacuerdo con sus estrategias, sino el propio Partido Republicano.
Entonces, ¿cómo fue que el magnate ganó las elecciones primarias? “Los otros candidatos se fueron dividiendo y el voto también. Realmente (Trump) nunca obtuvo un porcentaje alto del partido: un 30% o 35%. No comulgan con él una gran cantidad de personas. Él va a tener un problema con su propio partido y ni qué decir con el Partido Demócrata”.
Política insostenible
Jorge Castañeda (ex canciller de México)
Aunque en días pasados el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que la empresa Carrier, que planeaba trasladar sus instalaciones desde Indiana hasta Monterrey para generar dos mil empleos, mantendría mil plantas en aquella nación (lo que presumió como un logro de sus promesas de campaña), será difícil que esa política se sostenga durante su mandato, aseveró el ex canciller Jorge Castañeda.
Explicó que Trump tomó como parte de sus promesas el ejemplo de Carrier después de ver un video que se viralizó, tomado por un empleado que grabó el anuncio de los directivos de Carrier.
Para convencer a los dueños de la planta de mantener parte de los empleos en Estados Unidos, el presidente electo tuvo que acudir a la planta para convencerlos, lo que seguramente supondrá un costo para el Gobierno estadounidense próximamente.
“Esa no es una política sostenible, no puede hablarle a todos los ejecutivos de Estados Unidos y tampoco caer en una situación de que empiece a chantajear en el sentido de: ‘No te vayas (con tus inversiones), te doy subsidios e incentivos…”.
Sin embargo, explicó que otros inversionistas que pretendan hacer negocios en México pueden dudar de que su empresa será exitosa mientras no tengan certeza de las decisiones que tomará Trump. Por ello, ya puede haber repercusiones económicas. “¿Qué significa para otros inversionistas? Entre son peras o son manzanas, yo me espero”.
Fortalecer consulados
Juan José Bremer (ex embajador de México en EU).
México debe atender su relación bilateral con Estados Unidos ahora con mayor énfasis ante la llegada de Trump. Aunque está obligado a prepararse con una política preventiva, también debe leer muy bien lo que pasa en el mundo para reposicionar su política exterior. Es una de las conclusiones a las que llegó el ex embajador Juan José Bremer.
En su opinión, el país posee instrumentos consulares “muy buenos”, pero deben fortalecerse. “No hay un país en el mundo con una red consular tan grande como México en Estados Unidos… 50 consulados”.
Las opiniones de Doland Trump respecto al pueblo mexicano, y las secuelas de estas posturas, han generado una “ola” que provoca que nuestra gente “la esté pasando mal”. Por eso las autoridades mexicanas deben establecer “líneas de defensa” que abarquen el plano mediático, el social y el jurídico.
Sugiere contar con un equipo “de primera” para proteger a los mexicanos en la Unión Americana. Y la Secretaría de Relaciones Exteriores debe “poner a trabajar” la red de alianzas que existen, pero que no está activa. Y no lo está, concluye, porque de los 381 billones de dólares que nuestro país exporta anualmente, 309 están concentrados en el país vecino del Norte.
“Si con Europa no hemos caminado bien en comercio, sí podemos hacerlo en el tema de inversión. Tenemos que hacer un esfuerzo de diversificación económica y, en lo político, leer bien lo que sucede en el mundo para buscar nuestro bien de donde venga”.
Ofensiva diplomática
Juan Ramón de la Fuente (presidente del Aspen Institute México).
México no atraviesa por su mejor momento. Los problemas económicos, la estadística de inseguridad en aumento, los hechos de corrupción e impunidad ventilados en medios y redes sociales, incluso los gobernadores que se encuentran prófugos de la justicia, juegan contra la República a escala internacional. Por eso, el país está en una situación “vulnerable”. Y más con la postura proteccionista que asumió y mantiene Donald Trump para su relación con México.
En la opinión Juan Ramón de la Fuente, Trump es un “autócrata” cuya palabra debe ser tomada en cuenta. “Él ha hecho señalamientos claros contra México que, creo, intentará llevarlos a la práctica. De hecho, acabamos de ver una primera señal muy clara”. Se refiere a la empresa de aires acondicionados Carrier, que permanecerá en Indiana y no abrirá su nueva planta en Nuevo León tras pláticas entre directivos y Trump.
Aún con esa realidad a cuestas, México tiene cancha suficiente para revertir la situación. Hoy, opina, las autoridades deben retomar las redes internacionales que el país ha construido durante décadas y aprovecharlas. “Si tenemos una política exterior que recupere esa parte: la solidaridad y apoyo que México le brindó a otros países en periodos difíciles, y que ahora probablemente lo vamos a necesitar, entonces se puede construir una red internacional”.
El Presidente Enrique Peña, agrega, ha sentado un precedente al viajar a La Habana para el homenaje de Fidel Castro. Lo que resta es continuar con esas prácticas diplomáticas.
EX TESORERA DEL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS
Rosario Marín, una mujer que no rechaza las oportunidades
Mexicana de nacimiento, Rosario Marín es la única mujer latina que ha sido secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, gracias a su excepcional trabajo y a sabiendas que en ese país podía enfrentar menos obstáculos que en México, donde incluso su madre la preparaba para casarse y mantenerse de su marido. “A mí también se me dio una oportunidad, pero yo la busqué”.
Nació en la capital de México en 1958 en el seno de una familia humilde. Mariano, su padre, era un obrero en una fábrica, pero su salario poco le alcanzaba para mantener a su esposa y cinco hijos, por lo que logró obtener una visa para trabajar en los Estados Unidos. La misma empresa le ayudó con los trámites para un puesto de dos años.
Poco después lo contactaron de nuevo y más, tramitaron papeles para toda su familia para que radicaran en el país vecino en 1972. “Nos fuimos primero mi mamá, mi hermana y yo… luego mis hermanos y allá nació mi hermanita”.
Con su madre también en una fábrica, Rosario entró a los 18 años a trabajar, actividad que combinó con los estudios que ella se pagaba en la Universidad del Este de Los Ángeles, a donde asistía por las noches. Tras siete años de estudios en Administración comenzaron a llegar las ofertas que, a diferencia de muchas personas, ella supo tomar. “Cuando tengas una oportunidad, agárrala”.
Primero trabajó en un banco como asistente de la recepcionista y en seis años ya asistía al vicepresidente. “Sabían que yo era la primera en llegar y la última en salir. Mi papá me decía: “Si llegan a tiempo, ya llegaron tarde”. Yo no pedí ningún ascenso, todos los trabajos que me han dado han venido a mí, yo no alzaba la mano, fue por una serie de hábitos con los que me formé”.
El éxito de su carrera la llevó a ser la principal fuente de ingresos de su hogar, hasta que nació su primer hijo, con síndrome de Down. “Eric cambió toda mi vida”.
Rosario Marín dejó su trabajo y su maestría para atenderlo y, cuando el pequeño tenía tres años, fundó un grupo de padres latinos con hijos que padecían la enfermedad.
Tres años después sus actividades llamaron la atención del entonces gobernador de California, Pete Wilson, quien la integró a su gabinete en 1992, con lo que inició su vertiginosa carrera política como directora de Asuntos Legislativos para personas con discapacidad.
En 1994 se postuló como concejal en Huntington Park y ganó, puesto en el que se mantuvo hasta 1999, cuando fue alcaldesa de esa ciudad.
En su labor conoció al gobernador de Texas, George W. Bush, a quien apoyó en su carrera presidencial. Por sus esfuerzos, en 2001, Bush la nominó como secretaria del Tesoro y el Senado la ratificó.
“Yo era un bicho raro: una latina, inmigrante, republicana, alcaldesa...”.
Su último puesto fue en el gabinete del gobernador Arnold Schwarzenegger. Sin embargo, ahora es conferencista y manifiesta públicamente que su voto en las pasadas elecciones sería, pese a ser republicana “de hueso colorado”, por Hillary Clinton, debido a su oposición hacia Donald Trump.
“Hice lo que nunca había hecho en 32 años de vida cívica: voté por una demócrata. Es ir en contra de mi partido, pero no en contra de mis convicciones. Fueron mis convicciones las que me llevaron a tomar esa decisión, tengo que defender a quien no se puede defender”.
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